La ciudad de Subótica
era una maravilla del Modernismo en Serbia. Callejeamos admirando su
arquitectura. Los edificios tenían las fachadas adornadas con estatuillas,
caras, relieves de yeso y cenefas. Había una gran variedad de ornamentos.
El Raichle Palace era un precioso edificio modernista, construido por el arquitecto Ferenc Raichle, donde vivió y tuvo su estudio. La fachada era espectacular, blanca decorada con cenefas azules, relieves en piedra y balcones verdes. Un derroche de diseño y de imaginación.
En la Plaza de la
República, también llamada Plaza de la Libertad, estaba el Ayuntamiento
(Gadska Kuca), construido en 1908. Era un edificio monumental con arcos,
torres, tejados triangulares y pintado de granate oscuro. Precioso y muy
peculiar. En el interior había una interesante exposición de fotografía.
Cerca estaba el Teatro, amarillo, con frontispicio triangular y seis enormes columnas. La Biblioteca tenía la fachada amarilla y blanca, con grandes cariátides, unos Hércules barbados con perros, sosteniendo el balcón, y unas ninfas n la parte superior.
Seguimos por la Ulica
Korzo, una calle noble peatonal llena de edificios a cual más bonito
arquitectónicamente. Eran de dos plantas, con arcos en la planta baja y
pintados de colores granate, verde, crema, amarillo, blanco y ocre. Uno de
ellos era el Palacio Vojnic, de tres plantas y fachada granate
terracota. Al lado estaba el Zgrada Zlatno Jagnje (Cordero Dorado). Otros
era la Casa de la Alabarda o el Hotel Adolf Halbrar.
Las calles tenían
mucho encanto, con plazas arboladas, kioskos, terrazas, patios interiores,
plantas, flores, estatuas y muchos detalles modernistas. En un antiguo tranvía habían instalado un acogedor café.
Fue la Sinagoga
más bonita que habíamos visto nunca (y habíamos visto unas cuantas). Y por último
disfrutamos de la iluminación nocturna de las calles. Subótica era una joya modernista
en Serbia.
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