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martes, 14 de noviembre de 2023

ISLA DE SAL, LAGUNA BURACONA Y SALINAS





La Laguna Buracona era un entrante del mar entre las rocas, que formaba una piscina natural. En uno de los extremos había un mirador desde el que contemplar el paisaje. El baño aĺí fue refrescante y delicioso.

Junto a Buracona estaba el Olho Azul, un agujero de 19m. de profundidad que conducía a un túnel submarino de 80m. entre las rocas. La luz del sol se filtraba en el agua del agujero y tomaba un color azul intenso y transparente, casi fosforescente.

Las Salinas de Pedra Lume estaban en el cráter de un volcán, a 3 metros bajo el nivel del mar. Un cartel indicaba que las Salinas se explotan desde 1805. Quedaban algunas torres de madera del antiguo Teleférico, que construyó en 1909 la compañía francesa Salins du Cap Vert para transportar la sal. En el s.XIX las rocas de sal eran transportada por esclavos y se picaban en varios molinos de viento.


Entramos por un túnel y vimos el mosaico de salinas. Se veían franjas blancas y de tonos rosados, ocres y anaranjados. Había algunos puestos de venta de rocas de sal. Pero la sal se licuaba en climas húmedos.


En una de las lagunas nos bañamos. Tenía alta concentración de sal, más que en el Mar Muerto. Flotamos y nos hicimos fotos. Luego pagamos unos escudos por una ducha de agua dulce.

Otra parada fue la Shark Bay, donde vimos tiburones baby, nadando entre nuestras piernas, hasta nos rozaron. Eran bastante escurridizos para hacer fotos, pero pudimos hacer algunas. Fue una sorpresa.



lunes, 13 de noviembre de 2023

SAO NICOLAU: CARBEIRINHO Y PISCINAS NATURALES



En Sao Nicolau fuimos a ver la caldera volcánica de Carbeirinho, junto al mar. Bajamos por unas escaleras de madera y vimos la pared de la caldera con vetas en tonos ocres y blancos, teñidos de naranja con la luz del atardecer.

La lava, la erosión del mar y las sales depositadas habían formado aquellos dibujos veteados, un capricho de la naturaleza. Parecían salidos de la paleta de un pintor. Un lugar especial.


Otro día fuimos en aluguer a Juncalinho, más al este de la isla. Era un pueblo de pescadores con calles de tierra roja, pocas casas y una pequeña Iglesia blanca y azul.
Caminando quince minutos estaban las piscinas naturales de la Lagoa. Queríamos bañarnos pero había bandera roja y estaba prohibido. La fuerza del oleaje invadía las piscinas y podía arrastrarnos mar adentro. Así que disfrutamos del espectáculo.




Decidimos probar el baño en las piscinas naturales de Largo, en otra zona de la isla. Bajamos por las rocas y vimos una piscina circular grande y otras más pequeñas. En la grande era imposible porque el mar se adentraba por oleadas y nos hubiera arrastrado.
Vimos que la más protegida estaba en un lateral. Nos bañamos echando un ojo al oleaje que rompía muy cerca. No estaba muy fría y el color del agua era bonito, se transformaba con la espuma.

Hicimos un picnic allí mismo y comimos sandwiches y plátanos. Luego salimos a la carretera a esperar un aluguer, pero había poco tráfico. Paró el coche de un chico y nos llevó hasta Tarrafal; no quiso aceptar escudos a cambio. Era un ejemplo más de la amabilidad de los caboverdianos. 




lunes, 5 de diciembre de 2022

DOMINICA, AGUAS SULFUROSAS Y CASCADAS



En Isla Dominica había varias piscinas naturales de aguas sulfurosas. Fuimos caminando hasta Wotten Waven por la carretera, que parecía un jardín botánico, con flores rojas de aves del paraíso, hojas rojas, amarillas y verdes de tonalidades diferentes.

 


En Wotten Waven había varios spas de aguas termales sulfurosas. Fuimos al Screw’s Sulfur Spa, que recomendaba la guía de Lonely Planet. Antes de llegar ya olimos el azufre. Eran varias piscinas de piedra escalonadas, a la orilla de un río. Las piscinas tenían agua caliente a diferente temperatura, y había una pequeña cascada en la pared de roca, con agua fría.

