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miércoles, 27 de agosto de 2025

BAKU, TRADICIÓN Y MODERNIDAD

Baku, la capital de Azerbaiyán, es una bonita ciudad amurallada a orillas del Mar Caspio. Combina tradición y modernidad, con una arquitectura singular. 

Las Flame Towers son tres torres construidas en 2012, que se han convertido en símbolo icónico de Baku. Representan una llama, ya que Azerbaiyán dispone de abundantes reservas de petróleo y gas, que han enriquecido al país y es conocido como "Tierra del Fuego". La torre más alta mide 180m de altura y son visibles desde cualquier punto de la ciudad, asomando entre edificios y jardines, y con el Mar Caspio de fondo.

 


La muralla restaurada con sus almenas y torreones, tiene varias puertas de entrada. Una de ellas es la Aga Mikail,  con un gran reloj colgado del muro y un piano instalado a sus pies. La Filarmónica, un bonito edificio clásico, está cerca y vimos a músicos y alumnos transportando sus  instrumentos en los estuches, y tocando el piano o el violín en el parque.


Dentro de la muralla está el casco antiguo, llamado Icherisheher con casas tradicionales de piedra dorada con balcones de madera. Allí está el Palacio Shirvanshahs. Shirvan era un reino feudal del s. VI, gobernado por los shahs. Se establecieron en Baku en el s. XII y construyeron el palacio, que finalizaron en el s. XV. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2000

El recinto comprende la Mezquita Real, el pabellón Divankhana y las tumbas reales. En el interior del Palacio hay una pequeña exposición de dagas labradas, joyas y amuletos de plata, y algunas vasijas y objetos de cobre.


Nos gustó el Divankhana, un pabellón de piedra del s. XV, con estructura octogonal, columnas y cúpula. En él se reunía la corte, servía como sala de recepción. Tiene los pórticos de entrada cubiertos de relieves y mukarnas (decoración geométrica presente en la arquitectura islámica).



En el patio está el Mausoleo de las Tumbas Reales de los shahs, y otra tumba de un derviche sufí con una estructura rematada por un pináculo.



Paseamos por el casco antiguo Ischerisher viendo sus casas tradicionales de piedra dorada con balcones de madera, y otros edificios más nobles de bonita arquitectura. Las calles están adoquinadas y tienen tiendas de artesanía y coloridos textiles. Hay animadas terrazas de restaurantes y cafeterías para tomar té y fumar aromáticas shishas. 





La Maidan's Tower (Qiz Qalasi), también es conocida como Torre de la Doncella. Es una enorme fortaleza cilíndrica de 8 plantas y 29,5m de altura. Es otro símbolo de la ciudad de Baku y otro Patrimonio de la Humanidad. Se construyó en el s. II como torre defensiva, con muros de 5m de espesor.

Cerca de la torre hay dos caravanserais: el Caravanserai Multán y Caravanserai Bukhara. No pudimos visitarlos porque estaban restaurándolos.


Fuera de la muralla destaca la calle Nizami, con un tramo peatonal, edificios nobles, una bonita fuente, y terrazas de restaurantes.


Azerbaiyán es un país laico oficialmente, de mayoría musulmana (95%), el resto son cristianos y judíos. La ciudad de Baku tiene varias mezquitas. La más impresionante y la que más nos gustó es la Mezquita Taza Pir, decorada con pinturas murales y una gran cúpula.




La Mezquita Juma es del s.X. El interior es bonito, con arcos decorados y alfombra verde, donde rezaban los fieles. Escuchamos el canto del muecín mientras paseamos. 


Baku combina tradición y modernidad en su arquitectura y tiene varios edificios singulares. Paseamos por el Bulvar, el Paseo Marítimo junto al Mar Caspio. Destaca un edificio en forma de herradura, con una gran obertura central, que alberga el Hotel Crescent

Otro de los edificios singulares es el que alberga el centro comercial Caspian Waterfront Mall. Nos recordó un poco a la Ópera de Sidney.



El Museo de la Alfombra es otro edificio singular. Representa una alfombra enrollada con sus dibujos grabados en el metal del edificio. Solo vimos el exterior. Está situado junto al Bolvar, el Paseo del Mar Caspio, y Little Venice. Arquitectura muy original.


En otra zona de la ciudad, más alejado, está el Heydar Aliyev Centre, un impresionante edificio blanco de formas onduladas. Alberga un Auditorio y Museo con salas de exposiciones. En el exterior tiene unas esculturas de un hombre y una mujer, muy originales. Hay mucha creatividad y arte en todo Baku.

El Centro debe su nombre al primer presidente de Azerbaiyán. Se inauguró en 2012, el mismo año que las Flame Towers, y se convirtió en otro símbolo de Baku. Lo rodeamos para ver otros ángulos y fotografiarlo, su forma cambiaba totalmente según la perspectiva.



Por la noche volvimos a la zona que llaman Little Venice, junto al Mar Caspio. Tiene mucho ambiente con terrazas de restaurantes alrededor de un estanque artificial con canales. Incluso navegan algunas barcas, a modo de góndola. Es el mejor lugar para ver las tres torres separadas. 

