viernes, 12 de febrero de 2016

LA MEDINA DE TETUÁN

Tetuán era una ciudad del norte de Marruecos, cerca del Mediterráneo. Era conocida como “la blanca paloma”, por su conjunto de edificaciones blancas, y la ciudad con más rasgos andalusíes de Marruecos. Fue la antigua capital del protectorado español en Marruecos, desde febrero de 1913 hasta 1956, cuando se independizó Marruecos y los españoles fueron expulsados tras 43 años de ocupación. Declarada Patrimonio de la Humanidad.

Nos alojamos cerca de la plaza principal Hassan II, donde estaba el Palacio Real, flanqueado por minaretes con mosaicos y altas palmeras. Tenía varias calles con arcos. Su calle principal era La Luneta. Por allí estaba el Teatro Reina Victoria. 


Callejeamos hasta La Mellah, el antiguo barrio judío, junto al Feddan Park, una réplica de la Plaza España, con una glorieta y jardines. Desde allí se veían las casas blancas escalonadas en la colina, con los minaretes de las mezquitas.




La Medina tenía varias puertas de entrada, como la Bab Ruah, junto al Palacio Real, o la Bab Okha, de la reina. Sus calles eran laberínticas, con casas encaladas y puertas de madera claveteadas. Vimos algunos hornos de pan. Había unas 21 Mezquitas y 32 zawlas, los monumentos dedicados a una persona santa, con minarete. Se veían gatos y burros. 



Curioseamos una Farmacia bereber con tarros de vidrio, que vendía hierbas, cremas, jabones y aceites para masajes. Visitamos casas señoriales con tiendas de alfombras y artesanía, y subimos a las azoteas para contemplar las vistas de la ciudad. 

En los bazares los artesanos se agrupaban por gremios u oficios: babucheros, carpinteros, curtidores de cuero. lámparas de hierro y de cristales de colores. La calle Tarrafin estaba cubierta por arcos de madera y abundaban las joyerías y tiendas de tejidos.

 





Vimos varias Casas de las Bodas, las mansiones donde se celebraban las fiestas y los banquetes de bodas, Los novios tenían un trono con dosel y los músicos estaban preparándose. Encontramos curtidurías con pozas donde se sumergían las pieles de cordero un mes para que se ablandaran y se teñían. Desprendían un fuerte olor. Desde allí se podía subir a una parte de la muralla







Visitamos el Museo Etnográfico en un edificio histórico, junto a la Muralla y la Puerta de la Reina. Tenía salones con divanes y mesas bajas para el té, puertas decoradas, arcones, instrumentos musicales y multitud de detalles.


En el barrio del Ensanche las porterías de las casas tenían azulejos hasta media altura de pared, de influencia andalusí. Destacaba el Edificio Fénix, antiguo compañía de seguros, o el Cine Avenida, de estilo modernista, con 900 butacas y dos pisos, o el Cine Español, que fue un antiguo teatro. En el barrio estaba el Instituto Cervantes. En la plaza Mulay Mehdi estaba la Iglesia Nuestra Señora de la Victoria y el Consulado Español. Por toda la ciudad había numerosos cafetines con sillas en el exterior, donde los hombres tomaban el té moruno a la menta, o café con leche con un vaso de agua. Tetuán tenía mucho encanto.