Nos untamos la piel con un barro blancuzco y denso. Nos bañamos en las diferentes piscinas, saltando de una a otra, en la cascada y en el río. Disfrutamos del baño en las piscinas naturales sulfurosas.


Cerca estaban las Cascadas Trafalgar. El sendero hasta las cascadas estaba bordeado de verde vegetación, en un entorno espectacular con plantas tropicales gigantescas. Eran dos cascadas de 42m y 25m de altura, bonitas aunque no llevaban mucho caudal.

Luego fuimos a la Playa Champagne, conocida por el burbujeo de sus aguas por las corrientes subterráneas de aguas sulfurosas. Decían que era como bañarse en una copa de champán. 


 




sábado, 29 de junio de 2019

LA ISLA DE GOZO



Desde Malta cogimos un ferry hasta la cercana Isla de Gozo, un trayecto de 25 minutos. Gozo era mucho más pequeña que Malta, con 14km x 7km. Tenia los mejores sitios para bucear de Europa, con mares templados, con pecios de la II Guerra Mundial.

Victoria era la capital de Gozo, llamada así en honor de la reina Victoria y su 60 aniversario en 1897.Anteriormente se llamaba Rabat, nombre que aún era el preferido de muchos isleños y aparecía en algunas señales. La ciudad estaba coronada por la Ciudadela Il-Kastell, restaurada con la piedra dorada como toda Malta, caliza y coralina. Sus callejones tenían arcos. Primero se establecieron en ella los fenicios y más tare se convirtió en una ciudad romana.



En el interior de la ciudadela estaba la Iglesia de la Asunción y varios museos que visitamos. El Muse de Arqueología había figuras de las "Damas gordas". Había un Museo de Folklore y Cultura que daba información sobre las tareas agrícolas, la alimentación y las formas de entretenimiento de los antiguos isleños (música, baile, juegos). El mismo museo recreaba una casa tradicional con la cocina, dormitorio y taller de carpintería. 



Desde la Ciudadela había buenas vistas de la ciudad de Victoria, un mosaico de azoteas de las casas, entre huertos y muretes. Comimos en un restaurante con vistas y probamos el pastizzi, el hojaldre tradicional relleno de requesón, y la Qasata, otro hojaldre más duro relleno de espinacas con guisante, maíz y patata. Muy ricos.

Luego visitamos la vieja Prisión, que funcionó como tal desde el s. XVII hasta 1904. También encerraban a los miembros de la Orden de los Caballeros de Malta más díscolos. Había unas seis celdas con las puertas originales de madera y grandes cerraduras de hierro. En el interior solo un tablón con un camastro. En las paredes había grafitis de la época: barcos con velas desplegadas, la Cruz de Malta, rosas de los vientos, manos, flechas. 



Un bus nos llevó a la costa de Dwjera con unas formaciones rocosas esculpidas por el viento y el oleaje. El fuerte oleaje había derrumbado en 2017 la Ventana Azul, un arco de piedra en el mar. En Chipre habíamos visto otro arco similar. La espectacular costa de Dwjera  fue escenario de la serie Juego de Tronos. 

Cogimos una barca de pescadores que nos llevó al llamado Mar Interior. Pasó a través de un túnel en una cueva, que comunicaba con el mar, rodeado de acantilados. El mar tenía en las zonas de las cuevas un color azul marino luminoso, como si una luz lo iluminara por abajo.



Luego fuimos al Agujero Azul (en Malta todo era azul). Era una chimenea vertical excavada en la piedra caliza, de unos 10m de diámetro y 25m de profundidad, que comunicaba con el mar abierto a través de un arco subacuático, a unos 8m de profundidad. Vimos submarinistas con botellas de oxígeno que bajaban. Era un lugar de gran belleza y formaba una tranquila piscina natural, separada del mar abierto por un muro de roca. Allí disfrutamos de un delicioso baño. Nos bañamos en tres lugares diferentes y frente a la roca Fungus en la Bahía Dwejwera. Fantástico lugar!