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miércoles, 3 de septiembre de 2025

PUEBLOS CAUCÁSICOS: XINALIQ Y LAZA



Desde Quba hicimos una excursión al pueblo de Xinaliq, a 53km. El transporte público no llegaba, así que pactamos precio con un taxista. El paisaje de las montañas del Cáucaso es impresionante, con colores dorados y ocres, contrastando con el cielo azul, como una acuarela.

Cruzamos una garganta de altas paredes rocosas. A tramos vimos serpentear el río que bajaba con poco caudal, casi seco. En el trayecto encontramos rebaños de ovejas en la carretera, yendo tranquilamente a pastar.




Xinaliq es una aldea a los pies de la cordillera del Cáucaso, a 2.350m de altitud. Está a 30km de la frontera con el Daguestán ruso. Leímos que sus pobladores procedían de la antigua Albania Caucásica y conservaban cultura, tradiciones y una lengua propia. Quedaban pocos habitantes, unos 2.500. 

El pueblo está escalonado en la montaña y las calles tienen cuestas empinadas. Las casas son modestas, de piedra y adobe, con tejados planos.



El ambiente es tranquilo y rural. Los gallos cantan y se ven grandes pajares, gallinas, burros y bostas de vaca. Hay muros construidos con bostas de vaca secas y apiladas.

Se veía poca gente en las calles. Encontramos niños jugando, mujeres tendiendo la ropa y hombres trabajando en la construcción de una nueva casa. Nos saludaban y sonreían. Una abuela descansaba en la puerta de su casa. Una mujer lavaba una alfombra extendida sobre un hule en el suelo.




La aldea tiene un Museo con reliquias, pero estaba cerrado y no encontramos a nadie que lo abriera. También una bonita Mezquita en la parte alta. 




Regresamos a Quba y al día siguiente fuimos con el mismo taxista a Laza, a 53km. El paisaje son montañas verdes, muy diferente de los ocres de Xinaliq.

Laza es un pueblo diminuto, unas pocas casas dispersas y rodeado por las montañas. El río baja con poca agua en medio del valle. Se ven senderos para hacer rutas por los alrededores. Vimos las Cascadas de Laza, con una altura de 60m de caida. Bajamos por el sendero a los pies de la cascada y nos refrescamos.


 

domingo, 31 de agosto de 2025

PUEBLOS CÁUCASICOS: LAHIC


Lahic es un pueblo medieval del Cáucaso, en una región bastante aislada. Es conocido por su artesanos textiles y herreros. Nos alojamos en una casa del pueblo.

Los autobuses no llegan a Lahic. Desde Sheki cogimos una furgoneta colectiva hasta Ismaili, un trayecto de 124km, que recorrimos en dos horas.  En Ismaili pactamos un taxi hasta Lahic, la única manera de llegar.


Las casas tienen balcones de madera y las calles están empedradas. La calle principal es Hüseynov, con tiendas de artesanía con portones de madera a ambos lados, exhibiendo las mercancías colgadas. 

Las mujeres tejen y elaboran alfombras y calcetines, hechos de lana de oveja. Una de las tejedoras me sonrió y mostró todos sus dientes de oro. 


Nos gustaron especialmente las tiendas-taller de los herreros, con su yunque y martillo preparados. Un herrero joven labraba un caldero con sus herramientas. Fabricaban samovares para el té, platos labrados, vasijas, lámparas, braseros etc. Un batiburrillo de objetos amontonados. En una tienda vimos las típicas lámparas de Aladino, de latón dorado.





Otros artesanos fabrican gorros de piel de oveja para el frío, tipo rusos. Y también zamarras de piel de vaca, forradas de borreguito para los crudos inviernos.




Hay varias tiendas que ofrecen especias, hierbas y flores secas de colores para hacer infusiones y tés aromáticos. Huelen muy bien y tienen mucha variedad. Están agrupadas en sacos con sus carteles. Utilizamos el traductor de Google Lens para averiguar algunos nombres. Hay melisa, romero, tomillo, manzanilla y otras plantas locales sin traducción. También botes de conservas. 





