La Laguna Buracona era un entrante del mar entre las rocas, que formaba una piscina natural. En uno de los extremos había un mirador desde el que contemplar el paisaje. El baño aĺí fue refrescante y delicioso.
Junto a Buracona estaba el Olho Azul, un agujero de 19m. de profundidad que conducía a un túnel submarino de 80m. entre las rocas. La luz del sol se filtraba en el agua del agujero y tomaba un color azul intenso y transparente, casi fosforescente.
Las Salinas de Pedra Lume estaban en el cráter de un volcán, a 3 metros bajo el nivel del mar. Un cartel indicaba que las Salinas se explotan desde 1805. Quedaban algunas torres de madera del antiguo Teleférico, que construyó en 1909 la compañía francesa Salins du Cap Vert para transportar la sal. En el s.XIX las rocas de sal eran transportada por esclavos y se picaban en varios molinos de viento.
Entramos por un túnel y vimos el mosaico de salinas. Se veían franjas blancas y de tonos rosados, ocres y anaranjados. Había algunos puestos de venta de rocas de sal. Pero la sal se licuaba en climas húmedos.
En una de las lagunas nos bañamos. Tenía alta concentración de sal, más que en el Mar Muerto. Flotamos y nos hicimos fotos. Luego pagamos unos escudos por una ducha de agua dulce.
Otra parada fue la Shark Bay, donde vimos tiburones baby, nadando entre nuestras piernas, hasta nos rozaron. Eran bastante escurridizos para hacer fotos, pero pudimos hacer algunas. Fue una sorpresa.