La isla de Creta
tenía muchos atractivos. Uno de ellos era el Palacio de Cnossos, a 5km de
Heraklion. Fuimos en bus y compramos a entrada combinada que incluía el Museo
Arqueológico. El Palacio Cnossos era uno de los muchos vestigios de la civilización
minoica. Se construyó en el año 1900 a.C, y el arqueólogo Evans lo descubrió
en 1900. Cnossos fue la capital de la Creta minoica.
El Palacio fue la
residencia de reyes, con grandes estancias, patios, baños y frescos coloridos,
y también tuvo funciones religiosas. En el recinto al aire libre se extendían
las ruinas restauradas. El Salón del Trono tenía muros de color rojo
terracota decorados con grifos, el animal mitológico mitad águila, mitad
león. El trono era de alabastro y frente a él, separado por columnas negras,
había un baño ritual y unos bancos de piedra.
Los frescos tenían
mucho colorido. En el Pórtico vimos el Fresco de los Coperos, figuras
que portaban ánforas y vasijas. Cerca estaba otro fresco llamado El Príncipe
de los Lirios, un joven con una corona de lirios y plumas de pavo real. En la Sala
llamada Megaron de la Reina estaba el Fresco de los Delfines, pero la
sala estaba en restauración: lo vimos luego en el museo.
En el patio vimos los Pithoi
gigantes, unas enormes vasijas de arcilla que guardaban vino, aceite y grano,
y se transportaban usando cuerdas a través de sus anillas. Cerca estaban las
ruinas de la que fue la Gran Escalera, que accedía a las estancias reales y
ruinas de muretes. No había demasiada gente, pudimos verlo sin aglomeraciones ya
que con las restricciones del covid la gente todavía no se animaba a viajar.
El templo estrella del Palacio era una
construcción de dos plantas, con tres columnas granates y frontón adornado con
círculos blancos. En el interior tenía un fresco de un toro embistiendo,
pintado con los cuernos amarillos sobre un fondo azul.
Luego fuimos al Museo
Arqueológico, en el Puerto de Heraklión. Fue impresionante, con su
colección de objetos minoicos, frescos, mosaicos y esculturas. Exhibía alfarería, joyas,
tumbas, figurillas funerarias…Algunas ánforas eran del tamaño de una persona,
servían de almacenaje y también tenían uso funerario para enterrar al finado.
La decoración de algunas ánforas era preciosa, con motivos geométricos,
florales o de figuras, combinando los tonos granate y negro.
Había una sala
dedicada a los deportes, la vida diaria y espectáculos. Sobre los deportes
había mosaicos de hombres con toros, algo muy cretense, y referencias a los
Juegos Olímpicos. Mostraban un disco llamado Phaistos Disc con un texto
minoica con inscripciones de pictogramas, que se consideraban una pieza
importante para interpretar la escritura antigua. Era como una especie de
piedra Rosseta. Todo muy interesante.
El Palacio Cnossos
fueron las ruinas mejor conservadas y de mayor colorido que vimos en Grecia.
Una visita inolvidable.