Cerca estaba el Templo Naqa, del s. I d.C. No tenía techado. Era rojizo y tenía bajorrelieves curiosos, como una figura con ocho brazos, grandes figuras de faraones y una alta columna con una serpiente ondulante. Otros de los templos tenían un elefante esculpido, o una avenida de entrada con seis grandes carneros. Los imaginamos en sus momentos de esplendor.
viernes, 5 de marzo de 2021
EL TEMPLO DEL LEÓN
jueves, 4 de marzo de 2021
LAS PIRÁMIDES DE LOS FARAONES NEGROS
Los llamados Faraones Negros
formaron un gran imperio en Nubia, la región al sur de Egipto y norte de
Sudán, y llegaron a dominar Egipto. Tenían rasgos negroafricanos, pelo rizado,
piel oscura y labios gruesos. Construyeron pirámides en las necrópolis de
Al-Kurru, Nuri, en Karima, junto a Jebel Barkal y en Meroe, y teníamos curiosidad por verlas.
La real necrópolis de Meroe era Patrimonio de la Humanidad. Tuvo más de 100 pirámides entre su necrópolis Norte, de la época 250 a.C y 320 d.C, y Sur. Muchas se destruyeron y otras tenían sus picos truncados. La leyenda negra la escribió el explorador italiano Giuseppe Ferlini, que dinamitó más de 40 pirámides para expoliar los tesoros. En una de ellas encontró amuletos de oro, anillos de sello, collares y un sarcófago. Intentó venderlos en Europa pero tuvo problemas porque creyeron que eran falsificaciones. Y la mala fama le perseguirá para siempre.
El interior de las pirámides podía visitarse. Un guardián era el encargado de abrir las puertas de madera. Entrabas en una pequeña cámara con grabados en las paredes de piedra. Había figuras, barcas, leones, jeroglíficos. En el exterior había una placa que indicaba el año de restauración y el autor. El Covid había interrumpido el trabajo de los arqueólogos, como tantas otras cosas, y había pirámides pendientes de restauración. En la parte delantera había otras pirámides más pequeñas con forma de prisma, con puertas ante ellas. Formaban un conjunto singular entre las dunas anaranjadas del desierto.
Las Pirámides de Nuri también eran Patrimonio de la Humanidad. Los bloques de piedra arenisca se superponían escalonados. Leímos que había unas 60 pirámides, pero muchas estaban medio derruidas. Nos preguntamos sobre los tesoros que debían albergar en su interior antes de que las saqueasen.
martes, 2 de marzo de 2021
EL NILO Y EL DESIERTO
Partimos de Jartum hacia el norte de Sudán, en ruta hacia Old Dongola. Atravesamos el Desierto Bayuda, el nombre que recibe el Sáhara en territorio sudanés. Al principio el paisaje tenía un extraño contraste entre sus montañas negras y las dunas doradas; era un desierto con algunos arbustos y matorrales, con grupos de camellos y cabras. Los camellos mordisqueaban las ramas de los arbustos. Luego pasó a ser totalmente arenoso con dunas onduladas. En las paradas confraternizamos con otros conductores sudaneses.
La carretera asfaltada era una larga cinta
gris entre dunas, totalmente recta y sin apenas tráfico. Estaba en buen estado,
nos dijeron que la habían construido los chinos hacía unos diez años. Pero la
fuerza invasora del desierto se dejaba notar, y en algunos tramos la arena
invadía el asfalto, tapando un carril completo. Más adelante vimos excavadoras
que, a modo de quitanieves, se ocupan de retirar la arena. Si no fuera por las
excavadoras el desierto acabaría engullendo la carretera.
Sabíamos de la proximidad del Nilo por las
grandes franjas de verdor, vegetación y palmeras que avisaban de la presencia
del río. Eran como oasis fértiles con cultivos de habas, cacahuetes, mijo y
palmeras datileras.
Vimos la Tercera Catarata del Nilo, en realidad rápidos que impedían la navegación. Subimos a un montículo rocoso para contemplar las vistas. Se veían remolinos en la corriente de agua, transparente verdosa. Bajaban algunas barcas, y otras estaban varadas en una lengua de arena. Más adelante cogimos un Ferry para cruzar el Nilo y una barcaza azul para ir a la isla de Sai, donde nos esperaban otras ruinas nubias.
lunes, 1 de marzo de 2021
LAS CASAS NUBIAS Y LAS TINAJAS
Las casas nubias tradicionales
están hechas de adobe. Son construcciones bajas con puertas y ventanas
arqueadas, y algún dibujo geométrico ornamental. En la región nubia de Egipto suelen estar más decoradas. La puerta de entrada es
metálica, pintada de colores, y sobre ella tenía una mandíbula de ganado. Son
alojamientos sencillos con el baño exterior. Aunque no hay carencia de agua,
por la proximidad del río Nilo, en las casas que fuimos no había ducha, sino un
baño tipo “mandi”, de cacitos. Así nos quitamos el polvo del camino.
A lo largo de la ruta hicimos fotos de varias de las puertas metálicas de las casas. Y nos hospedamos en otros alojamientos más turísticos. En la entrada de los pueblos y de muchas casas había tinajas con agua para beber o lavarse las manos, en señal de hospitalidad. El agua es el bien más preciado y es la manera de decir al huésped que es bienvenido. En el porche sombreado de la casa hicimos tertulia, y con mi amiga Merche escribimos en nuestros diarios las impresiones del viaje. Había mucho que escribir sobre el viaje por Sudán.