El Parque Nacional de
Etosha en Namibia tiene 20.000km2 y significa “el lugar del agua
seca”. Al ser una zona tan seca en las lagunas, charcas y abrevaderos se
concentran los animales a beber y es una excelente oportunidad para observarlos.
La laguna de Okaukejo
fue la más espectacular. Encontramos manadas de animales bebiendo y nos
sorprendió ver diferentes especies juntas, conviviendo sin problemas. Al mismo
tiempo que un grupo de jirafas se acercó una manada de antílopes, cebras en
grupos de diez o quince, aves y un chacal. Todos iban a beber y estaban alertas
pero no se molestaban entre sí. Aún así vimos a dos chacales acosando a un
antílope que echó una carrerilla, pero luego los tres mantuvieron las
distancias y los chacales no atacaron. Las hienas moteadas acechaban entre la hierba.
Manadas de búfalos, llamados Blue Wildebeest.
Elefantes en la puesta
de sol.
Cebras reflejándose en
la laguna. Y todas las combinaciones de animales posibles.
El plato fuerte fue
encontrar un león sediento. Caminó majestuoso hacia la laguna y vimos la
reacción de los otros animales ante su presencia y cercanía. Primero se
quedaron estáticos observando cómo se acercaba; algunos antílopes springbok
corrieron. Las jirafas y cebras mantuvieron su dignidad. Luego se fueron
apartando a su paso. El león hizo algún amago de ataque, más bien un tanteo o
una demostración de su poder. Porque eran las leonas las que cazaban y un león
solo no solía atacar a una jirafa cuando estaba rodeada de varias de su especie
que la defenderían. El león sació su sed y al final acabó tumbándose perezoso
junto a la laguna. Todo un espectáculo de la naturaleza.
© Copyright 2012 Nuria Millet Gallego