jueves, 31 de mayo de 2007
BULGARIA: UNA NOCHE EN EL MONASTERIO DE RILA
VELIKO TARNOVO, LA CIUDAD MEDIEVAL
Veliko Tarnovo era la ciudad medieval búlgara, la describían como la ciudad de los zares. Tenía un asentamiento espectacular sobre tres escarpadas gargantas en el río Yantra. Fue la capital del estado búlgaro hasta 1393, cuando los turcos la invadieron. En la Edad Media la llamaban la tercera Roma y la segunda Constantinopla.
Desde la ventana
de la habitación veíamos las casas apiñadas, construidas sobre la negra roca
que caía verticalmente hasta el río. Casas blancas de madera oscura vieja y
tejas rojas. Y todo rodeado por verde arboleda.
Luego fuimos a la Fortaleza Tsaravets. Nos impresionaron sus dimensiones. Fue construida por bizantinos y eslavos, y fue asentamiento sucesivo de tracios y romanos, hasta su destrucción por los turcos en 1393. Había tenido 400 casas, un palacio,18 iglesias y dos monasterios. De todo ello quedaban ruinas. La muralla estaba restaurada, tenía una longitud de 1100m con muros de 10m de altura y un grosor de 3,4m.
En la cima de la
colina amurallada estaba la Iglesia del Patriarcado La Ascensión de Dios,
edificada sobre los fundamentos de una iglesia bizantina del s. V-VI. Leímos
que el que la iglesia estuviera construida más alta que el palacio simbolizaba
la superioridad del poder religioso sobre el poder laico. El interior tenía bonitas
pinturas murales con pigmentos rojizos.
lunes, 28 de mayo de 2007
NESSEBAR EN EL MAR NEGRO
La pequeña ciudad de Nessebar estaba a orillas del Mar Negro, y sobre una pequeña península unida continente por un istmo de 400m de longitud. Tenía muchas iglesias bizantinas y por ello estaba considerada Patrimonio de la Humanidad.
Nos alojamos en
una casa de madera con balcón con vistas al mar Negro y a los tejadillos de
tejas rojas. Las gaviotas no dejaban de oírse, y paseaban por los tejados. Rodeamos
la península paseando y encontramos varias iglesias bizantinas, como la Iglesia de Cristo Pantocrator.
El pueblo tenía tiendas de antigüedades con cámaras de fotos, máquinas de escribir, teléfonos, molinillos, joyas de plata, monedas, cascos de soldados alemanes, insignias, relojes de bolsillo y pasaportes viejos, restos de otros tiempos.
En un viejo galeón
reconvertido en bar, tomamos bebidas. Las terrazas de bares y restaurantes
estaban abiertas al mar, con vistas. Cenamos mejillones, gambas y pescado en una
de las terrazas.
sábado, 26 de mayo de 2007
PLOVDIV
El Anfiteatro Romano estaba sobre una colina en Plovdiv. Había sido construido en tiempos del Emperador Trajano, en el s. II d.C. Tenía capacidad para unos 6000 espectadores, y celebraban representaciones y conciertos en mayo y junio. Tras el escenario se erigían varias estructuras con columnas y un par de estatuas, una de ellas decapitada. Nos sentamos en los escalones de mármol a la sombra, pues hacía mucho calor.
Recorrimos las calles empedradas admirando las casas restauradas, pintadas de colores rojizos y ocres. Visitamos la casa de un rico mercader del s. XIX. La fachada estaba pintada de color granate, con ventanas de madera oscura. Las habitaciones eran muy espaciosas y repletas de mobiliario, para recibir muchos invitados. Otras csaas museo eran la Casa Indiana y la Casa Danov, que estaban cerradas.
Las ventanas estaban decoradas con adornos de escayola. En las paredes medianeras había murales pintados y encontramos muestras de arte callejero originales. Era una ciudad con encanto, llena de vida. Cenamos en una terraza de un patio ajardinado, entre flores, escuchando en directo música de piano y violín.
Desde Plovdiv visitamos el Monasterio Bachkovo, el segundo mayor de Bulgaria, después del Monasterio de Rila. Fue fundado en 1083, y reconstruido en el s. XVII. Vimos iconos, pinturas murales y deambulamos por el monasterio.
En el centro del patio estaba la Iglesia Sveta Bogoroditsa, de 1604. Los monjes ortodoxos vestían las largas túnicas negras, encendían velas y las colocaban en las mesas. Uno de los monjes tenía una melena leonina, rizada y canosa, y larga barba, con aspecto bohemio. Los cuidadores quitaban von rasquetas la cera de los suelos de mármol. Un grupo de seis monjes iniciaron la oración cantando. Estuvimos un rato escuchándolos.