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sábado, 22 de noviembre de 2025

IRAK: LAS RUINAS DE HATRA



Desde Mosul fuimos a visitar Hatra, a 110km. Pagamos la entrada de 25.000 dinares y bromeamos con el soldado guardián, que posa serio con su arma para la foto. Hatra fue una antigua ciudad fortificada, con una muralla circular, fundada sobre un antiguo asentamiento asirio. Fue la capital del primer reino árabe y es la ciudad mejor conservada del Imperio parto (200 a. C.-220 d. C.). Es Patrimonio de la Humanidad.

Su arquitectura, refleja la cultura constructiva asiria y babilónica, y las influencias helenísticas y romanas, Tiene siete templos y santuarios, dedicados a diferentes deidades. Vemos el llamado Gran Templo con fachada de 115 m de largo y 23 m de ancho. También los Templos  Shamya y Shahiru, indicados en los carteles. La Ciudadela de Hatra debió ser impresionante en su época de esplendor; ya lo son sus ruinas.





La ciudad fue un importante centro religioso y se desarrolló por estar ubicada en las rutas comerciales que unían el Imperio romano al oeste con el Imperio parto al este, y bordeando el Tigris y el Éufrates que unían Mesopotamia con el Golfo Pérsico. Los habitantes de Hatra dependían de pozos como fuente de agua y fueron autosuficientes.

En el patio hay una estructura con unas treinta columnas con capiteles labrados. En otras zonas también se ven altas pilastras.





Entramos por una gran puerta a varias salas abovedadas, llamadas iwanes. Se conservan varias estatuas, algunas decapitadas, relieves y capiteles labrados. En Hatra usaban el dialecto arameo y tenían sus propio alfabeto. La ciudad floreció entre el s. I a.C. y el s. III.

En 2015 los combatientes integristas del Estado Islámico (ISIS) devastaron la ciudadela y la utilizaron como campo de entrenamiento militar. Hasta que en 2017 las Fuerzas Armadas iraquíes la recuperaron. Permaneció abandonada unos años y fue saqueada y vandalizada. En 2020 empezó la reconstrucción; vimos piedras acumuladas en los alrededores, aún quedaba mucho por hacer.



Muchas estatuas y piezas arquelógicas fueron trasladadas al Museo de Bagdad, también las veríamos en el Museo de Erbil.





viernes, 14 de noviembre de 2025

IRAK: EL ZIGURAT DE UR Y LA BODA DE NASIRIYAH

En Basrah vamos a la estación de autobuses, que llaman Garage, y cogemos un taxi compartido con una pareja iraquí, hasta Nasiriyah. Un trayecto de 190km que tardamos 2 horas en recorrer. El paisaje es árido y polvoriento. Pasamos varios controles de policía, con soldados armados con fusiles, cargadores en los chalecos y cascos con cámaras de visión nocturna. Por contraste, son amables, sonríen y bromean con el futbol y los equipos de Barça y Real Madrid.

Desde Nasiriyah vamos a Ur, a solo 18km. La legendaria ciudad de Ur es uno de los asentamientos más antiguos de la humanidad, centro de comercio, cultura y religión en la antigua Mesopotamia. El Gran Zigurat de Ur es una impresionante construcción con paredes inclinadas hacia dentro para darle más grandeza, y contrafuertes ornamentales. Los zigurats son templos de la antigua Mesopotamia que tienen forma de torre o pirámides escalonadas. 

El Zigurat tiene tres escaleras: la central asciende directamente al piso superior y las dos laterales conducen al primer piso. En total hay 96 escalones. Todo esto lo leímos en los carteles informativos. Nos decepciona un poco no poder subir las escaleras porque hay una valla que lo impide, suponemos que para proteger la construcción histórica. Es Patrimonio de la Humanidad.


Tiene tres niveles. El Templo superior estaba dedicado a la adoración de Nannar, el dios de la luna, y deidad principal de Ur. También a Enki, dios del Agua y el Deseo, y a la diosa Nin-Gal, la esposa de Nannar.

En el recinto hay otra construcción más pequeña, el Santuario Dubral-Makh, que significa la Casa de las Tabletas. Allí almacenaban las tabletas escritas y servía de Tribunal de Justicia y puente de enlace al Zigurat. Lo construyó el tercer gobernante.

Otro edificio es el Khur-Sag, nombre sumerio que significa la "Casa de la cabeza de la montaña". Pudo ser una estructura administrativa o residencia del rey en periodos cortos, mientras realizaba rituales en la zona sagrada.



Por último vemos el Cementerio, que aloja unas 2000 tumbas y 16 tumbas reales. Es uno de los más grandes del antiguo Irak, descubierto en 1993 en una misión conjunta del Museo Británico y el Museo de la Universidad de Pensilvania. La mayoría de las Tumbas Reales están construidas de ladrillos, rodeadas de una zona que el arqueólogo Wooley llamó "pozo de la muerte" o "hoyos de la muerte". 

La tumba más grande contenía 74 cuerpos, 68 de ellos mujeres, con muchas joyas y accesorios. Una de las reinas llevaba más de 2kg de oro y piedras preciosas en la cabeza y otros 3kg en su cuerpo. Fueron saqueadas en la antigüedad. Encontramos un equipo de arqueólogos y de filmación de un documental.



La ciudad de Nasiriyah está a orillas del río Éufrates. En sus calles todavía circulan los tuk-tuks amarillos, los motocarros que también existen en los países asiáticos. 


