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miércoles, 7 de diciembre de 2022

ISLA MARTINICA, FORT DE FRANCE

 

Llegamos en ferry desde Rosseau, Isla Dominica, en un trayecto de dos horas. La Isla Martinica formaba parte de las Antillas Menores en el mar Caribe. La primera visión fueron grandes montañas verdes, salpicadas por las pequeñas manchas blancas de las poblaciones. La capital Fort-de-France era una ciudad agradable y grande con edificios altos sobresaliendo a las casas del barrio francés, y con parques como el Parque de la Savana.




La Biblioteca Schoelcher era un bonito edificio que tomaba el nombre del político francés Victor Schoelcher, famoso por su lucha contra la esclavitud y que decidió legar su colección de 10.000 libros y 250 partituras musicales al Consejo General de Martinica, con la condición de que la biblioteca estuviera abierta al público.



En el centro estaba la Catedral blanca con mosaicos azules. Martinica era una región y un departamento de ultramar de Francia, y se notaba la influencia francesa en su arquitectura y otros aspectos, mezclada con la cultura criolla de las islas. Buscamos los pocos edificios coloniales que quedaban: la Post Office, el Hotel de la Ville, el Teatro Aimeé Cesaire y otros alrededor de la Biblioteca Schoelcher.





martes, 6 de diciembre de 2022

EL LAGO DEL P.N. MORNE TROIS PITONS

 

Una furgoneta nos llevó desde Rosseau a Laudat, la población base para visitar el Parque Nacional Morne Trois Pitons (Tres Picos Sombríos). La vegetación verde nos rodeaba, como en todo el viaje. Helechos gigantes, grandes árboles, palmeras, flores. 

Caminamos hasta llegar al Lago Freshwater. Era el mayor lago de los cuatro de Dominica. Las montañas se reflejaban en la superficie lisa del lago, rodeado de verdor y con un cielo azul con alguna nubecilla blanca. Un bonito lago de montaña. En un extremo había alguna barca tras una zona de boyas. Un letrero advertía de la prohibición del baño fuera de las boyas, por riesgo de succión.


Había una cabaña con el Centro de Interpretación y un pequeño bar. En el Centro los paneles explicaban que el Parque Nacional Trois Pitons tenía 50 fumarolas, piscinas termales, lagos, estanques, el Boiling Lake, de aguas calientes y 5 volcanes. Además, poseía la mayor diversidad de las Antillas.

En el porche del bar picamos algo contemplando el lago. Pedimos empanadas de pollo y cervezas. Al volver a la intersección de la carretera para coge el bus, nos paró un chico rastafari que iba hacia Rousseau y nos llevó mientras nos daba charla. Un ejemplo de la amabilidad caribeña que encontramos en nuestro viaje.

lunes, 5 de diciembre de 2022

DOMINICA, AGUAS SULFUROSAS Y CASCADAS



En Isla Dominica había varias piscinas naturales de aguas sulfurosas. Fuimos caminando hasta Wotten Waven por la carretera, que parecía un jardín botánico, con flores rojas de aves del paraíso, hojas rojas, amarillas y verdes de tonalidades diferentes.

 


En Wotten Waven había varios spas de aguas termales sulfurosas. Fuimos al Screw’s Sulfur Spa, que recomendaba la guía de Lonely Planet. Antes de llegar ya olimos el azufre. Eran varias piscinas de piedra escalonadas, a la orilla de un río. Las piscinas tenían agua caliente a diferente temperatura, y había una pequeña cascada en la pared de roca, con agua fría.

Nos untamos la piel con un barro blancuzco y denso. Nos bañamos en las diferentes piscinas, saltando de una a otra, en la cascada y en el río. Disfrutamos del baño en las piscinas naturales sulfurosas.


Cerca estaban las Cascadas Trafalgar. El sendero hasta las cascadas estaba bordeado de verde vegetación, en un entorno espectacular con plantas tropicales gigantescas. Eran dos cascadas de 42m y 25m de altura, bonitas aunque no llevaban mucho caudal.

Luego fuimos a la Playa Champagne, conocida por el burbujeo de sus aguas por las corrientes subterráneas de aguas sulfurosas. Decían que era como bañarse en una copa de champán. 


 




domingo, 4 de diciembre de 2022

ROSSEAU, LA CAPITAL CARIBEÑA

Dominica era otra isla de las Antillas Menores en el mar Caribe. Llegamos con ferry desde Isla Guadalupe, en un trayecto de dos horas, con el mar tranquilo. Dominica consiguió la independencia de Reino Unido en 1978, pero era territorio inglés, y pertenecía a la Commonwealth.

Los ingleses y franceses se repartieron las islas caribeñas y con la independencia dejaron de ser colonias pero siguieron ligadas a ellos. Seguían teniendo intereses en las plantaciones de caña de azúcar y de café, cacao, vainilla.

Tuvimos que pasar el control de pasaportes y nos pusieron el sello del país.



Rosseau era la capital de Dominica, entre verdes montañas. Se veía más ambiente caribeño y nos gustaron las casas de madera de colores, con balcones y buhardillas, y sus tranquilas plazas arboladas con glorietas.

