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lunes, 21 de julio de 2025

LÜBECK MEDIEVAL


Llegamos a Lübeck en tren desde Hamburgo, en un trayecto de una hora. La Estación de Tren fue el primer edificio bonito que vimos. El casco histórico es una joya medieval, declarado Patrimonio de la Humanidad. La ciudad está a orillas del río Trave que conecta con el Mar Báltico. Fue el centro de la Liga Hanseática, una confederación de ciudades comerciales del norte de Europa, y tuvo un papel fundamental en el comercio marítimo internacional. Por ello era conocida como la "Reina de Hansa". En su época de esplendor los barcos traían mercancías como especias, vino, telas o ámbar. 



El imponente Holstentor es el símbolo icónico de la ciudad, una puerta medieval de ladrillo rojo con dos torreones coronados por pináculos negros y unidos por un arco central.  Fue construida en el s. XV y alberga un interesante museo. Exhibe armaduras, toneles con mercancías, maquetas de barcos, objetos varios y una maqueta de la ciudad. 
 

Subimos a la torre donde había una galería acristalada y contemplamos las espectaculares vistas de la ciudad, con los picos verdes de sus siete iglesias principales, las casas con buhardillas y el río Trave.







El Altstadt es el centro histórico de la ciudad, uno de los conjuntos medievales mejor conservados de Alemania. Está ubicado en una isla rodeada por el río Trave. Tiene muchos edificios históricos, con fachadas de ladrillo rojo y tejadillos rojos.

Uno de los edificios más bonitos es el Heiligen Geist Hospital (Hospital del Espíritu Santo), uno de los más antiguos de Europa, con varios torreones picudos y frente a unos jardines. 




Otros edificios históricos que visitamos son las casas museo del político Willy Brandt y del escritor Günter Grass, premio Nobel de Literatura, con un bonito jardín interior con estatuas. Vimos la fachada blanca de la Casa Buddenbrook, que fue la casa del escritor Thomas Mann, otro premio Nobel de Literatura. Disfrutamos con la lectura de la novela "Los Buddenbrook" sobre la saga familiar de cuatro generaciones de comerciantes de Lübeck, y nos hubiera gustado visitar la vivienda, pero estaba cerrada temporalmente. 



Paseamos por las orillas del río Trave admirando los edificios portuarios, que conservan en el piso superior el soporte de la grúa para levantar las mercancías de los barcos. Alquilamos una barca eléctrica de fácil manejo para recorrer el río rodeando la isla. Hay otros barcos más grandes que realizan circuitos organizados. Nosotros hicimos un recorrido de una hora, muy relajante. Vimos un barco-faro que desplazaban ya que los bancos de arena se movían. En las orillas se veían bonitas casas rodeadas de verdor, con sus embarcaderos y sauces llorones reflejándose en el agua. 









Otro edificio histórico era la Löwen-Appotheke, la Farmacia más antigua de Lubeck, fundada en 1812.  Su fachada barroca estaba adornada con un león dorado en una esquina, símbolo de fortaleza y salud. El interior era moderno, pero habían conservado una parte como la original, con sus recipientes, cajones, probetas y frascos de vidrio etiquetados con las pócimas y remedios antiguos.



La Markplatz o Plaza del Mercado es otro de los lugares centrales y emblemáticos de la ciudad. Está rodeada de edificios con pórticos, de preciosa arquitectura. Destaca el Rathaus (Ayuntamiento) con ventanales circulares y pináculos. En una esquina está el pabellón con columnas donde se instalaban los puestos. Alrededor había varios cafés y restaurantes con terrazas donde contemplar el entorno y disfrutar de la deliciosa gastronomía local.
 





Otros de los bonitos rincones de la ciudad eran los estrechos pasajes con casas bajas tradicionales, con ventanales de madera y adornados con plantas y flores, entre bancos y bicicletas. Conectaban calles y formaban tranquilos patios interiores. Surgieron en la Edad Media como viviendas para trabajadores y artesanos. 

Algunos tenían el nombre en la entrada. Otros estaban más ocultos y escondidos, nos costó encontrarlos porque pasaban desapercibidos tras una puerta cerrada sin ninguna indicación. Los más conocidos eran Gänge y Höfe, Füchtingshof, Glandorps Gang, Hove Gang, Hellgrüner Gang o Engelswisch Gang.






En la ciudad sobresalían los picos verdosos de siete iglesias principales. Destacaban la Catedral y las Iglesia de St. Petri y la Iglesia de St. Mary. Subimos los 200 escalones de la Iglesia St. Petri y contemplamos las vistas. 

         

La St. Marien Kirche (Iglesia St. Mary) del s. XIII fue una de las que más nos gustó. Era la tercera iglesia más grande de Alemania y ejemplo de gótico báltico. Tenía frescos, coloridas vidrieras, estatuas, un gran órgano antiguo y un curioso reloj astronómico. También subimos a la parte superior y disfrutamos de las espectaculares vistas. En el exterior nos sentamos junto al diablo que recibía a los visitantes. 


