lunes, 7 de abril de 2025

PALACIOS DE COPENHAGUE y KRONBORG



Copenhague tiene muchos edificios nobles y palacios históricos. El Palacio de Christiansborg fue construido en el s. XII como residencia de la familia real danesa, y era la sede del Parlamento. Sufrió varios incendios y se reconstruyó en 1928. Estaba ubicado en una isla rodeada por un canal. 

Al entrar nos recibieron unas esculturas de colosos hercúleos sosteniendo las columnas. Visitamos las  estancias reales con mobiliario de época, artesonados en techos, lámparas de araña, chimeneas, grandes ventanales y sala de tapices. Al final vimos las caballerizas con preciosos caballos blancos.








Nos gustaron las amplias cocinas con sus ollas, recipientes y utensilios de cobre. Era fácil imaginarlas en toda su actividad para elaborar los manjares que se degustaban en los banquetes reales. Desde los pisos superiores había bonitas vistas de la ciudad y sus tejadillos con buhardillas.






El Castillo de Rosenberg era un antiguo palacio del s. XVII, de estilo renacentista, con torreones y tejados verdes,. Estaba rodeado de un foso, en medio de un jardín. Fue construido como residencia de verano del rey Christian IV y la familia real. 



Las salas eran regias y muy recargadas, con suelos de mármol. Los techos estaban muy decorados. Se podía ver el salón del trono con estatuas de leones dorados, sala de tapices reales y la colección de joyas de la Casa Real de Dinamarca, dentro de una cámara acorazada.







En una gran plaza estaba el Palacio Amalianborg, de estilo rococó, formado por cuatro edificios de tejados de pizarra negra con chimeneas. Era la residencia de la familia real en invierno. 

En las salas se exhibían colecciones de fotografías y todo tipo de objetos de escritorio, pipas, máquinas de escribir antiguas, etc. La Biblioteca de madera con cristaleras era muy bonita. En el exterior vimos el cambio de guardia con pasos marciales.








Otro día cogimos el tren para ir a Helsingør, a 50km de Copenhague. La Estación de Tren de Helsingør era preciosa. Fuimos a visitar el Castillo de Kronborg, un palacio de estilo renacentista del s. XV. Declarado Patrimonio de la Humanidad. Por su ubicación en el estrecho de Oresand cumplía la función de vigilancia y cobraba las tasas de paso. 

Era conocido por ser el castillo escenario del Hamlet de William Shakespeare, que en su obra se transforma en el Castillo de Elsinor. El patio interior con las torres de cúpulas verdes era impresionante. 




Curioseamos sus salas con tapices y grandes lámparas, la sala de banquetes con su chimenea, la sala del trono, las cocinas y los subterráneos donde estaba la prisión. En el piso superior había una amplia galería de 65m por la que paseaba la reina sin sufrir las inclemencias de los crudos inviernos. Subimos por una escalera caracol y contemplamos las vistas de los tejados y las aguas azules del estrecho de Oresund.


          





domingo, 6 de abril de 2025

ROSKILDE Y LOS BARCOS VIKINGOS


Desde Copenhague fuimos en tren a Roskilde, a solo 30km de distancia. Roskilde es un precioso pueblo medieval, en un fiordo del Mar del Norte. Fue fundado en el s. X, y durante más de tres siglos fue capital de Dinamarca. 

Pasamos por la escultura las Tres Jarras, tres enormes ánforas en una plaza. Seguimos una calle peatonal hasta llegar a otra plaza donde estaba el antiguo Ayuntamiento, un bonito edificio de ladrillo rojoEn el centro de la plaza estaba la Fuente Springvad de Schmeltz.



La Catedral de Roskilde era de estilo gótico y se construyó en ladrillo rojo entre los s. XII y XIII. Fue la Iglesia principal de la antigua diócesis de Roskilde antes de la aparición del luteranismo.. declarada Patrimonio de la Humanidad.




La Catedral albergaba 1000 sepulturas y de ellas 47 eran tumbas reales. Las tumbas eran en mármol blanco o negro, decoradas con estatuillas de angelotes y otras figuras. Había auténticos mausoleos con columnas y mucho ornamento. Las diferentes capillas tenían frescos en sus paredes y techos de bóveda y arco de crucero.









Luego fuimos paseando hasta el Puerto, donde estaba el Museo de Barcos Vikingos. En la nave de su interior conservaba cinco cascos de barcos de guerra vikingos hundidos en el s. XI. Aquellas embarcaciones de madera vikingas, con remeros y velas, habían surcado mares. Paseamos por los muelles viendo otros barcos de vela atracados. 






Vimos como un grupo de jóvenes cortaba un gran tronco por la mitad, a golpes de hacha. Cuando se abrió la primera grieta, colocaron estacas en medio y las golpearon con fuerza, hasta que el tronco se abrió por la mitad longitudinalmente. Un ejemplo de las dificultades para construir aquellos barcos. Había un gran barco con chimenea, que recordaba otros tiempos.