Mostrando entradas con la etiqueta paisaje. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta paisaje. Mostrar todas las entradas

lunes, 17 de febrero de 2025

LAGOS DE CRÁTER DE KASENDA

Desde Fort Portal fuimos a los lagos de cráter de Kasese. Había unos 50 lagos volcánicos en la zona, en un entorno repleto de vegetación. El primero que vimos fue el Lago Nukuruba, de aguas verde intenso. Bajamos a sus orillas.


Alrededor del lago había armadillos y muchos monos sobre las ramas de los árboles. Los monos tenían una larga cola blanca y peluda, como un plumero.


El paisaje era muy verde. Atravesamos bosquesplantaciones de té y plataneros.

El mirador Top of the World ofrecía unas magníficas vistas de tres lagos: Nyamiriya, Nyinabulitwa y Nyabikere.




El Lago Nyiambuga salia en los billetes de 20.000 schillings. 




Después de los lagos visitamos la cueva y las cascadas Mahoma, donde nos remojamos un poco para quitarnos el calor del día. Fue una excursión muy completa y disfrutamos todo el día.


sábado, 15 de febrero de 2025

LAS CATARATAS MURCHINSON

En el Parque Nacional Murchinson subimos a la parte alta de las Cataratas. Un ranger nos dio explicaciones y nos mostró un mapa y un cartel con información sobre Samuel  Baker y su esposa Florence. Baker fue el primer explorador europeo que visitó las cataratas en 1864, y las llamó así en honor al presidente de la Royal Geographical Society.

En el sendero había numerosas trampas para atrapar moscas tse-tsé, que constituían una epidemia en Uganda. Eran una especie de mosquiteras blancas y azules, los colores que les atraían, colgadas de los árboles.




Al inicio del sendero vimos el río bajando con mucha fuera y estruendo, formando espuma blanca. Las microgotas de agua hicieron que se formara un arco iris perfecto.

El río Nilo de unos 40m de anchura, tenía que pasar por una angosta garganta de 7m y las aguas cada vez estaban más revueltas, con remolinos. 





La carretera asfaltada del parque estaba bordeada por una densa vegetación con troncos de árboles forrados de verde hojarasca.  Era el bosque de Bundogo. Allí vimos el Warthog, una especie de jabalí con colmillos. En el bosque vivían cientos de monos babuinos, que trepaban por las ramas de los árboles y se asomaban curiosos a ver quién pasaba. Después de dos fantásticos días en el Parque  Nacional Murchinson, ellos fueron nuestra despedida. 



miércoles, 13 de noviembre de 2024

EMIRATO FUJAIRAH


Desde la ciudad de Fujairah fuimos a visitar la Mezquita Al Bidhya, a 34km. Era la más antigua de los Emiratos Árabes. Se construyó en el s. XV, la universidad australiana contribuyó a datar la construcción. Se utilizaron materiales locales, piedras y arcilla cocida. Para entrar, el guardián me dio la abaya negra y el hiyab, el velo islámico y nos descalzamos. 

La sala de oración tenía alfombras sobre esteras, hornacinas en la pared con coranes, un  mihrab (el nicho que indicaba la dirección para rezar) y un pequeño minbar (la plataforma elevada para pronunciar los sermones). Una columna central sostenía las cuatro cúpulas de la mezquita. Había pequeñas ventanas con celosías, los orificios geométricos para permitir la ventilación.


En el exterior unas escaleras subían a dos atalayas, desde donde contemplar las vistas de las áridas montañas y el Golfo Pérsico. También se podía apreciar mejor las cúpulas superpuestas.
El Fuerte Fujairah tenía una planta imponente, sobre un montículo que dominaba la ciudad antigua de adobe. Era el más antiguo de Emiratos Árabes. Fue construido en el s. XV y logro aguantar los bombardeos de wahabitas y británicos.

Ascendimos por la escalinata y entramos en el castillo tenía un patio con dos torreones redondos con almenas, ventanucos y escaleras. Subimos, bajamos, vimos la prisión y entramos en el interior de los torreones, con techo de madera y cañas. El Fuerte Fujairah fue el que más nos gustó de los Emiratos, muy bonito y evocador de la historia árabe.


Estuvimos dos días en el Emirato Fujairah y vimos otros fuertes, fuera de la ciudad. Seguimos la carretera de la costa, con alguna isla y pueblos de casas blancas hasta la población de Dibba. Allí vimos el Fuerte Dibba. Era la Fiesta Nacional y los torreones estaban engalanados con banderas. En el interior encontramos un grupo de niñas con vestidos de fiesta.





El Fuerte Masafi se distinguía por tener un arroyo a sus pies. Y desde el torreón se tenían buenas vistas de las montañas y el palmeral.



En la ciudad de Fujairah también visitamos su Mercado de Pescado y el Zoco central con puestos de vegetales. Siempre son interesantes y coloridos. El Mercado de Pescado estaba muy limpio y pulido. En los mostradores se exhibían todo tipo de pescados, cangrejos de caparazón moteado, gambas y langostas.




Por la tarde visitamos la gran Mezquita Sheikh Zayed, del mismo nombre que la de Abu Dhabi. Era impresionante, de piedra blanca, múltiples cúpulas a diferentes niveles y cuatro altos minaretes.


El recinto estaba rodeado por algunos arbolillos y jardines. Me senté a dibujarla y contemplamos como cambiaba su tonalidad con la puesta de sol. La luna asomó por uno de los minaretes y la media luna parecía ensartarla. Era una mezquita bellísima.