El trayecto de Transiberiano de Irkutsk a Ulán Udé fue de ocho horas, el tramo más corto que hicimos. Fuimos en un compartimento con una pareja joven de rusos. Ellos desayunaron patatas cocidas con pepinillos que llevaban en un táper. Luego tomaron chocolatinas y nos ofrecieron. Nosotros tomamos té negro servido en las tazas con soporte de plata labrada que llevan el vaso en su interior.
El paisaje era
bosque de taiga con bastantes isbas, las cabañas de madera triangulares. De
repente vimos el Lago Baikal, las vías pasaban bastante cercanas a la orilla.
Vimos más isbas y algunas playas con algunas tiendas de acampada. En la
estación de tren se exhibían varias locomotoras antiguas de vapor.
La calle
peatonal Ulitsa Lenina tenía edificios bajos de dos plantas, ancha y
adornada con muchas flores coloridas. Había una banda de seis músicos mayores
con trompetas y tambores. Por la calle había puestos de helados y las familias
paseaban con niños. Llegamos hasta la Plaza Sovdov, donde estaba el Teatro
de la Ópera, un edificio grande y clásico, de estilo soviético. Había una
fuente y una escultura con una gran cabeza de Lenin, de 7,7m de altura,
la mayor de Rusia. Un grupo de militares se fotografiaba ante ella.
Vimos la bonita Catedral
Odigitria, blanca y con cúpulas azules rematadas en dorado. Había sido
destruida por los bolcheviques y luego reconstruida. Los muros blancos del
interior se veían desnudos, faltaba la decoración bizantina. Junto a la
Catedral estaba la calle Ulitsa Sobernaya, con varias casas de piedra
restauradas. Al final de la calle estaba el edificio de la NKVD, la temida policía
secreta de Stalin. Tenía dos plantas y podía pasar desapercibido entre los
otros. Pero sabíamos del sufrimiento y las atrocidades que tuvieron lugar allí.
Solo una placa en la fachada indicaba que había sido la Gendarmería. Al girar
la calle había un monumento de una madre y un hijo, dedicado a las víctimas.
El Monasterio Budista Datsan Ivolginsky estaba a 35km de Ulán Udé. Fue construido en agradecimiento de Stalin a los buriatos por sus sacrificios durante la II Guerra Mundial. Era un complejo de dos templos principales y alrededor numerosos pabellones y casas donde vivían los monjes. El templo principal era bonito con varios tejadillos y en el centro la figura típica budista de los dos ciervos mirando la rueda Dharma, de ocho radios. La rueda Dharma o Dharma Chakra era el símbolo más antiguo del Budismo. Chakra significa rueda y Dharma es el nombre que reciben las enseñanzas de Buda.
El interior nos gustó mucho, tenía la decoración budista habitual: estatuillas de mantequilla de colores, asientos centrales para los monjes con mesitas con sus libros de oraciones y cuencos de té, tambores, parasoles naranjas, estatuas de Buda de bronce dorado en diferentes tamaños y las telas colgantes de colores. En las urnas de donación habían billetes chinos y de Mongolia, el turismo mayoritario. Vimos peregrinos hombres y mujeres vestidos con el deel, las túnicas tradicionales de Mongolia, de telas brillantes de colores con dibujos geométricos. Los hombres llevaban sombrero, y recorrían el recinto con las manos cogidas en la espalda.