Desde Yulara cogimos un avión hasta Cairns, en la costa este de Australia. En el mismo aeropuerto cogimos un autobús a Port Douglas.
La playa de Port
Douglas estaba rodeada por altas montañas y la vegetación llegaba muy cerca
de la orilla. La bordeaban grandes palmerales y casuarinas. Recorrimos 6km
caminando por la franja de arena hasta que los manglares nos cerraron el
paso. Había oleaje, pero el Océano Pacífico estaba bastante tranquilo. Íbamos
totalmente solos y la playa tenía un cierto aire salvaje.
Vimos un par de
carteles que advertían del peligro de cocodrilos y medusas, y
aconsejaban no nadar ni lavar pescado en el agua. La zona segura para el baño estaba
marcada por banderolas.
Paseamos por el Puerto, donde estaba la Iglesia San Mary by the sea, del s.XIX. Fue destruida por un ciclón, reconstruida y trasladada a su lugar actual. Era una iglesia con encanto, como las de las antiguas misiones. El interior era sencillo, con algunas vidrieras de colores, y tenía un altar precioso, con una gran ventana abierta al mar. Eso la hacía especial.
Frente a la Iglesia estaba el Court House Hotel, un hotel colonial de principios del s. XIX. Era de madera blanca con porches con vistas al mar, suelos de madera oscura y ventiladores girando permanentemente. Había algunos otros edificios coloniales con porches.
Otro día fuimos a Cap
Tribulation en bus y cruzamos el río Dantree en ferry. En la
otra orilla el paisaje se volvió más exuberante. La carretera avanzaba entre un
bosque tropical con altas paredes de árboles y vegetación. Pasamos por Mossan, la playa de Noah y Myall.
Estuvimos un par de
días en Cap tribulation, alojados en el bungalow de una granja entre jardines. El
río estaba lleno de cocodrilos. La playa de Cap Tribulation era de arena blanca
y con mucha vegetación de árboles y palmeras. Por detrás de la playa se veían
imponentes montañas. Era un lugar especialmente bonito. Lo disfrutamos desde el
mirador, caminando y bañándonos en distintas zonas de la playa. Una delicia.