Mostrando entradas con la etiqueta Iglesia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Iglesia. Mostrar todas las entradas

lunes, 12 de mayo de 2008

EL MAR MUERTO Y LOS MOSAICOS


























Desde Ammán, la capital jordana, hicimos una excursión al Mar Muerto. Estaba a 400 metros bajo el nivel del mar. Tenía unos 65km de largo y entre 6 y 18km de anchura. Ningún pez podía vivir en él por su elevada proporción salina: un 30% de sal por litro, ocho veces superior a la de los océanos. Lo contemplamos desde el Monte Nebo, donde Moisés vio la Tierra Prometida, a la que no se le permitió entrar.

El acceso a la playa tenía varios parasoles, con piscinas y duchas. Pronto comprobamos la salinidad del mar al bañarnos. Era cierto que se flotaba con facilidad, el cuerpo tendía a ascender a la superficie como si levitara. Se elevaban las piernas y los talones sobre la superficie. Teníamos alguna rozadura en los pies y escocía levemente. Las mujeres jordanas se bañaban vestidas y con el pañuelo cubriendo su cabeza. En un tramo de la playa ofrecían la posibilidad de untarse con lodo del Mar Muerto, con propiedades terapéuticas. El lodo era oscuro, casi negro, y tenía un olor especial. Nos lo pusimos hasta en la cara, parecíamos aborígenes, y estuvimos rebozados en barro un buen rato. Luego nos dimos otro refrescante baño.


Tras el baño visitamos Madaba, una pequeña población jordana famosa por sus magníficos mosaicos bizantinos. Y era el núcleo cristiano más importante del país, las iglesias convivían con las mezquitas, en un ejemplo de tolerancia religiosa. En el Parque Arqueológico vimos los primeros mosaicos, y nos sorprendió su estética y cromatismo. El mosaico más antiguo de Jordania era del s.I a.C. Habían sido parte del suelo de villas y de Iglesias, y se descubrieron en las excavaciones. Algunos eran enormes, como las estancias que debían adornar. 



Nos gustaron especialmente los mosaicos de la Iglesia de Elías y el de la Sala de Hipólito, en el que aparecía Afrodita, con el busto desnudo junto a Adonis, azotando en el culo a un ángel alado, Eros. En el recinto había una escuela de restauración de mosaicos. En la Iglesia de los Apóstoles había la figura de Thalassa, alegoría del mar, rodeada de peces y un pequeño pulpo.





























Luego fuimos al Batisterio, el lugar donde fue bautizado Jesús, que en la Biblia se llama Betania. Formaba parte de un camino de peregrinación. Llegamos andando hasta el río Jordán, en aquel tramo apenas tenía 5 o 6 m de anchura. El Jordán era la frontera entre Jordania e Israel. En la otra orilla vimos una bandera israelita. Metimos los pies en el agua, del Mar Muerto al río Jordán.




jueves, 31 de mayo de 2007

VELIKO TARNOVO, LA CIUDAD MEDIEVAL

 



Veliko Tarnovo era la ciudad medieval búlgara, la describían como la ciudad de los zares. Tenía un asentamiento espectacular sobre tres escarpadas gargantas en el río Yantra. Fue la capital del estado búlgaro hasta 1393, cuando los turcos la invadieron. En la Edad Media la llamaban la tercera Roma y la segunda Constantinopla. 

Desde la ventana de la habitación veíamos las casas apiñadas, construidas sobre la negra roca que caía verticalmente hasta el río. Casas blancas de madera oscura vieja y tejas rojas. Y todo rodeado por verde arboleda.



Desayunamos en una terraza frente a la que llamaban la Casa del Mono, porque tenía un pequeño mono tallado en la fachada.Paseamos por estrechas y laberínticas calles empedradas. Algunas tenían comercios de artesanía búlgara, textiles y antigüedades. Vimos un hombre trabajando el cobre, una chica tejiendo con un telar y una mujer pintado la cerámica a mano y utilizando un compás para hacer los dibujos.





Luego fuimos a la Fortaleza Tsaravets. Nos impresionaron sus dimensiones. Fue construida por bizantinos y eslavos, y fue asentamiento sucesivo de tracios y romanos, hasta su destrucción por los turcos en 1393. Había tenido 400 casas, un palacio,18 iglesias y dos monasterios. De todo ello quedaban ruinas. La muralla estaba restaurada, tenía una longitud de 1100m con muros de 10m de altura y un grosor de 3,4m. 

En la cima de la colina amurallada estaba la Iglesia del Patriarcado La Ascensión de Dios, edificada sobre los fundamentos de una iglesia bizantina del s. V-VI. Leímos que el que la iglesia estuviera construida más alta que el palacio simbolizaba la superioridad del poder religioso sobre el poder laico. El interior tenía bonitas pinturas murales con pigmentos rojizos.


Foto cortesía de Google





sábado, 26 de mayo de 2007

PLOVDIV

El Anfiteatro Romano estaba sobre una colina en Plovdiv. Había sido construido en tiempos del Emperador Trajano, en el s. II d.C. Tenía capacidad para unos 6000 espectadores, y celebraban representaciones y conciertos en mayo y junio. Tras el escenario se erigían varias estructuras con columnas y un par de estatuas, una de ellas decapitada. Nos sentamos en los escalones de mármol a la sombra, pues hacía mucho calor. 


Recorrimos las calles empedradas admirando las casas restauradas, pintadas de colores rojizos y ocres. Visitamos la casa de un rico mercader del s. XIX. La fachada estaba pintada de color granate, con ventanas de madera oscura. Las habitaciones eran muy espaciosas y repletas de mobiliario, para recibir muchos invitados. Otras csaas museo eran la Casa Indiana y la Casa Danov, que estaban cerradas.



Las ventanas estaban decoradas con adornos de escayola. En las paredes medianeras había murales pintados y encontramos muestras de arte callejero originales. Era una ciudad con encanto, llena de vida. Cenamos en una terraza de un patio ajardinado, entre flores, escuchando en directo música de piano y violín. 




Paseando por la calle Saborma encontramos la antigua Farmacia (Apoteka), que era un auténtico museo que reproducía el aspecto de una farmacia del s. XIX. Los tarros de cerámica estaban alineados en los estantes, y los cajones de madera rotulados en la parte inferior de la pared.




Desde Plovdiv visitamos el Monasterio Bachkovo, el segundo mayor de Bulgaria, después del Monasterio de Rila. Fue fundado en 1083, y reconstruido en el s. XVII. Vimos iconos, pinturas murales y deambulamos por el monasterio.

En el centro del patio estaba la Iglesia Sveta Bogoroditsa, de 1604. Los monjes ortodoxos vestían las largas túnicas negras, encendían velas y las colocaban en las mesas. Uno de los monjes tenía una melena leonina, rizada y canosa, y larga barba, con aspecto bohemio. Los cuidadores quitaban von rasquetas la cera de los suelos de mármol. Un grupo de  seis monjes iniciaron la oración cantando. Estuvimos un rato escuchándolos.