Cruzamos el Trópico de Capricornio, un punto geográfico mítico. Una línea
imaginaria que para nosotros era evocadora. El Trópico de Capricornio me
recordaba a los antiguos exploradores y a la novela de Henry Miller, que leí
hace años. Miller era un autor hedonista y vitalista, ingredientes habituales
de los viajeros.
Y encontramos curiosas señales viajeras a lo largo del trayecto que
advertían de la presencia de elefantes, antílopes, búfalos, hienas y arena. Como
coleccionista de señales y detalles curiosos no pude evitar fotografiarlas. La
arena la vimos en el desierto y en las pistas, invadiendo espacios y pueblos.
Teníamos hambre de ver animales en su hábitat natural. Los vimos y los
sentimos. Todavía recuerdo el aullido-risa de las hienas desde la tienda de
campaña donde dormíamos. Era disuasorio para cualquier salida nocturna al
lavabo. En Namibia encontramos todo lo que indicaban las señales y mucho
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© Copyright 2012 Nuria Millet Gallego