Cerca encontramos otro grupo de hombres con sus turbantes y túnicas azules, sentados en círculo en la arena. Jugaban al manqala, las damas africanas. El tablero era la arena, donde habían excavado los hoyos, y las piezas eran semillas secas. Un juego ancestral.
miércoles, 21 de febrero de 2024
LA CIUDAD VIEJA DE OUADANE
lunes, 19 de febrero de 2024
CHINGUETTI, LA CIUDAD SAGRADA
El Mercado tenía una alta torre de adobe con adornos triangulares. Estaba en una plaza con varias tiendas tipo colmado.
domingo, 10 de septiembre de 2023
SUBÓTICA, EL MODERNISMO EN SERBIA
La ciudad de Subótica
era una maravilla del Modernismo en Serbia. Callejeamos admirando su
arquitectura. Los edificios tenían las fachadas adornadas con estatuillas,
caras, relieves de yeso y cenefas. Había una gran variedad de ornamentos.
El Raichle Palace era un precioso edificio modernista, construido por el arquitecto Ferenc Raichle, donde vivió y tuvo su estudio. La fachada era espectacular, blanca decorada con cenefas azules, relieves en piedra y balcones verdes. Un derroche de diseño y de imaginación.
En la Plaza de la
República, también llamada Plaza de la Libertad, estaba el Ayuntamiento
(Gadska Kuca), construido en 1908. Era un edificio monumental con arcos,
torres, tejados triangulares y pintado de granate oscuro. Precioso y muy
peculiar. En el interior había una interesante exposición de fotografía.
Cerca estaba el Teatro, amarillo, con frontispicio triangular y seis enormes columnas. La Biblioteca tenía la fachada amarilla y blanca, con grandes cariátides, unos Hércules barbados con perros, sosteniendo el balcón, y unas ninfas n la parte superior.
Seguimos por la Ulica
Korzo, una calle noble peatonal llena de edificios a cual más bonito
arquitectónicamente. Eran de dos plantas, con arcos en la planta baja y
pintados de colores granate, verde, crema, amarillo, blanco y ocre. Uno de
ellos era el Palacio Vojnic, de tres plantas y fachada granate
terracota. Al lado estaba el Zgrada Zlatno Jagnje (Cordero Dorado). Otros
era la Casa de la Alabarda o el Hotel Adolf Halbrar.
Las calles tenían
mucho encanto, con plazas arboladas, kioskos, terrazas, patios interiores,
plantas, flores, estatuas y muchos detalles modernistas. En un antiguo tranvía habían instalado un acogedor café.
Fue la Sinagoga
más bonita que habíamos visto nunca (y habíamos visto unas cuantas). Y por último
disfrutamos de la iluminación nocturna de las calles. Subótica era una joya modernista
en Serbia.