El río Nilo de unos 40m de anchura, tenía que pasar por una angosta garganta de 7m y las aguas cada vez estaban más revueltas, con remolinos.
sábado, 15 de febrero de 2025
LAS CATARATAS MURCHINSON
jueves, 31 de agosto de 2023
EL MONASTERIO CRNA REKA
Desde Novi Pazar fuimos al Monasterio Crna Reka, a 30km. El Monasterio Crna Reka era del s. XIII, ortodoxo serbio. Estaba ubicado en la gargante del río Crna y adosado a la alta pared de roca. Se accedía por un puente de madera con tejadillo. En el exterior se veían ventanucos abiertos en la roca y varios balcones de madera techados, sobresaliendo de la pared vertical. Alrededor había otros edificios de los monjes.
Atravesamos el
puente y entramos en la Iglesia rupestre del monasterio, construida en
una cueva del acantilado, y dedicada al Arcángel Miguel. Estábamos totalmente
solos. En las paredes de roca había frescos del s. XVI, algunos cuadros,
atriles de madera, velas y reliquias. La Capilla con su iconostasio era la
parte más bonita, pero había otros recovecos en la roca.
Subimos al piso
superior con vigas de madera, y varias literas para unos 20 monjes. También
salimos a la galería exterior. En el jardín tenían una buena provisión de leña
cortada y apilada, para soportar los fríos del invierno. En el s. XVI los
ataques de los otomanos obligaron a los monjes del Monasterio de Sopocani a huir
a este apartado monasterio. Aunque no era Patrimonio de la Humanidad como
otros monasterios serbios, fue uno de los que más nos gustaron. Era un lugar misterioso
y muy especial.
martes, 22 de junio de 2021
LA GARGANTA DE SAMARIA
Desde Chania
cogimos un bus hasta Omalos, el punto de partida. La Garganta de Samaria
tenía 16km y era uno de los cañones más largos de Europa. Empezamos a
una altitud de 1.230m y fuimos descendiendo. El cañón tenía gran belleza con
sus altas rocas y sus estrechos pasajes. Era un Parque Nacional, declarado Patrimonio
de la Humanidad.
Empezamos el
senderismo atravesando las Montañas Blancas con pinos cretenses y
cipreses, salpicadas de flores silvestres rosas. Pasamos por algún salto de
agua y por la Capilla de San Nicolás, una ermita de piedra con iconos en
el interior. En el camino había varias fuentes de agua fresca y fuimos
reponiendo bebida. Atravesamos varios puentes de troncos de madera y pasamos
por las ruinas del antiguo asentamiento de Samaria.
A tramos había sendero con piedras y otros tramos caminamos por el cauce seco del río, con más piedras. Más adelante el río arrastraba agua verde transparente y fuimos paralelos bordeando la pared de la Garganta.
Lo más bonito fue el tramo final más estrecho, lo que llamaban las Sideropuertas, las
puertas de hierro, donde la Garganta tenía paredes de 300m de altura y una
anchura de 3m. Había una pasarela sobre el río, que apenas llevaba agua.
Durante la ruta
hicimos paradas para hacer fotos y comer hojaldres de espinacas y cacahuetes.
Tardamos cinco horas y media para recorrer la Garganta. Al salir del cañón un
autobús nos llevó hasta el pueblo Agia Roumeli, a 2km. Agia Romeli tenía una
gran playa de arena oscura y piedras pequeñas, donde nos dimos un buen baño
refrescante. Luego nos instalamos a la sombra de una terraza frente a la playa
y comimos una ensalada cretense, con pan crustini, tomate rallado, queso feta,
pimiento, pepino, zanahoria, cebolla, patata y huevo duro. Luego regresamos en
barco a Chania. Un buen día de viaje.
sábado, 2 de abril de 2016
BARACOA Y EL RÍO YUMURÍ
Desde Baracoa
hicimos otra excursión a Boca del río Yumurí con un taxista local Todo el trayecto era un
entorno de vegetación frondosa, la zona era un vergel. Pasamos por Bahía
Mata, con vistas espectaculares. El agua tenía un color azul intenso y las
orillas estaban cubiertas de verde vegetación.
Atravesamos el Túnel
de los Alemanes, llamado así porque en el pasado una familia de alemanes
cobraba el peaje por pasarlo. Era un túnel de roca natural con la entrada de
forma triangular. La costa que se veía desde allí era preciosa, con una gran
roca en medio del mar azul.
Paramos en la Casa
del Campesino, una finca con plantación de cacao. Daisy, armada con
un machete, nos dio una amplia e interesante explicación sobre la producción del
cacao. Había tres tipos de fruto: de color amarillo, púrpura y carmelita
(tirando a marrón). Cada planta tardaba cuatro años y medio en crecer. Al
nacer la flor el insecto la polinizaba y en seis meses estaba listo el fruto.
Había cacao de injerto, extrayendo la yema, insertándola en la rama y atándola
con un plástico.
La recolección era
durante todo el año. Aunque de marzo a junio se obtenía la máxima producción. Una
sola planta podía producir de 300 a 350 frutos al año, y vivía entre 50 y 60
años. El cacao de primera calidad se recolectaba cada 7 días. Si no se
podía, por las lluvias o lo que fuera, se recolectaba cada 15 o 20 días, pero
no más tarde porque si no se secaba.
Los frutos se extraían manualmente, no con cuchara, y se colocaban en una canoa de hojas de palmera. Las habas de cacao se cubrían con hojas de banano y a los seis días la pulpa fermentaba y se convertía en una masa dura. Por todo ello, la elaboración del cacao era un proceso duro. Daisy nos mostró sus uñas quebradas y las manos agrietadas.
Llegamos al río Yumurí y en el puente cogimos un bote de remos que nos adentró en Boca de Yumurí, una garganta de altas paredes rocosas entre las que discurría el río. Las aguas eran verde transparente. Vimos un pescador que había capturado un pez enorme.
Paramos en un
recodo del río y nos instalamos en un bancal de piedras. Con el calor que hacía
y el precioso paisaje, el baño fue glorioso. Estábamos totalmente solos y
se oía el canto de los pájaros. Pura naturaleza.