domingo, 1 de septiembre de 2024
NAMIBE
jueves, 22 de agosto de 2024
LUANDA, EL INICIO DEL VIAJE ANGOLEÑO
viernes, 1 de septiembre de 2023
SARAJEVO
Describían a Sarajevo como una ciudad que emociona y enamora, el alma de Bosnia. Y así era. Estaba atravesada por el río Miljacka, que partía en dos la ciudad. Los edificios nobles de tonos amarillos y ocres se reflejaban en el río. Entre ellos despuntaban los minaretes de las mezquitas. Paseamos por la ribera del río admirando los bonitos edificios.
El Ayuntamiento
llamado Vijecnica era un enorme edificio de estilo mozárabe, que
fue la antigua Biblioteca de Sarajevo, que tuvo más de 1,5 millones de
libros y antiguos manuscritos. Hasta que la noche entre el 24 y 25 de agosto de
1992 fue incendiada por bombas serbias. Se quemaron millones de páginas de
historia y poesías. La fachada era espectacular, amarilla con franjas rojo
terracota, arcos, columnas y dos plantas con cinco arcos cada una. Fue construido
en 1896, durante el periodo de ocupación Austro-húngara.
Varios puentes
atravesaban el río. El más famoso era el Puente Latino de cuatro arcos
de piedra, donde tuvo lugar el asesinato del Archiduque de Austria Franz Ferdinand
en 1914, por un serbio bosnio de ideología nacionalista, que desencadenó la I
Guerra Mundial. El Puente Skandarija era llamado Puente del Amor, que ya
no tenía candados. Era original el Puente Festina Lente, con un bucle
central. Debía su nombre al latín “apresúrate lentamente”, frase atribuida al
emperador romano Augusto.
El barrio tenía calles con casas de dos plantas con tejadillos rojos. Las pequeñas tiendas estaban abarrotadas de mercancías y exhibían teteras y servicios de café de cobre rojizo. También vendían dulces árabes, baclavas, hojaldres con miel y pistachos y de otras variedades. Había patios interiores y pequeños cafés con divanes, cojines y kilims coloridos ofrecían descanso.
Visitamos la Mezquita
Gazi Husreu-beg, de 1531. Nos descalzamos y me cubrí la cabeza con un
pañuelo. Era la más grande de Bosnia y debía su nombre al gobernador regional de
la época, que fue uno de los hombres de confianza del Sultán Suleimán el Magnífico
y contribuyó al desarrollo de Sarajevo. La Mezquita tenía una cúpula y un
minarete de 47 m de altura. El interior tenía cúpulas azules con estrellas y
alfombras con motivos geométricos. En el patio tenía una fuente protegida con
una estructura circular de madera con tejadillo, y dos mausoleos grandes con
cúpulas de personajes notables.
Frente a la Mezquita estaba la Madrasa Gazi Husrev Beg, la primera escuela islámica. Tenía varias habitaciones alrededor de un patio con fuente central. Cada , sobresalían del tejado como pequeños minaretes entre cúpulas. En cada sala había un museo con pinturas de miniaturas otomanas, fotografías y libros islámicos. En una de las salas vimos un audiovisual sobre Gazi Husrev-beg, el personaje histórico y héroe de la ciudad, y la historia de la Madrasa y de Sarajevo. Interesante.
Curioseamos el Bazar Bezistán en un antiguo recinto con bóvedas y cúpulas. Vendían joyería, teteras y cazos de cobre para café, textiles, imanes y otros souvenirs. También visitamos el Mercado Markato, con sección de quesos salados y carnes secas y ahumadas tipo cecina, que olían muy bien.
Por allí estaba la
Catedral de Sarajevo (Catedral del Corazón de Jesús), construida bajo el
Imperio Austro-Húngaro en el s. XIX. El exterior era imponente con dos
campanarios de 43m de altura y fachada decorada con un rosetón. El interior era
bonito, con altares con esculturas, un púlpito cubierto con relieves, varios
frescos de grandes dimensiones con escenas de la Biblia y vidrieras. Cerca
estaba la Catedral de la Natividad de la Madre de Dios, amarilla con
torreones negros y la antigua Iglesia Ortodoxa.