Bolivia
es color. Los paisajes de la Ruta del Sudoeste del país impresionan, son el
sueño de un pintor loco. Pueden verse lagunas de intensos colores por las algas
y por los sedimentos y minerales de la zona. La región pertenece a la Reserva
de Fauna Andina Eduardo Avaroa. Nos gustaron especialmente la Laguna Colorada,
de un rojo tierra intenso, por las algas, y la Laguna Verde, de aguas translúcidas.
Las lagunas están a 4400m. de altura, rodeadas por volcanes como el Ollagüe (5865m), todavía activo, cerca de la frontera chilena, o el volcán Licanbur (5960m).
En la
Laguna Colorada y la Laguna Hedionda, llamada así porque huele a azufre, había
miles de flamencos rosas, y no exagero. Nunca los habíamos tenido más cerca, a
unos diez metros, ni siquiera en África.
Eran
flamencos andinos, que se alimentan de microorganismos, con el cuello y las
alas de color rosa más intenso, y el borde de las alas negro. El pico era
amarillo y negro. Sus estilizadas patas parecían frágiles, y caminaban sobre
las lagunas con elegancia, sumergiendo la cabeza de vez en cuando en busca de
comida. Soplaba un fuerte viento y nos quedamos absortos y en silencio
contemplándolos. Por todas partes se veían las manchas rosadas de flamencos
sobre la superficie del agua. Fue un privilegio poder observarlos.
© Copyright 2009
Nuria Millet Gallego
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