martes, 16 de septiembre de 2025

MINSK SOVIÉTICA

Llegamos a Minsk con un vuelo directo desde Baku. Desde 2024 los ciudadanos españoles no  necesitan Visado para entrar en Bielorrusia y teníamos curiosidad por conocer el país. En el control de Pasaportes solo nos preguntaron por el propósito del viaje y si llevábamos medicinas. No pidieron el seguro de viaje, como habíamos leído.

Minsk, la capital, nos sorprendió agradablemente. El casco antiguo de Minsk fue reconstruido tras ser arrasado por los bombardeos del ejército Nazi en la II Guerra Mundial. Tiene casas rosadas y de color crema, con tejados rojos y verdes, y calles adoquinadas.



Nos gustó la Catedral del Espíritu Santo del s.XVII. Es blanca con cúpulas y tejadillos verdes. Fue parte de un monasterio católico que pasó a ser ortodoxo y durante la época comunista la utilizaron como gimnasio o almacén de grano. Estaba abarrotada de gente, con los fieles rezando de pie, ya que en las iglesias ortodoxas no hay bancos, y encendiendo velas ante los iconos.

Nos alojamos en el Hoyel Monastyrski, un antiguo monasterio del s. XVII con historia y encanto. En la puerta de entrada, con marquesina metálica, nos recibió la figura de un monje. 



El Ayuntamiento es un edificio color crema con columnas. En la plaza está la escultura Escalas de la Ciudad, que representa a tres ciudadanos con una balanza: uno pesa la mercancía, el otro paga con unas monedas y el tercero las recibe. En el pasado las autoridades pesaban en la báscula las mercancías que entraban y exportaban, y eso les permitía cobrar impuestos a los comerciantes.



Es famoso el Voyt, una escultura del gobernador medieval de Minsk, que sostiene una gran llave en sus manos. Suele ser el punto de encuentro de los grupos de turistas.


La Avenida de la Independencia, muy amplia y con edificios clásicos, es la arteria principal de la ciudad, con 15km de largo. En ella están los Almacenes Gum, el principal centro comercial de la época soviética. El interior es blanco, con columnas, dorados y grandes lámparas. La calle estaba cortada al tráfico por celebrarse un maratón de la ciudad, con grupos de músicos, bailando y animando a los corredores.




Otro edificio imponente de la Avenida de la Independencia es la Sede del KGB, el Servicio de Inteligencia todavía operativo, de fachada amarilla con columnas. La vimos un domingo y estaba cerrada. Hay cámaras vigilando, así que hicimos la foto rápida desde la acera de enfrente.


Paseando llegamos hasta la Isla de las lágrimas, una isla en el río Svislach, en el barrio Trinity Hill. Cruzamos a la isla por un puente peatonal. Desde allí las vistas de la ciudad son bonitas y se ven las casas con buhardillas y chimeneas. Hay un Memorial dedicado a los fallecidos en la Guerra de Afganistán. Las estatuas de las madres y esposas derramando lágrimas por los caídos, son gigantes, al estilo soviético.  En el interior hay 4 altares con pinturas murales y los nombres de los fallecidos.




En otra zona de la ciudad está la Iglesia de San Simón y Santa Elena, de ladrillo rojo y tres torres. No pudimos ver el interior porque estaba vallada. Frente a ella hay una Fuente con dos cigüeñas, el animal nacional de Bielorrusia.



La Plaza Lenina conserva una estatua de Lenin ante unos bloques de edificios de estilo soviético. Es una de las pocas estatuas de Lenin que quedan, ya que en la URSS fueron derribadas. Cerca hay otro edificio notable, el Teatro Bolshoi de Ópera y Ballet, blanco con columnas y estatuas.



Las llamadas Puertas de Minsk son dos torres gemelas frente a la Estación de Tren. En la ciudad se pueden ver otros ejemplos de arte soviético, como el gran mural con figuras en relieve sobre el restaurante KFC.



