La primera visión
del Monasterio David Gareja fue impresionante, aparecía en la ladera de
la montaña, excavado en la roca y rodeado de cuevas. Fue fundado en el s.VI por
David Gareja, uno de los trece padres ascetas de Siria, que vino a Georgia a
predicar el cristianismo. El complejo religioso tenía varios monasterios con frescos y
murales milenarios, y albergaba manuscritos que fueron copiados. Su historia fue complicada: fue destruido por los mongoles, usado par maniobras en la época soviética y
objeto de vandalismo. Era Patrimonio de la Humanidad.
Empezamos subiendo
a la Torre del Reloj, desde la que se veía el Monasterio de Lavra,
amurallado, y las cuevas en las rocas. Leímos que en algunas de las cuevas
todavía vivían monjes. Seguimos ascendiendo la colina por un sendero marcado
con pequeños postes metálicos. Al otro lado estaba Azerbaiyán, el país
vecino, con el que Georgia mantenía disputas fronterizas desde 1991. Vimos un
soldado armado con metralleta, vigilando la línea fronteriza. Los monjes y
muchos georgianos consideraban el origen de la disputa como resultado de un
plan soviético para enfrentar a los georgianos cristianos y los azerbaiyanos
musulmanes. Habían pasado muchos años y el conflicto seguía enquistado.
Había unas 50
cuevas numeradas en la ladera de la montaña. En algunas de ellas se
conservaban los frescos milenarios con figuras religiosas y motivos florales en
las paredes, con pigmentos amarillos y anaranjados. En la cima hubo un monasterio
que fue destruido, y quedaba una pequeña ermita. Encontramos otros dos soldados
armados que vigilaban la frontera con Azerbaiyán,
Luego visitamos el
Monasterio Lavra, amurallado y con tres niveles, sin encontrar a nadie,
ni monjes ni visitantes. La soledad del lugar sobrecogía. La Iglesia estaba
abierta. Otras puertas de madera de capillas o celdas de monjes estaban
cerradas. El recinto estaba empedrado y tenía algún balcón de madera con vistas
al valle de colinas áridas. La presencia de los soldados en aquel lugar sagrado
era una nota discordante. El Monasterio era un lugar de gran importancia histórica
y cultural para los georgianos y lugar de peregrinación.