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sábado, 24 de mayo de 2025

TEMPLOS MASRUR Y FORT KANGRA

En el Valle de Kangra, desde Dharamsala, visitamos los Templos Masrur, del s. VIII. Eran un conjunto de 19 templos hindúes tallados en la roca monolítica, con un estanque sagrado.

Tenían nichos excavados en la piedra y relieves de Visnú, Shiva y otros dioses y diosas védicos. El santuario principal tenía unas estatuillas  cubiertos con telas de colores.


Uno de los templos tenía labradas tres cabezas superpuestas de Buda, bien conservadas. Otras figuras estaban más deterioradas por la erosión y los terremotos sufridos. Subimos a la parte alta desde donde se contemplaba el conjunto de templos con el estanque y vistas del Valle de Kangra.




Los templos estaban dispuestos simétricamente en una cuadrícula, alrededor del templo principal, como una mandala. Y sus picos se reflejaban en las aguas verdosas del estanque sagrado, en un entorno de verde naturaleza.


                  
Leímos que mostraban similitudes con las cuevas de Elefanta, cerca de Bombay, Angkor Wat en Camboya o los Templos excavados en la roca de Mahabalipuran. Tenían relieves de apsaras, algo deterioradas.

                 



Continuamos la ruta por el Valle de Kangra pasando por varios ríos con puentes bastante deteriorados. Fuimos a visitar Fort Kangra, una fortaleza histórica de 4.000 años de antigüedad. 



El Fuerte era el más grande del Himalaya imdio. Se construyó sobre una colina entre los ríos Manjhi y Banganga, en las faldas de la cordillera Dhauladhar. Fue un importante centro del jainismo y conservaba templos con la piedra labrada. En el interior del santuario había deidades decoradas con flores y telas. Llegamos hasta la cima de la colina y contemplamos las vistas. 


domingo, 1 de septiembre de 2024

NAMIBE

 

Namibe era una ciudad en la costa del Atlántico con edificios coloniales portugueses pintados de colores, entre palmeras. Vimos el edificio de Correos, la Estación de Ferrocarril y la Marginal, el Paseo Marítimo.



Era curioso el edificio del antiguo cine de Namibe, con forma de platillo volante. Parecía un estadio. La Fortaleza de Sao Fernando era Base Militar y solo pudimos ver la fachada.








En uno de los bonitos edificios, donde estaba ubicada la Oficina de Turismo, vimos una exposición etnológica con tallas de madera, recipientes, cornamentas de antílopes, lápidas de piedra labradas, maquetas de barco, teléfonos antiguos, un tocadiscos de madera y hasta un carruaje. Había fotos de las pinturas rupestres de Tchitunda Hulu Mulume.

Namibe nos pareció una ciudad agradable y fue la base para visitar el Desierto Namib, el Parque Nacional Iona, la pequeña Tombwa, la Lagoa dos Arcos y las Colinas de Curoca.
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jueves, 22 de agosto de 2024

LUANDA, EL INICIO DEL VIAJE ANGOLEÑO


Luanda, la capital de Angola nos gustó más de lo esperado. El Palacio do Ferro era uno de los edificios más singulares. Era una estructura de hierro con filigranas y una galería circundante, pintado de amarillo intenso y con tejado rojo. Habia una doble escalinata central en la fachada. Se atribuía a la escuela de Eiffel.

Tenía una curiosa historia pues se construyó en París en 1890 para la Exposición Universal. Lo trasladaron en barco hasta Madagascar, pero por un temporal el barco paró en Angola y allí se quedó.


La ciudad conservaba algunos edificios coloniales de la época portuguesa. Destacaba el gran edificio del Banco Nacional de Angola, con una gran cúpula rojiza, porches y pintado de color crema y rosado.


En una colina dominando la ciudad estaba la Fortaleza de Sao Miguel, de piedra dorada. Tenía buenas vistas de Luanda y su gran bahía. La entrada tenía forma de estrella, con murales laterales, y encontramos un grupo de escolares que hacían la visita.

La Fortaleza albergaba un Museo Militar, exhibiendo cañones y otras armas. Había una gran estatua de la angoleña Njinga Mbanda, que en 1622 negoció la paz del reino con Joao Correia de Sousa, el Gobernador de Angola, y se bautizó con el nombre de Ana de Sousa.  Había otras estatuas de Vasco de Gama, Luis de Camoes (el poeta portugués), Agustinho Neto (el padre de la Independencia y primer Presidente de Angola) y otros personajes históricos.




Visitamos el Museo de Antropologia, con una colección de máscaras para rituales de iniciación, de fertilidad, de curanderos y vudú. En otras salas exhibían instrumentos musicales, pipas de madera, lanzas, fusiles, cestería, sandalias de piel de antíĺope, calabazas, peines o una silla con figuras talladas. 


También fue interesante el Museo de la Moneda, que exhibía billetes, una colección de monedas de la época portuguesa y de la Independencia. Lo mas curioso fue un lingote de oro de 12 kg, expuesto en una vitrina con unos orificios para introducir lss manos y levantarlo. No pudimos.

La Marginal era el nombre del paseo marítimo frente a la Bahía de Luanda y el Océano Atlántico. Se veía el sky-line de los rascacielos de la zona moderna de la ciudad. En el paseo estaban las típicas letras "Eu love Luanda". Viajamos por Angola de forma independiente, y aunque solemos ir solos Javier y yo, en esta ocasión fuimos con nuestros amigos Francisco y Merche, y Antonio y Trini, buena compañía. Unas chicas modernas paseaban por allí y accedieron a que las fotografiáramos. Angola nos recibía con sonrisas. Nuestro viaje acababa de empezar.