En la ciudad hay muchos cafés y restaurantes con terrazas, a pesar de los crudos inviernos con temperaturas bajo cero. Los interiores son acogedores.




domingo, 14 de septiembre de 2025

P.N.BELOVEZSHKAYA



En Brest cogimos una Marshrutka, las furgonetas colectivas, para visitar el Parque Nacional Belovezskaya. El parque es Patrimonio de la Humanidad.

Se puede hacer senderismo o coger bicicletas. Nosotros nos apuntamos a una excursión por el parque con un bus que sale a las 11h (hay otra salida a las 14h). Atravesamos bosques de pinos y robles. Caminamos por un sendero y vemos un roble de 550 años, 2m de diámetro y 31m de altura.


El parque se inauguró en 1932, aunque fue un coto de caza de zares, príncipes y secretarios del Partido Comunista. Vimos un tramo del antiguo Camino Real. 

Paramos en otro punto del parque con un Museo al aire libre con casas tradicionales. Son cabañas de madera y en el interior hay dormitorios con cunas colgantes, la cocina, sala de caza con una piel de lobo y de oso, un telar y coloridos textiles. En otra cabaña hay una pequeña destilería con alambiques de cobre. Nos ofrecen un chupito de licor fortísimo y una pan de centeno con tocino. 





Al final de la excursión visitamos el "zoo", un recinto con varias especies de animales enjaulados: ciervos, osos, lobos, jabalís, águilas,  caballos y bisontes.  El espacio de los osos y los lobos es muy reducido y da pena verlos. 

Los bisontes son los únicos ejemplares europeos que se conservan en el continente, y son los que más interés teníamos por ver. Tienen un recinto más grande con vallas. Vimos una familia de seis ejemplares. El más grande era impresionante, con sus cuernos y su joroba. 




CASTILLOS DE NEZVISH Y MIR


Desde Minsk fuimos a visitar el Castillo-Palacio de Nezvish, del s. XVII. Está rodeado de un foso, en cuyas aguas se refleja el histórico castillo. El entorno es idílico, con otros lagos con verde arbolado y sauces llorones en las orillas.

Cruzamos el foso por un puente de piedra con arcos y entramos en un patio interior enorme. El palacio tiene fachadas amarillas, tres pisos y es de estilo renacentista-barroco. Perteneció a la familia Radziwill, uno de los clanes más importantes y ricos del Ducado de Lituania. Está declarado Patrimonio de la Humanidad



En el recinto amurallado está la Iglesia del Corpus Christi, conectada al palacio. Allí están las tumbas de 72 miembros de la ilustre familia. En 1939 la familia Radziwill fue expulsada por el Ejército Rojo invasor y durante la época soviética fue un sanatorio. 

Recorrimos múltiples salas: comedor, sala de caza con los trofeos colgados, la estancia de la princesa, con cama con dosel. Las habitaciones del palacio están decoradas suntuosamente con cortinajes, cuadros, tapices, lámparas, etc. Casi todas  tienen chimeneas o bonitas estufas de cerámica esmaltada.





Desde Nezvish visitamos el Castillo de Mir, a 35km. Lo vimos en todo su esplendor ante un estanque artificial. Se construyó en el s. XVI, de estilo gótico bielorruso y renacentista, con 5 torres. El amplio patio interior adoquinado, tiene una carroza antigua y un pozo en una esquina.



El palacio fortificado también perteneció a la familia Radzimill y estuvo abandonado un siglo.  Después fue reconstruido y declarado Patrimonio de la Humanidad.



Visitamos decenas de salas decoradas con mobiliario y tapices. Salas de música y juegos con una gramola y dominó, de reunión, el despacho con escritorio, la biblioteca, el comedor y otras, Subimos por altos escalones a las galerías, bajamos a las prisiones y a las cocinas, con todos sus utensilios. Todo el castillo es un laberinto de estancias a distintos niveles, y disfrutamos curioseando todos los rincones.