En el viaje por Myanmar vimos
algunas mujeres que llevaban una crema amarillo pálido en las mejillas.
Encontramos una chica joven con esa crema que formaba el dibujo de una hoja,
pero otras se la aplicaban de un modo menos uniforme. Leímos que lo utilizaban
tanto hombres, como mujeres y niños. La crema o polvo se obtenía moliendo la
corteza del árbol thanaka, mezclado con agua. Era un cosmético que ofrecía
protección para los rayos solares Una pasta refrescante y aromática con
olor a sándalo, que se aplicaba realizando diseños en las mejillas, y también
por todo el cuerpo. También lo vimos en Mozambique.
Nos llamó la atención la placidez de la siesta de un niño, en un banco de piedra con los caracteres circulares de la escritura birmana. Siempre nos quedará la curiosidad de lo que ponía en el banco.
En la ruta por las aldeas alredor de Kalaw, encontramos mujeres transportando sus cestas con las asas en la frente yendo al mercado, y a este niño que llevaba un sombrero especial hecho con hojas. Una muestra de la creatividad y simpatía de los birmanos.
Esta chica de larguísimo pelo la encontramos en una peluquería birmana. Las peluquerías asiáticas y africanas son mi debilidad. Como siempre, las sonrisas de la gente que encontramos en Myanmar forman parte importante del viaje.