jueves, 29 de mayo de 2025
RUTAS NEVADAS POR LADAKH
lunes, 4 de noviembre de 2024
EL DESIERTO DE WADI RUM
Paramos en el Cañón Burrah. Abdul nos dejó en una de las entradas y caminamos una media hora entre las altas paredes rocosas. El suelo era un lecho arenoso, y en un tramo descendía con rocas acumuladas.
Como final subimos a una colina a contemplar la puesta de sol. El disco naranja se ocultó tras las montañas. Nos alojamos en jaimas de campamento beduino, junto a las montañas rocosas. Nuestra jaima tenia cama grande y era muy espaciosa.
La cena fue en un
gran comedor adosado a la pared de roca. Las oquedades servían de decoración.
Había alfombras, kilims y cojines alrededor de una bonita chimenea. Éramos diez
huéspedes: dos australianos, un japonés, dos chinas, una holandesa, tres
estadounidenses y nosotros.
domingo, 26 de mayo de 2024
LA PRADERA DE LAS HADAS
Este es uno de los paisajes de Pakistán que nos enamoró, Fairy Meadows, la Pradera de las Hadas, a 3300m de altitud. La pradera de color verde esmeralda estaba rodeada por la Cordillera Himalaya pakistaní, un circo de montañas nevadas, entre ellas el Nanga Parbat de 8.126m.
Había un arroyuelo y
un pequeño lago natural donde se reflejaban las montañas nevadas. Cuando
llegamos había alguna nubecilla envolviendo las cimas, pero al día siguiente
desaparecieron y las montañas se recortaban sobre el cielo azul.
Para llegar aquí
fuimos desde Gilgit en coche por la carretera Karakorum hasta el Puente
Raikot. Allí cogimos un jeep, que era la única manera de seguir
subiendo. La pista era pedregosa, estrecha y con precipicios. Cuando nos
cruzamos con otro jeep en sentido contrario parecía imposible que pasaran los
dos. Más de un "Ay!" solté. Nos cruzamos con otro jeep con un
pakistaní en cuclillas sobre el parachoques delantero!. Un equilibrio
difícil, con los botes del trayecto y el precipicio cercano. Fueron dos horas
de ascensión.
Después había que continuar a pie por un camino ascendente. Subían burros cargados con alforjas y fardos con provisiones para los hoteles. Pobres burros. También subían caballos que podían alquilarse para hacer el camino sin cansarse. Lo más sorprendente que vimos fue un hombre cargando tres colchones a la espalda! Y nos adelantó.
Después de casi tres horas de ascensión llegamos a Fairy Meadows. Nos alojamos en el Oasis Huts, en un coqueto bungalow octogonal, con porche con vistas.