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martes, 13 de septiembre de 2022

LAS BODEGAS MOLDAVAS

 

La Bodega Cricova era la más conocida de Moldavia. Estaba a 50km de Chisinau, la capital. Su reino vinícola se contaba entre los mayores de Europa. Estaba instalada en una mina de roca caliza con 200km de túneles. De los 120 túneles de la bodega, unos 60km estaban jalonados de botellas. Eran cientos de túneles subterráneos con dos millones de botellas de vino, entró en el Libro Guiness de los Records. Personajes como Angela Merkel, John Kerry o Vladimir Putin tenían sus colecciones particulares de vino.


Entramos en los túneles con un tren eléctrico. Íbamos con una guía y el chofer para el tour en inglés, solo nosotros. Se notaba el frío, la temperatura era de 12º. Nos habían avisado e íbamos abrigados con forro polar y anorak. Bajamos a 15m de profundidad, aunque la bodega llegaba a 100m de profundidad.


Proyectaron una película con información y propaganda de las bodegas, equiparando el vino a néctar de dioses. Fue interesante. Después nos mostraron la Sala de Degustación, un derroche de fantasía con vidrieras de colores en paredes y techos de madera tallada con motivos alegóricos al vino (ánforas, prensas…) Una sala tenía una mesa con 50 sillas para recibir a grandes mandatarios. 


La sala que nos gustó más fue la Sala Submarina, con una gran vidriera de colores en el techo y varias peceras como ojos de buey, repartidas en las paredes de la sala circular. Allí hicimos nuestra degustación de tres tipos de vino, blanco, rosado y tinto.




Salimos tan contentos y satisfechos que decidimos visitar otra bodega. El día estaba gris y frío, y apetecía. Fuimos a la Bodega Milestii Mici. Era mayor todavía, pero menos turística. En la entrada había una fuente peculiar de la que brotaba vino, a través de los caños que eran botellas. También tenía 200km de túneles subterráneos del s. XV y 2 millones de botellas de vino en su colección, lo que la había hecho entrar en el Libro Guiness de los Records.





La recorrimos con un coche eléctrico y un guía de habla inglesa. Hacía más frío que en la otra bodega y nos dieron una manta. El cochecito circulaba por las calles de los túneles a bastante velocidad. Vimos los grandes toneles con capacidad de más de 200 litros y las calles con nichos de botellas almacenadas. El tour finalizó en la Sala de Degustación. El recorrido por las bodegas moldavas fue interesante y ameno.