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viernes, 21 de febrero de 2025

BARCO POR EL CANAL DE KAZINGA. N.P. QUEEN ELIZABETH (2)


El Canal de Kazinga, en el Parque Nacional Queen Elizabeth, tenía 32 km y conectaba el Lago George con el Lago Alberto. El Lago George estaba más alto, se alimentaba de los arroyos de las montañas Rwenzori (conocidas como "Montañas de la Luna"), y la corriente fluía hacia el Alberto.

Cogimos un barco con toldillo para recorrer una parte del canal. Las orillas estaban llenas de vegetación con arboleda, papiros de plumero, cactus y palmeras.

Vimos decenas de hipopótamos y elefantes. Los elefantes comían hierba en la orilla, aleteaban sus grandes orejas y se tiraban tierra o barro con la trompa sobre el lomo, para refrescarse. Estaban activos y comiendo veinte horas al día, y solo dormían cuatro horas.

El grupo más numeroso fue una manada de 18 ejemplares. Las crías estaban entre ellos, y algún mamaba de su madre. Era hipnótico contemplar los movimientos de un grupo de elefantes en su hábitat natural.

Los hipopótamos estaban medio sumergidos en grupos, dejando asomar sus ojos, las orejas rosadas y sus lomos. De vez en cuando abrían sus grandes bocas. Nos aproximamos bastante  a ellos con la barca, y no parecieron inmutarse.

También vimos algún cocodrilo en la orilla, uno con bonitas rayas amarillas y verdes, y muchas aves como el Martin Pescador, el águila pescadora, el bulbul, etc. En la parte de tierra de algunas orillas había agujeros excavados, donde aves blancas instalaban sus nidos.





miércoles, 19 de febrero de 2025

PARQUE NACIONAL QUEEN ELIZABETH (1)



En el Parque Nacional Queen Elizabeth contratamos un safari para ir al sector de Ishaha. Fuimos por pistas de tierra, bordeadas por acacias planas. Vimos manadas de antílopes y búfalos, algunos elefantes y aves.

Había antílopes de varios tipos, con cuernos y sin ellos. Los búfalos transportaban los pájaros blancos sobre el lomo, que les libraban de moscas, insectos y parásitos.



En la pista encontramos grupos numerosos de monos babuinos que nos miraban pasar. Nosotros también los observamos.

Lo que no encontramos fueron los leones trepadores de árboles, que subían a las ramas para escapar del calor y los insectos. Buscamos con atención los árboles más fuertes y miramos las ramas, pero nada. Vimos leones en el Parque Nacional Murchinson, pero en Ishaha los leones no aparecieron. Otra vez será...




Nos alojamos en el Engiri Game Lodge, en una cabaña con porche, dentro del parque. Por la mañana temprano y por la noche después de las siete, para volver a la cabaña había que ir custodiado por un guardia, por los encuentros fortuitos con algún animal.

Cada mañana venía un elefante a pedir comida en la puerta de la cocina, y le daban una cesta con frutas. Pero si le parecía poco arrancaba algunas hojas o ramas del jardín. Desayunaba con nosotros.




viernes, 14 de febrero de 2025

BARCO POR EL NILO VICTORIA

Otra excursión en el Parque Nacional Murchinson Falls fue ir en barco hasta las cataratas. Desde el campamento Red Chilli fuimos andando diez minutos hasta el embarcadero de Paraa. Allí cogimos un barco por el río Nilo Victoria. Las orillas estaban llenas de verde vegetación, que se reflejaba en el agua. 
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Vimos algún cocodrilo, tomando el sol en la orilla, y esperando tranquilamente a sus presas. Encontramos grupos de hipopótamos sumergidos en el río, refrescándose y dejando asomar sus ojos, sus orejas rosadas y parte del lomo. Uno paseaba solo por la orilla, con su gran corpachón.




Los animales más abundantes en las orillas del río eran los elefantes. Se acercaban familias con sus crías a beber y refrescarse. Hacía calor, la temperatura era de 36° y se echaban agua en el lomo con la trompa. Tenían colmillos blancos y grandes orejas, con las que se daban aire, a modo de abanico.




El final del recorrido fueron las Cataratas Murchinson. Al acercarnos oímos el estruendo, la corriente bajaba más rápida y arrastraba plantas flotantes. Entonces las vimos aparecer. Un salto de agua de 43m de altura, cayendo entre las paredes rocosas y la vegetación. 
Nos acercamos a la roca de Baker, donde algunos desembarcaban para subir a la cima de las cataratas. Cuando fuimos no lo hacían por el nivel del agua


lunes, 2 de septiembre de 2024

DESIERTO NAMIB Y P.N. IONA



Desde Namibe fuimos al Desierto de Namib. En el trayecto vimos la planta Wellwitchia Mírabilis, que tenía largas hojas y raíces de hasta 7m de profundidad. También la vimos en Namibia. Estaba seca por la temporada.

Alquilamos un Toyota con Betuca, un simpático guía. Se metió por las dunas y bajó por una duna alta con un ángulo casi vertical.

Llegamos al Parque Nacional Iona, pagamos la entrada y nos registramos. Era un Parque de dunas junto al Atlantico. Recorrimos la zona costera, no el interior del parque.

Encontramos miles de aves negras acumuladas en una duna, hasta el punto de que parecía arena oscura. Al aproximarnos volaron en desbandada hacia el mar. Eran cientos y miles. Espectacular.






Pasamos por la Iglesia de los Navegantes, construida por los pescadores. Era un paraje aislado. Encontramos dos chicos mellizos sentados sobre el Monumento a los Navegantes. El Océano Atlántico tenía un color verdoso cerca del acantilado de piedra dorada. Desde arriba vimos algunas barcas pescando. 


Bandadas de aves en el Parque Nacional Iona