           


          
Visitamos el Museo Santa Anne, museo de arte y cultura situado en un antiguo convento de monjas agustinas. Exhibe una colección de arte medieval y renacentista, con pinturas, esculturas y arte sacro.


También disfrutamos de la gastronomía local. Cenamos en Schiffergesellschaft, una antigua taberna de 1401, donde se reunían los marineros en la época de la Liga Hanseática, adornada con vidrieras y  barcos colgantes, y con mucho ambiente. Confieso que la primera vez que oímos hablar de Lübeck fue al ver la serie "Morden in Norden" y en dos días nos enamoramos de la ciudad, de su arquitectura, sus calles, su gente y su historia. Lübeck nos pareció una preciosa ciudad con mucho encanto


viernes, 18 de julio de 2025

UN DÍA EN HAMBURGO



La ciudad alemana de Hamburgo, situada a orillas del río Elba, fue destruida casi por completo durante la II Guerra Mundial. La calle Deichstrasse conserva fachadas restauradas de estilo neerlandés y construidas entre los s. XVI-XIX, en el canal Nikolaifleet. En el centro histórico destaca el Hauptbanhofe (Ayuntamiento), de 1897. Un impresionante edificio de estilo neorenacentista con tejados verdes y una torre central de 112m de altura. Adornan la fachada unas veinte estatuas de piedra de emperadores germanos. Podía visitarse, pero cuando fuimos estaba cerrado al público por algún evento.


Junto al Ayuntamiento estás las galerías comerciales Alster Arcade, bordeando el río Alster. Leímos que su fachada  de arcos blancos recordaba la arquitectura palaciega veneciana. En el interior tenía techos decorados, joyerías, tiendas lujosas y terrazas bajo los arcos.
 



La Iglesia de San Nicolás de estilo neogótico fue el edificio más alto del mundo entre 1874 y 1876, con su torre que alcanzaba los 147m. Pero fue bombardeada y en la restauracíón dejaron gran parte de las ruinas visibles como monumento conmemorativo. En la torre construyeron un ascensor panorámico de cristal, en el que pudimos subir y contemplar las vistas de la ciudad.

En la cripta vimos una exposición sobre los bombardeos, la destrucción y la crueldad de la guerra, con fotos antiguas y algunos objetos como botellas de vidrio o cucharas fundidas.




La bonita Iglesia de San Miguel es la iglesia barroca más importante del norte de Alemania, con una alta torre de 132m y el reloj de campanario más grande del país.


Kunsthalle, uno de los museos de arte más importante de Alemania. Exhibe obras europeas desde la Edad Media a obras contemporáneas, con cuadros de Rubens, Rembrandt, Munch o Picasso.



Callejeamos por el distrito portuario llamado Hafen City en el área de Speicherstadt, una antigua zona de descarga de barcos y almacenamiento, con edificios de ladrillo rojo. Aunque Hamburgo no tiene mar, el río Elba, los canales y lagos artificiales la convirtieron en una ciudad marinera. Era la zona de almacenes con pilotes de madera más grande del mundo, por lo que fue declarada Patrimonio de la Humanidad.  






El Alter Elbtunel es un túnel bajo el río Elba, situado a 25m de profundidad. Bajamos con uno de los varios ascensores y recorrimos el túnel hasta la otra orilla del río. La gran obra de construcción hidráulica se inauguró en 1911, y resultaba impresionante atravesarlo pensando en el peso del caudal de agua sobre nuestras cabezas. En la orilla cerca de la entrada del túnel había una Torre del Reloj.




Dos edificios singulares son la Filarmónica de Elba, junto al río, y el Chilehaus. La Filarmónica es un ejemplo de arquitectura moderna con fachada de cristal con remate de fantasía. El día estaba gris y el edificio no lucía tanto ni se reflejaba en el río, pero resultaba bastante original.


El Chilehaus es ejemplo del movimiento arquitectónico alemán conocido como "expresionismo en ladrilo", declarado Patrimonio de la Humanidad junto con los barrios Speicherstadt y Kontorhaus. Es un edificio de 10 plantas construido entre 1922 y 1924, con un diseño que recuerda la proa de un barco.


Un rincón precioso de Hamburgo es el callejón Krameramtswoohnungen, rebautizado como Grocer's Apartments. Conserva las casas tradicionales del s. XVII donde vivieron los antiguos comerciantes y se respira tranquilidad. 



Las terrazas de cafeterías y restaurantes ofrecen un agradable descanso al paseante y son lugares acogedores.



Al atardecer fuimos al Barrio St. Pauli, uno de los barrios rojos más famosos y grandes de Europa. La calle Reeperbahn es la más conocida, allí estaba el Teatro St. Pauli.  Había tiendas de ropa y objetos eróticos. Leímos que el barrio se había transformado en los últimos años y por él paseábamos visitantes curiosos y variopintos. La Plaza Hans-Albers-Plat es coqueta y tiene terrazas y restaurantes con ambiente más nocturno. Hamburgo nos pareció una ciudad con rincones interesantes, y una buena base para visitar otros lugares.