sábado, 17 de febrero de 2024
EL DESIERTO DEL SÁHARA MAURITANO
jueves, 16 de febrero de 2023
AL ULA, ELEPHANT ROCK Y MARAYA
El pueblo de Al
Ula, al norte de Arabia Saudí, estaba asentado en un gran y espectacular
valle desértico con palmeras. Se extendía hacia el centro de un wadi,
con imponentes acantilados de arenisca roja y dorada. El paisaje con montañas
rocosas de formas caprichosas bordeando la carretera fue precioso. A tramos el
verde de las palmeras de los oasis contrastaba con las piedras rojizas y
doradas.
Jabal Alfil era conocida como Elephant Rock. Cuando llegamos nos impactó. Tenía realmente la forma de un elefante, con la abertura que separaba la trompa. La luz del sol del atardecer la iluminaba y tenía un intenso color dorado. Alrededor había decenas de grandes rocas bonitas. Era un paisaje de fantasía, casi daliniano. Una maravilla.
Maraya era
un gran edificio con 10.000 paneles de vidrio que reflejaban las montañas
circundantes. En el interior había un restaurante y sala de conciertos,
donde se había celebrado el Winter Festival, unos pocos días antes de nuestra
llegada. Los cristales actuaban como espejo del paisaje, ideal para jugar con
la cámara. Era un curioso edificio en medio del desierto, en un entorno espectacular.
Las ruinas de la Old
Town nos sorprendieron. Estaban restaurándolas. Recorrimos el laberinto de
callejones cubiertos por techumbres de vigas, con casas de adobe y piedra. El Castillo
se elevaba sobre una gran roca de formas redondeadas. La calle principal parecía
de un pueblo del oeste, con cafetería y terrazas, rodeados por los macizos
rocosos. Al día siguiente Al Ula nos reservaba otras sorpresas.
viernes, 5 de marzo de 2021
EL TEMPLO DEL LEÓN
Cerca estaba el Templo Naqa, del s. I d.C. No tenía techado. Era rojizo y tenía bajorrelieves curiosos, como una figura con ocho brazos, grandes figuras de faraones y una alta columna con una serpiente ondulante. Otros de los templos tenían un elefante esculpido, o una avenida de entrada con seis grandes carneros. Los imaginamos en sus momentos de esplendor.
jueves, 4 de marzo de 2021
LAS PIRÁMIDES DE LOS FARAONES NEGROS
Los llamados Faraones Negros
formaron un gran imperio en Nubia, la región al sur de Egipto y norte de
Sudán, y llegaron a dominar Egipto. Tenían rasgos negroafricanos, pelo rizado,
piel oscura y labios gruesos. Construyeron pirámides en las necrópolis de
Al-Kurru, Nuri, en Karima, junto a Jebel Barkal y en Meroe, y teníamos curiosidad por verlas.
La real necrópolis de Meroe era Patrimonio de la Humanidad. Tuvo más de 100 pirámides entre su necrópolis Norte, de la época 250 a.C y 320 d.C, y Sur. Muchas se destruyeron y otras tenían sus picos truncados. La leyenda negra la escribió el explorador italiano Giuseppe Ferlini, que dinamitó más de 40 pirámides para expoliar los tesoros. En una de ellas encontró amuletos de oro, anillos de sello, collares y un sarcófago. Intentó venderlos en Europa pero tuvo problemas porque creyeron que eran falsificaciones. Y la mala fama le perseguirá para siempre.
El interior de las pirámides podía visitarse. Un guardián era el encargado de abrir las puertas de madera. Entrabas en una pequeña cámara con grabados en las paredes de piedra. Había figuras, barcas, leones, jeroglíficos. En el exterior había una placa que indicaba el año de restauración y el autor. El Covid había interrumpido el trabajo de los arqueólogos, como tantas otras cosas, y había pirámides pendientes de restauración. En la parte delantera había otras pirámides más pequeñas con forma de prisma, con puertas ante ellas. Formaban un conjunto singular entre las dunas anaranjadas del desierto.
Las Pirámides de Nuri también eran Patrimonio de la Humanidad. Los bloques de piedra arenisca se superponían escalonados. Leímos que había unas 60 pirámides, pero muchas estaban medio derruidas. Nos preguntamos sobre los tesoros que debían albergar en su interior antes de que las saqueasen.