martes, 3 de septiembre de 2024
LAGOA DOS ARCOS, COLINAS CUROCA Y GRUTAS SASSA
lunes, 18 de abril de 2016
P.N. TOPES DE COLLANTES, LAGUNAS Y CASCADAS
Desde Trinidad hicimos
una excursión al Parque Natural Topes de Collantes. Fuimos en un camión
ruso con Andrés, un simpático guía. Subimos carreteras de montaña atravesando la
Sierra de Escambray, con bosques de grandes árboles y palmeras. Paramos
en un mirador y contemplamos el verde paisaje.
El inicio de la
ruta a pie fue el sendero del río Melodioso del Parque Guanayara. Andrés
nos iba explicando curiosidades de las plantas. Por ejemplo, sobre las
bromelias, que vimos creciendo sobre troncos y hasta sobre cables eléctricos.
No entendíamos como podían obtener los nutrientes. La explicación era que las bromelias
eran plantas carnívoras y atrapaban a los insectos que se acercaban a
beber en sus hojas.
Vimos tocororos, el ave nacional de Cuba, de color rojo, blanco y azul, los colores de la bandera. El nombre de tocororo era una onomatopeya de su canto. Uno estaba junto a su nido y posó para la fotografía.
Llegamos a la Poza El Venado, un paraíso en el río Melodioso, rodeada de vegetación. Cruzamos puentes construidos con un solo tronco y vimos la cascada que caía en la poza. El baño fue genial. El agua verdosa estaba transparente y fresca. Nos pusimos bajo los chorros de la cascada, nadamos y nos dejamos envolver por aquellas aguas limpias admirando el entorno.
Otro día fuimos a la Laguna Guanaraca desde Cienfuegos. Tras una breve caminata llegamos al embarcadero. Cogimos una barca pequeña con un barquero. La Laguna Guanaraca era de agua salina y estaba rodeada de manglares. Vimos flamencos y pelícanos. Nos acercamos a unos 50m de los flamencos rosas, que debían su color a su dieta de camarones. Si nos aproximábamos más volaban en desbandada.
martes, 21 de abril de 2015
LAS ISLAS CORALINAS SAN BERNARDO Y DEL ROSARIO
En el Mar Caribe nos esperaban las Islas San Bernardo, un Archipiélago formado por diez islas: Boquerón, Cabruna, Palma, Mangle, Panda, Tintipán, Múcura, Ceycén, Santa Cruz del Islote, y Maravillas, que desapareció por la erosión marina.
Estaban rodeadas
de arrecifes de coral, en los que el color del mar fluctúa entre el turquesa y
el violeta. La zona había sido declarada Parque Nacional Natural de Corales del
Rosario y San Bernardo.
Desde Tolú cogimos
una barca a las Islas San Bernardo, navegando por las aguas tranquilas del Golfo
de Morrosquillo. En la punta del Golfo estaba la Isla Boquerón, y más allá
la Isla Cabrera.
Paramos en la Isla
Múcura, repleta de altas palmeras y manglares. Nos instalamos en una
cabaña frente al mar y nos dimos un baño en las aguas transparentes. Luego
recorrimos el interior de la isla y atravesamos el pequeño pueblo con casas de
colores y un par de tiendas básicas. Los niños jugaban libres, empujando una
carretilla donde se montaban apiñados.
En la Isla de Palma había un Acuario, bastante peculiar. Bajamos a curiosear y recorrimos un sendero de arena paralelo al mar, entre manglares. En grandes diques había varios tiburones, róbalos y un delfín que asomó el morro. Nos adentramos en el manglar y allí había un zoo rústico natural con monos, cocodrilos, loros, tucanes, un búfalo y un grupo de flamencos en una laguna.
Al final del
recorrido estaba el Acuario que mostraba, a través de ventanales,
langostas, tortugas marinas nadando, pez globo, estrellas de mar o tiburones.
Otro día fuimos al Archipiélago
de Islas del Rosario estaba formado por 27 pequeñas islas, entre ellas
varios islotes diminutos rodeados de arrecifes de coral. Estaban a 35km de
Cartagena de Indias. Fuimos al muelle turístico La Bodeguita, desde donde
partían varios tipos de barco. Cogimos una lancha rápida con menos gente. En la
bahía se podía ver el sky-line e rascacielos de la parte moderna de Cartagena.
Nos alojamos en la
Isla Barú, donde estaba Playa Blanca, la playa más grande de las
islas. Era larga, con arena blanca y restos de corales pulidos por el mar.
Tenía árboles y algunas palmeras aisladas. Mujeres negras o mulatas ofrecían
fruta y masajes. Dormimos en las cabañas del Hotel El Personaje, junto al mar. No
tenían luz, utilizamos velas, y el baño era de cacitos. Estaban al cuidado de
Orlando, un cincuentón de pelo canoso, flaco, tostado y fibroso, que no paraba
de contar historias, todo un personaje. La mayoría de la gente no dormía allí,
solo pasaban el día y regresaban a Cartagena. Para nosotros fue un oasis de
tranquilidad. Nada más despertar vimos el mar desde nuestra cabaña y desayunamos
ensalada de frutas recién cortadas.
En Isla Grande
hicimos buceo con tubo o careteo, como lo llaman los colombianos, término
que nos gusta más que el anglicismo snorkel. Desde la superficie ya se
apreciaban los corales. Al sumergirnos vimos corales ramificados, en forma de
cerebro, de colores mostaza, verde, liloso, ocres…Vimos un grupo de unos veinte
peces apiñados ente corales, dejándose mecer por el oleaje. Había peces azul eléctrico,
multicolores con verdes y amarillos, otros con las escamas rosa y gris, como un
mosaico.
El mar parecía una
piscina con tonos verdes. Un chico nos mostró una estrella de mar dorada que
había cogido en la orilla, luego la devolvió al agua. El tiempo nos pasó
volando entre paseos y baños.
domingo, 12 de abril de 2015
LA GUAJIRA COLOMBIANA
Recorrimos la Península de la Guajira desde Riohacha. En el paseo llamado Malecón se veían indígenas de la Guajira vendiendo artesanías y coloridos bolsos. Las mujeres vestían largas túnicas estampadas y alguna blanca. En Uribia, la capital indígena, compramos bebidas y dulces para dar a los niños.
Por la tarde fuimos
a la Playa Ojo de Agua, nos bañamos y la recorrimos subiendo a unas
colinas de roca que cerraban un lado de la playa.
La Playa Pilón de Azúcar, era la más bonita, una lengua de arena anaranjada y fina, con acantilados y con un peñasco en forma de pirámide. Sobre el Pilón de azúcar había una Virgen que se veía en la distancia. Subimos el caminito para contemplar las vistas.
Otra parada fue en
las Dunas de Taroa, de 60m de altura. Subimos a la cresta y al otro lado
la duna caía hacia el mar. Espectacular. Descendimos y caminamos por una larga
playa con oleaje. Una de las playas más salvajes y que más nos gustó en Colombia. Unos metros más allá unas rocas formaban una laguna natural
de aguas más tranquilas. Allí nos dimos un largo y placentero baño.
Contemplamos la
puesta de sol en Punta Agujas. Y dormimos en la Ranchería Luzmilla, en Bahía
Hondita. Al día siguiente regresamos a Riohacha y Santa Marta. Nos llevamos un buen recuerdo de la Península de Guajira y su gente.