Vimos la Catedral de Rosseau, hecha de piedra oscura volcánica y en restauración desde hacía años. No pudimos ver el interior y sus vitrales.





Visitamos el Museo de Dominica, sobre la historia de la isla y sus gentes. Los primeros pobladores fueron mesoamericanos, indios del río Orinoco que vinieron en canoas, y de México. Reproducían una habitación de la época colonial con su escritorio y el aparador alacena para los platos. Exhibía utensilios de piedra (hachas, morteros) y objetos antiguos (gramófonos,cestos,sombreros)... 

El edificio frente al Puerto, donde estaba ubicado el museo era de 1700. En sus porches se establecía el mercado. Había fotos antiguas de los dominicanos vestidos con trajes de algodón blanco, algunas familias posaban para el fotógrafo; otros estaban en el mercado o en la calle, haciendo su vida cotidiana. Fue interesante.


Pasamos algunos días en la isla visitando las Cascadas Trafalgar, las  piscinas de aguas sulfurosas y el Lago Freshwater en el Parque Nacional Morne Trois Pitons.

sábado, 3 de diciembre de 2022

LES CHUTES DU CORBET

Las Chutes du Curbet estaban a 24km de la capital Point-a-Pitre, Las cascadas estaban dentro del Parque Nacional Guadalupe, en la parte de Basse Terre. El trayecto fue precioso, muy verde, con palmeras y alguna montaña. Todo estaba repleto de vegetación, hasta los troncos de los árboles estaban forrados de hojarasca verde.


Fuimos hasta la Primera Cascada, la más alta de las tres, con 115m de altura. Era el trayecto más largo, con un desnivel de 350m. El sendero era espectacular, bordeado por árboles de hojas gigantes, helechos, musgo, flores del paraíso. Pisábamos hojarasca seca, anaranjada y amarilla, y saltábamos entre las raíces gigantes de los árboles, que invadían el sendero, como tentáculos. Era una selva húmeda, con lianas colgantes.

Había tramos de pasarelas y escaleras de madera. Otros saltábamos entre las rocas y atravesamos riachuelos. El terreno estaba embarrado a veces y resultaba resbaladizo. Nos habían avisado y llevábamos calzado adecuado. El último tramo fue el más duro, con grandes rocas que subimos con ayuda de cuerdas y cables que habían colocado allí. Tardamos tres horas en llegar.



La Primera Cascada caía en un salto de 115m de altura, imponía. Nos pareció que tenía poco caudal. La pared central del salto era rojiza, por las rocas sulfurosas de la zona volcánica. El volcán La Soufriere estaba cerca. Pero todo el entorno y las paredes de roca estaban tapizadas por vegetación verde, como una alfombra mullida. A los pies había un pequeño estanque natural, que no llegaba a piscina. El sonido del agua nos envolvía. Nos sentamos en unas rocas y comimos algo contemplando la cascada. Era un paisaje espectacular.


jueves, 1 de diciembre de 2022

GUADALUPE Y POINT-A-PITRE

Nuestro viaje por las Antillas Menores empezó en la Isla Guadalupe. Guadalupe era una isla en forma de mariposa con las alas desiguales. En realidad, eran dos islas distintas que quedaron unidas después de un cataclismo sísmico y que estaban comunicadas por un puente que cruzaba la Rivière Salée.


La capital era Point-a-Pitre, que abreviaban PAP. El centro era la Plaza Victoria, con grandes árboles y una glorieta. Tenía algún edificio de la época colonial francesa. Junto a la plaza estaba el Puerto, con el Yatch Club y el Museo de la Esclavitud.



La Catedral tenía fachada amarilla. Había un coro de niños y jóvenes, vestidos de blanco. Nos quedamos a escucharlos un rato. La iglesia estaba bastante llena, con los feligreses vestidos de colores con sus mejores galas. La población era negra y mulata.




Visitamos el Museo de la Esclavitud (Memorial ACTe). Era un edificio con entramado metálico blanco, muy parecido al Estadio de Beijing, que llamaban “El Nido”. Eran varias salas con cuadros, fotografías, vídeos interactivos e instalaciones con el tema de la esclavitud. Me llamó la atención la frase de Napoleón Bonaparte: “La libertad es un alimento para el que los estómagos negros no están preparados”.

Los murales explicaban que todas las culturas y países del mundo habían tenido, y seguían teniendo, esclavitud. Aunque se abolió en 1865, el tráfico de esclavos en barcos se prohibió en 1815.nque  En cada barco se hacinaban hasta 320 esclavos. Los llevaban a las plantaciones de algodón, caña de azúcar, minas de carbón. Desde los griegos, romanos, egipcios, los países asiáticos, las Américas y la propia África, todos tenían sistemas de esclavitud. Los abolicionistas defendían el final de esa crueldad y tenían su rincón en el museo.





Había un espacio dedicado a la música, que les servía de válvula de escape, los rituales del vudú y el Carnaval. También hablaban de Malcom X, Nelson Mandela, Martin Luther King o Ángela Davis, las figuras simbólicas de la lucha contra la esclavitud. Un Museo muy interesante.

En un mural pintado en una fachada un joven rompía una cadena, un símbolo del pasado, que las nuevas generaciones de antillanos rechazaban.