Un supermercado
asiático puede ser un sitio tan bueno como cualquier otro para encontrar
curiosidades que nos hablen de los hábitos de los habitantes del país. En las estanterías
había abundante oferta de diferentes marcas de Vodka como la llamada Chinggis,
en honor del mítico héroe nacional Genghis Khan. El alcoholismo, aunque ha
disminuido, continúa siendo un problema entre la población de Mongolia, del
mismo modo que en la vecina Rusia, de donde es originaria esta bebida de alta
graduación.
El complemento del
atuendo tradicional, tanto en hombres como en mujeres, son unas botas altas de
cuero repujado con adornos coloridos. Eran bonitas y elegantes, y daban
singularidad a sus portadores.
La religión mayoritaria
es el Budismo. Los fieles se arrodillan y tocan el suelo con la frente en señal
de devoción y respeto. Para facilitar la postura y no ensuciarse, en los
templos hay plataformas de madera en la que los fieles rezan, del mismo modo
que los peregrinos tibetanos.
Las puertas rojas de
los monasterios tienen como picaportes a leones de bronce dorado, guardianes de
los templos. De sus bocas cuelga un aro con un pañuelo azul, el color
tradicional del país, que representa el color del cielo y está presente en la
bandera nacional. El azul también es símbolo de eternidad y lealtad.
Un águila con las alas
desplegadas puede medir dos metros de longitud. Esta la encontramos en
Karakorum, en los alrededores del templo Erdene Zuu. Desde tiempos
inmemoriales, en Mongolia las adiestran y las utilizan para la caza de aves. Un
espectáculo digno de verse.
© Copyright 2012 Nuria Millet
Gallego