Cada noche se iluminan las Flame Towers. Las vimos desde uno de los puentes de Little Venice. Simulan ser llamas ardientes, cambian de colores y sobre ellas se proyecta la bandera de Azerbaiyán. Una bonita despedida de Baku, una capital con muchos atractivos.




lunes, 21 de julio de 2025

LÜBECK MEDIEVAL


Llegamos a Lübeck en tren desde Hamburgo, en un trayecto de una hora. La Estación de Tren fue el primer edificio bonito que vimos. El casco histórico es una joya medieval, declarado Patrimonio de la Humanidad. La ciudad está a orillas del río Trave que conecta con el Mar Báltico. Fue el centro de la Liga Hanseática, una confederación de ciudades comerciales del norte de Europa, y tuvo un papel fundamental en el comercio marítimo internacional. Por ello era conocida como la "Reina de Hansa". En su época de esplendor los barcos traían mercancías como especias, vino, telas o ámbar. 



El imponente Holstentor es el símbolo icónico de la ciudad, una puerta medieval de ladrillo rojo con dos torreones coronados por pináculos negros y unidos por un arco central.  Fue construida en el s. XV y alberga un interesante museo. Exhibe armaduras, toneles con mercancías, maquetas de barcos, objetos varios y una maqueta de la ciudad. 


Subimos a la torre donde había una galería acristalada y contemplamos las espectaculares vistas de la ciudad, con los picos verdes de sus siete iglesias principales, las casas con buhardillas y el río Trave.







El Altstadt es el centro histórico de la ciudad, uno de los conjuntos medievales mejor conservados de Alemania. Está ubicado en una isla rodeada por el río Trave. Tiene muchos edificios históricos, con fachadas de ladrillo rojo y tejadillos rojos.

Uno de los edificios más bonitos es el Heiligen Geist Hospital (Hospital del Espíritu Santo), uno de los más antiguos de Europa, con varios torreones picudos y frente a unos jardines. 




Otros edificios históricos que visitamos son las casas museo del político Willy Brandt y del escritor Günter Grass, premio Nobel de Literatura, con un bonito jardín interior con estatuas. Vimos la fachada blanca de la Casa Buddenbrook, que fue la casa del escritor Thomas Mann, otro premio Nobel de Literatura. Disfrutamos con la lectura de la novela "Los Buddenbrook" sobre la saga familiar de cuatro generaciones de comerciantes de Lübeck, y nos hubiera gustado visitar la vivienda, pero estaba cerrada temporalmente. 



Paseamos por las orillas del río Trave admirando los edificios portuarios, que conservan en el piso superior el soporte de la grúa para levantar las mercancías de los barcos. Alquilamos una barca eléctrica de fácil manejo para recorrer el río rodeando la isla. Hay otros barcos más grandes que realizan circuitos organizados. Nosotros hicimos un recorrido de una hora, muy relajante. Vimos un barco-faro que desplazaban ya que los bancos de arena se movían. En las orillas se veían bonitas casas rodeadas de verdor, con sus embarcaderos y sauces llorones reflejándose en el agua. 









Otro edificio histórico era la Löwen-Appotheke, la Farmacia más antigua de Lubeck, fundada en 1812.  Su fachada barroca estaba adornada con un león dorado en una esquina, símbolo de fortaleza y salud. El interior era moderno, pero habían conservado una parte como la original, con sus recipientes, cajones, probetas y frascos de vidrio etiquetados con las pócimas y remedios antiguos.



La Markplatz o Plaza del Mercado es otro de los lugares centrales y emblemáticos de la ciudad. Está rodeada de edificios con pórticos, de preciosa arquitectura. Destaca el Rathaus (Ayuntamiento) con ventanales circulares y pináculos. En una esquina está el pabellón con columnas donde se instalaban los puestos. Alrededor había varios cafés y restaurantes con terrazas donde contemplar el entorno y disfrutar de la deliciosa gastronomía local.
 





Otros de los bonitos rincones de la ciudad eran los estrechos pasajes con casas bajas tradicionales, con ventanales de madera y adornados con plantas y flores, entre bancos y bicicletas. Conectaban calles y formaban tranquilos patios interiores. Surgieron en la Edad Media como viviendas para trabajadores y artesanos. 

Algunos tenían el nombre en la entrada. Otros estaban más ocultos y escondidos, nos costó encontrarlos porque pasaban desapercibidos tras una puerta cerrada sin ninguna indicación. Los más conocidos eran Gänge y Höfe, Füchtingshof, Glandorps Gang, Hove Gang, Hellgrüner Gang o Engelswisch Gang.






En la ciudad sobresalían los picos verdosos de siete iglesias principales. Destacaban la Catedral y las Iglesia de St. Petri y la Iglesia de St. Mary. Subimos los 200 escalones de la Iglesia St. Petri y contemplamos las vistas. 

         

La St. Marien Kirche (Iglesia St. Mary) del s. XIII fue una de las que más nos gustó. Era la tercera iglesia más grande de Alemania y ejemplo de gótico báltico. Tenía frescos, coloridas vidrieras, estatuas, un gran órgano antiguo y un curioso reloj astronómico. También subimos a la parte superior y disfrutamos de las espectaculares vistas. En el exterior nos sentamos junto al diablo que recibía a los visitantes. 


           


          
Visitamos el Museo Santa Anne, museo de arte y cultura situado en un antiguo convento de monjas agustinas. Exhibe una colección de arte medieval y renacentista, con pinturas, esculturas y arte sacro.


También disfrutamos de la gastronomía local. Cenamos en Schiffergesellschaft, una antigua taberna de 1401, donde se reunían los marineros en la época de la Liga Hanseática, adornada con vidrieras y  barcos colgantes, y con mucho ambiente. Confieso que la primera vez que oímos hablar de Lübeck fue al ver la serie "Morden in Norden" y en dos días nos enamoramos de la ciudad, de su arquitectura, sus calles, su gente y su historia. Lübeck nos pareció una preciosa ciudad con mucho encanto