Visitamos el Museo de Historia de Lahic. Tiene una colección de hallazgos históricos, aperos de labranza y objetos domésticos. En el centro de la habitación hay un gran fuelle  hecho de piel de búfalo y madera. Entre el mobiliario hay espejos, baúles, braseros, etc. Y otros objetos  como balanzas, calderos, samovares, trajes y gorros. También se exhiben espadas antiguas, lanzas y hasta un revolver. 


El pueblo tiene siete mezquitas y vimos algunas con sus bonitos minaretes. Al atardecer escuchamos el canto del muecín.


Paseando nos saludaban los lugareños, alguno preguntaba de que país éramos. Vimos un grupo de mujeres sentadas en un banco tomando la fresca como buenas vecinas, y nos permitieron fotografiarlas. Nos llevamos un buen recuerdo de Lahic.


viernes, 29 de agosto de 2025

PUEBLOS CAUCÁSICOS: SHEKI Y KISH

Sheki (Şəki) es una población en las montañas del Cáucaso, rodeada de densos bosques. Sus orígenes se remontan al s. III a.C, cuando pertenecía al reino de la Albania Caucásica, un estado que se extendió por gran parte de Azerbaiyán y el Daguestán ruso. 

Allí está la Iglesia albanesa de los Tres Santos, con una nave central redonda y rodeada de montañas.




Nos alojamos en el Karvansarai Hotel, un antiguo caravansar donde en el pasado se hospedaban los mercaderes de la Ruta de la Seda. Sheki fue un importante centro comercial de la Ruta de la Seda y conectaba la cultura occidental y la oriental con las caravanas. Conservaba el edificio de la antigua Fábrica de seda.  


La mayor atracción en Şəki es el Xan Sarayi, el Palacio de Verano donde residían los monarcas del kanato de Sheki. Fue construido a finales del s. XVIII. Declarado Patrimonio de la Humanidad.

La fachada es imponente, con ventanas de madera tallada y decorada con mosaicos y frescos con motivos geométricos, florales y con figuras de pavos reales. 



El interior del Palacio es todavía más espectacular, pero no está permitida la fotografía (las fotos de este blog son exteriores) y un guardián vigila cada sala. Hay dos salas abajo y tres salas grandes en la planta superior. Las salas están decoradas con vidrieras de colores y frescos de flores y animales. Los techos de madera también están artesonados






El Palacio está dentro de la Fortaleza de Sheki, un gran recinto amurallado construido por los rusos a finales del s. XIX. Tiene un centro de artesanía con cerámica bonita y original, colgada de las paredes, y una galería de arte con cuadros.


El Sheikhanov Sarayi era el Palacio de invierno, donde se alojaba antaño la familia de los kanes de Sheki. La fachada, con ventanas de madera tallada, no está tan decorada como la del Xan Sarayi. Pero en el interior permiten la fotografía y lo disfrutamos fotografiando todos los detalles.


La sala principal es la más decorada, con coloridas vidrieras, una pequeña chimenea y pinturas murales en paredes y techos. Los frescos tienen motivos florales, geométricos y animales (leones, ciervos y pavos).







En el pueblo hay varias casas-museo. Visitamos la Casa Museo Sabit Rahman, de un escritor y pianista azerí. El interior conserva mobiliario con su piano y escritorio, una radio y televisión antiguos y fotografías. La familia vivía en la planta baja y fueron tan amables de mostrarnos la casa sin cobrarnos nada.


Visitamos la Mezquita Khan y el Museo Xan anexo. El museo exhibe textiles, una rueca, balanzas, vasijas de cobre, un atril con un corán, una cuna y alforjas coloridas.



Al día siguiente fuimos con un taxi local a Kish, a 10km de Sheki. Kish es un pueblo caucásico en un valle rodeado de montañas. Es conocido por su Iglesia Albanesa con torre circular. Decían que era la iglesia más antigua, construida en el s. I por el apóstol Eliseo. 

La iglesia es bonita, rodeada por un jardín con flores y con el fondo de la montaña. Alrededor se encontraron vestigios y esqueletos de la Edad de Bronce que se exhibían en el subsuelo, protegidos por un vidrio. En el interior de la iglesia hay un pequeño museo con cruces y portavelas de piedra decorados.


Para finalizar fuimos al Cementerio de Kish que ofrecía buenas vistas del pueblo, las casas con sus tejadillos y las montañas. Las lápidas tenían retratos de los muertos, que también contemplaban el paisaje.