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viernes, 23 de mayo de 2025

DHARAMSALA



Dharamsala es una población en una zona boscosa con dos zonas diferenciadas: el bajo Dharamsala situado a 1200m de altitud, y la parte alta a 1700m, conocida como McLeod Ganj, donde nos alojamos.

Allí residía el decimocuarto Dalai Lama, Tenzin Gyatso, desde su exilio en 1959 tras la ocupación del Tibet por China. Una web informaba sobre el calendario del Dalai Lama, pero no pudimos verlo. Su residencia, en el complejo de Tsuglagkhang, era muy austera y funcional, con muros amarillos. En el interior del templo había tres estaturas principales: Sakyamuni Buddha, Padmasambhava y  Avalokitervara, el Buda de la Compasión, con nueve cabezas y varios brazos. Junto a la residencia estaba el Monasterio Namgyal, dedicado a los estudios tántricos y donde residían 200 monjes.


En el templo vimos una ceremonia de los monjes, cantando sus oraciones con voz grave y tocando los timbales y címbalos, un sonido hipnótico y característico. En el exterior había ruedas de oración de latón dorado, que los peregrinos hacían girar, y coloridas banderolas ondeando al viento.



Los dharamsala tradicionalmente eran los refugios o casas de descanso para los peregrinos espirituales. Para la religión budista un dharamsala es también un lugar para mantener debates, conversar y predicar sermones. Cerca del templo estaba el Parlamento tibetano y la Corte Judicial. Allí residía el gobierno tibetano en el exilio.


Visitamos el Museo del Tibet. Empezaba con una exposición de los escritores, artistas y músicos del Tibet. Explicaban a través de fotos y vídeos la invasión del país por los chinos, la resistencia que hubo, el exilio del Dalai Lama a India y la represión del pueblo tibetano.



Explicaban que el ejército tibetano estaba formado por 8000 soldados y, frente al gigantesco ejército chino, morían en una proporción de 5 a 1. Torturaron hasta los monjes. Mostraban fotos de activistas y gentes que se inmolaron por la libertad e independencia del Tibet. Otros se exiliaron a India en una travesía peligrosa por la nieve.


Otra sección del museo se dedicaba a la etnografía, exhibiendo instrumentos musicales, ropas, joyas, amuletos. Una visita interesante y emocionante, por todo el dolor del pueblo tibetano y por ser una situación que perdura muchos años y tiene difícil solución.


domingo, 4 de mayo de 2008

IBRAHIM, EL EÚFRATES Y LAS RUINAS DE SIRIA




Viajando por Siria durante un trayecto de autobús desde Alepo a Deir-el-Zur conocimos a un profesor de francés la Universidad de Alepo que nos dejó huella. En la parada del bus nos invitó a café con dátiles, y al llegar al destino nos invitó a una espléndida cena a orillas del mítico río Eúfrates en la que compartimos conversación, impresiones y una forma de ver la vida.

Atravesamos un puente colgante de unos 400 metros sobre el río. Imaginaba las orillas del Eúfrates más áridas, pero había palmeras, cipreses y altos cañaverales sumergidos en el agua. Mientras contemplamos la puesta de sol pedimos los aperitivos llamados meze, ensalada, hummus (puré de garbanzos), berenjenas ahumadas, hama (carne picada con especias), patatas fritas, pistachos, carne adobada, kebab al carbón, cervezas y arak, el licor típico, con hielo. Un montón de platillos deliciosos en una mesa de manteles rojos. Insistió en invitarnos a todo y fue imposible convencerle de que no pagara. Fue un anfitrión excelente y desinteresado. Ibrahim sabía que éramos trabajadores como él, interesados en conocer otras realidades. Sabía que estábamos abiertos a escuchar otras vidas, que los viajes enseñan comprensión y tolerancia. Sólo lo hizo por el placer de la conversación.




Hace años que tuvo lugar aquel encuentro y aquella cena. Mantuvimos contacto esporádico por mail, felicitándonos fechas señaladas. Con el conflicto de Siria pensamos en él y deseamos intensamente que las circunstancias le fueran favorables. Alepo, Damasco, Hama y otras ciudades fueron bombardeadas. Muchos de los lugares que conocimos y muchas de las gentes que fueron amables y hospitalarias con nosotros ya no existen. Fueron destruidos. ¿Y todo por qué? ¿Por perpetuar en el poder a Bachar Al Asad? La Historia (en mayúsculas) hablará por él, y por sus víctimas. Las víctimas siempre son los inocentes.

Hace un tiempo recibimos noticias del profesor Ibrahim, había decidido salir de su país, por la seguridad de su familia (estaba casado, con dos hijos) y nos pedía información sobre los centros de enseñanza en francés en España. Fue doloroso leer esas líneas. Le contestamos que la situación en España era difícil con casi seis millones de parados, y le enviamos información con enlaces del Liceo Francés y el Instituto Francés en nuestra ciudad, y otro enlace de la Embajada Francesa con todos los centros de enseñanza de francés en España.

Suerte Ibrahim, para ti y para tu familia. Y gracias, mil gracias por todo. Gracias porque todavía exista gente como tú, buena gente, gente honesta, que dan sentido al mundo.





© Copyright 2008 Nuria Millet Gallego