El Museo de la Civilización de Naririyah está cerrado viernes y sábado. Mala suerte, son cosas que pasan en los viajes. Vemos fotos de las piezas más destacadas, como las estatuas de Hatra, el vestuario tradicional y una especie de arpa con cabeza de búfalo. Nos hubiera gustado verlo en directo, pero no podemos estar más días, lástima.

En cambio, tuvimos la suerte de coincidir con la celebración de una boda en el Hotel Somerion, donde nos alojamos. En el vestíbulo se reúne la familia y los numerosos invitados, y posan para las fotos. Las invitadas llevaban abayas, alguna negra, pero la mayoría  de colores suaves. La novia llevaba un vestido blanco, sin hiyab.

Lo mejor fue que pude presenciar la celebración y el baile en un salón reservado solo para las mujeres. No pude hacer fotos, pero fue un espectáculo. Más de cien mujeres bailando animadamente y sin abayas. Me hacen sentar en una mesa y algunas se acercan a saludarme y decirme algunas palabras en inglés. Algunas mujeres emiten el "zaghareet", el grito árabe ululante que producen colocando la lengua en el paladar. La novia tiene 23 años y lanza su ramo de espaldas a los invitados. Las jóvenes van muy maquilladas, llevan vestidos de terciopelo entallados, granates, verdes o azules, con escotes generosos y los hombros al descubierto, y bailan con alegría. Una auténtica fiesta.



Antes de irnos de Nasiriyah vamos a curiosear el Bazar y vemos los hiyabs (pañuelos islámicos) de colores. Me compro una abaya negra para visitar la ciudad santa de Kerbala, nuestra próxima etapa. 

sábado, 6 de septiembre de 2025

QOBUSTÁN Y PENÍNSULA ABSHERON




Desde Baku fuimos a visitar el Parque Nacional Qobustán, conocido por sus petroglifos que datan del año 10.000 aC. Se descubrieron gracias a un trabajador de una cantera de la zona. Con el tiempo las cuevas se desmoronaron y los enormes pedruscos se acumulan en composiciones y formas caprichosas. 

Los senderos están marcados y te vas encontrando los petroglifos. Destacan un grupo de diez bailarines. Luego encontramos otras figuras humanas, una barca de remos  y animales: toros, un caballo y cabras. Otros no se distinguían bien, erosionados al estar al aire libre. El parque es Patrimonio de la Humanidad.





En otra zona vimos unos orificios en el suelo, cuya utilidad podría ser para almacenar el agua de lluvia, para la sangre derramada de los sacrificios o para preparar la comida. Un enigma sin resolver.


Vimos el primer pozo petrolífero industrial del mundo, de 1846. Es una alta torre de madera oscura. El mecanismo extractor es como un péndulo de movimiento constante. 

Azerbaiyán tiene abundantes yacimientos de petróleo y gas, y esos recursos habían enriquecido al país. Por el camino vimos el Yacimiento petrolífero de Bibi-Heybat con muchas máquinas extractoras de colores. James Bond lo recorría en su coche en la película "The world is not enought". 


En la Península de Absheron visitamos los volcanes de lodo, Yanar Dag, y el Templo del Fuego. Fue curioso ver los Volcanes de lodo, montículos cónicos, formados por depósitos de lodo que emergen por las emanaciones de gas del subsuelo. El suelo está totalmente seco y agrietado. En Azerbaiyán hay 200 montículos de lodo, y en el resto del mundo 600, según la UNESCO. 

Los montículos son de varios tamaños, hasta 2m de altura, tienen lodo burbujeante. Tocamos el lodo del interior y estaba frío, lo imaginaba caliente. Las burbujas surgían de repente y despedían gotas de barro en cualquier dirección, nos salpicaron los pantalones.






Otro lugar curioso es Yanar Dag, una colina de cuya ladera brotan llamas alimentadas por el gas natural subterráneo. Hacía bastante viento y las llamas bailaban, pero no se apagaban nunca. De noche debía ser más espectacular.




El Templo de Fuego, llamado Atashgah. Atash significa fuego en persa. Azerbaiyán formó parte durante mucho tiempo del Imperio Persa. Fue un centro filosófico y de peregrinaje de zoroastrianos del subcontinente indio. El Zoroastrismo (también conocido como Mazdismo) fue la religión principal de la región hasta el s. VII con la llegada del Islam. Era una de las religiones más antiguas, que surgió en Asia Central varios siglos antes que el cristianismo. 

Es un templo pentagonal con un patio rodeado de celdas para los monjes y un altar central. En el interior una llama encendida por gasoductos. La llama eterna natural se apagó en 1969, tras casi un siglo de explotación de petróleo y gas en la zona. 



Acabamos el viaje de 12 días por Azerbaiyán viendo las Candycane Mountains, las "Montañas de Caramelo". Están en la ruta hacia Khizi. Paramos en la carretera, a ambos lados se veían las montañas, como pintadas en acuarela. Según la luz y el momento del día los tonos podían ser más intensos o apagados. Lo comprobamos allí mismo cuando se nublaba. Caminamos entre las montañas, trepando y apreciamos las franjas de distintos colores, con vetas. Era un paleta de colores amarillos, ocres, naranjas,, blancos y rosados. Una curiosidad geológica y un bello paisaje para despedirnos del país.