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sábado, 26 de mayo de 2012

ESCENAS AFRICANAS

 
Las cebras se difuminaban entre la hierba alta de la sabana, mecida por el viento. Parecía un cuadro, una delicada acuarela. Esta foto me gusta especialmente. Cada cebra tiene unas marcas que la identifican, como nuestras huellas dactilares. Las cebras de Namibia se diferencian de otras en su panza rayada y el hocico oscuro.


 
De repente nos vimos rodeados por cuatro enormes rinocerontes. Parecen animales prehistóricos, con su extraña cabeza y su piel grisácea llena de pliegues. Sólo los rinocerontes negros son agresivos; los blancos son animales pacíficos y herbívoros pero su presencia es imponente. Estaban junto al jeep abierto. Y nos dieron un sustillo cuando empujaron el lateral del vehículo con sus juegos. Conservaban el afilado cuerno, que es objeto de codicia de muchos cazadores furtivos y se paga a precio de oro. Lo muelen y lo venden como afrodisiaco o fetiche.
Leímos que las hembras de rinoceronte sólo pueden parir cada cinco años, un periodo bastante prolongado. Decían que la mejor localización para verlos en toda África era el Parque Nacional de Etosha y la laguna Okaukejo. Pero estos los encontramos en la Reserva de Okapuka.
 
 
 
El avestruz también es un animal curioso. Para huir de sus depredadores puede correr a setenta kilómetros por hora o tumbarse en el suelo simulando ser un montón de suciedad.

 
Las jirafas pueden medir de 3,5m. a 5,2m. de altura. Eso les facilita el acceso para comer los brotes de las ramas altas, pero tienen dificultades para beber y su sistema es abrir las patas delanteras.

 
El oryx es un tipo de antílope y está considerado el animal nacional de Namibia. Tiene una gran cornamenta, y es fácil encontrarlo por los caminos. Puede permanecer periodos prolongados de hasta dos años sin beber. El agua la obtiene de los alimentos que ingiere, un prodigio de adaptación al medio.
 
 
 
El perfil majestuoso del león nos hipnotizó durante un buen rato. Estuvo bastante estático y tranquilo, tal vez debido al calor de la tarde, y nos regaló un gran bostezo antes de levantarse y adentrarse en la sabana africana.
 
© Copyright 2012 Nuria Millet Gallego
 
 

jueves, 17 de mayo de 2012

LAGUNAS DE ETOSHA

 
 
 
El Parque Nacional de Etosha en Namibia tiene 20.000km2 y significa “el lugar del agua seca”. Al ser una zona tan seca en las lagunas, charcas y abrevaderos se concentran los animales a beber y es una excelente oportunidad para observarlos.
La laguna de Okaukejo fue la más espectacular. Encontramos manadas de animales bebiendo y nos sorprendió ver diferentes especies juntas, conviviendo sin problemas. Al mismo tiempo que un grupo de jirafas se acercó una manada de antílopes, cebras en grupos de diez o quince, aves y un chacal. Todos iban a beber y estaban alertas pero no se molestaban entre sí. Aún así vimos a dos chacales acosando a un antílope que echó una carrerilla, pero luego los tres mantuvieron las distancias y los chacales no atacaron. Las  hienas moteadas acechaban entre la hierba.
 
 
Manadas de búfalos, llamados Blue Wildebeest.
 
 
 
Elefantes en la puesta de sol.




Cebras reflejándose en la laguna. Y todas las combinaciones de animales posibles.




El plato fuerte fue encontrar un león sediento. Caminó majestuoso hacia la laguna y vimos la reacción de los otros animales ante su presencia y cercanía. Primero se quedaron estáticos observando cómo se acercaba; algunos antílopes springbok corrieron. Las jirafas y cebras mantuvieron su dignidad. Luego se fueron apartando a su paso. El león hizo algún amago de ataque, más bien un tanteo o una demostración de su poder. Porque eran las leonas las que cazaban y un león solo no solía atacar a una jirafa cuando estaba rodeada de varias de su especie que la defenderían. El león sació su sed y al final acabó tumbándose perezoso junto a la laguna. Todo un espectáculo de la naturaleza.



© Copyright 2012 Nuria Millet Gallego