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jueves, 27 de junio de 2019

TEMPLOS MEGALÍTICOS Y GRUTA AZUL

 

Los templos megalíticos Hagar Qim y Mjnadra eran uno de los lugares prehistóricos mejor conservados de Malta. Estaban ubicados sobre unos acantilados junto al mar. Habían estado techados, pero esa parte se derrumbó. Una gran carpa los protegía del sol y de la lluvia.

Hagar Qim tenía una serie de cámaras ovales interconectadas. La piedra caliza de origen coralino, una arenisca con tono intensamente dorado. El mayor megalito medía 6m de ancho por 3m de alto, y pesaba 20 toneladas. Era un misterio como había podido transportar en la época semejantes bloques de piedra, antes de la construcción de las pirámides de Egipto. Había una teoría de que los desplazaban sobre piedras redondas como rodamientos. En el templo se habían encontrado las estatuillas de las "Damas gordas" que vimos en el Museo de Arqueología.




El Templo megalítico Mnajdra estaba a 500m. Databa del año 3000 a.C, y era anterior a las pirámides y a Stonhenge. Consistía en tres templos con diferente orientación, en forma de trébol. Fueron construidos para coincidir con las alineaciones solares. En la salida del sol durante el solsticio de verano, el sol penetraba hasta la ventana del altar, entrando a través del llamado agujero del oráculo. 

El conjunto de Mnajdra, junto a otros cuatro sitios megalíticos en el archipiélago de Malta estaban declarados Patrimonio de la Humanidad. Algunas piedras tenían grabados pequeños agujeros, no se sabía si como decoración. Luego vimos un audiovisual en 3D que recreaba los tiempos de esplendor con bastante realismo: la construcción con las sombras de  los trabajadores, el solsticio y hasta una tormenta con rayos durante la que nos cayó agua en las piernas.



Luego fuimos a la Blue Grotte con una barca de pescadores. El interior de la gruta estaba fresquito, como un microclima, y el agua tenía un color azul turquesa intenso y transparente. Una maravilla. Vimos otras cuevas en los acantilados y el agua del fondo marino cambiaba el tono de sus intensos azules. Disfrutamos del baño en la zona donde amarraban las barcas, un entrante en la roca, con plataformas y escalerillas.