Butrint era uno de los conjuntos
monumentales y arqueológicos más importantes de Albania. Las ruinas de una ciudad griega del
s. IV a.C. con teatros e iglesias paleocristianas, Se extendía por un agradable
bosque, en el Parque Nacional Butrint frente a la isla de Corfú, y estaba
declarado Patrimonio de la Humanidad.
A la entrada estaba la alta Torre
Veneciana del s. XV-XVI. Siguiendo el camino estaba el Santuario del s. IV a.C.
dedicado al dios Asclepio, hijo de Apolo, y dios de la Medicina. Quedaban
columnas y muretes.
Después se encontraba el Teatro construido en el s. III a.C. adaptado al estilo romano posteriormente. Tenía la forma de anfiteatro clásico. Luego seguían las Termas Romanas, el Ágora epicentro civil y comercial de la ciudad, el Gimnasio, la Villa Romana transformada en el s. V en un edificio con un comedor de forma triangular, el Palacio Tricónquido, el Baptisterio del s. VI con columnas y el suelo de mosaicos, la fuente del s. II dedicada a las ninfas, la Gran Basílica, la Acrópolis. la Puertas del Lago y la Puerta del León, grabado en la piedra del dintel.
Las ruinas fueron descubiertas en 1997
por arqueólogos italianos. La ciudad estuvo habitada desde tiempos
prehistóricos, fue una colonia griega, una ciudad romana con Julio César y un
obispado. Fue abandonada al final de la Edad Media, después de que el área se
volviese pantanosa e insalubre por la malaria. Se había excavado y desenterrado
aproximadamente una quinta parte de la ciudad.
El Castillo Veneciano de los s. XIV-XVI,
fue reconstruido en 1930. En el castillo había un museo con restos arqueológicos,
alfarería y fragmentos, monedas, esculturas de mármol y columnas. Fue una visita
agradable, interesante y completa. Tras disfrutar de las ruinas regresamos a la playa de Ksamil, donde estábamos alojados y nos dimos un buen baño en el mar Jónico.