El Valle de
Punakha era un paisaje espectacular, atravesado por un río, con terrazas de
arroz escalonadas y casas dispersas, todo muy verde. Punakha estaba a 1584m
de altura. Había sido la antigua capital de Bután.
El Dzong de Punakha era una maravilla, una Fortaleza del s.XVII, grande y alta, que se extendía unos 300m a lo largo de la orilla del río Ma Chu, que confluía con el río Pho Chu. Los Dzongs butaneses eran un mezcla de Fortaleza y de Monasterio, sedes del poder y donde los campesinos rendían tributos. Algo similar al régimen feudal durante el medievo en Europa. Habían tenido siempre un papel importante en la historia de Bután, pues impedían el acceso de los invasores.
Cruzamos el río
por un bonito puente de madera cubierto. Las aguas bajaban verdosas, con un
verde glauco. La Fortaleza era impresionante, enmarcada entre flores y árboles. En la entrada había varias ruedas de oración gigantes. Tenía tres grandes patios, donde se celebraban los festivales. La familia real
se había casado allí. Todo el conjunto de edificios estaban encalados con una
blanco deslumbrantes, y tenía las puertas, ventanas y columnas en madera tallada, pintada con dibujos coloridos. Incluso las vigas tenían dibujos en la parte de
la fachada.
La torre central
era la más alta e impresionante, de forma un poco trapezoidal. Había galerías y
pasadizos. En el interior había tres enormes Budas dorados, representando el
presente, el pasado y el futuro. El recinto estaba decorado con Thankas y las
largas tiras colgantes, acabadas en forma de triángulo, que parecían corbatas de
colores. Había una Biblioteca con los textos sagrados envueltos en telas
amarillas.
Otro edificio tenía tres escalinatas diferentes, para los monjes, los campesinos que rendían tributo y la familia real y ciudadanos importantes. En uno de los patios había un árbol bodi (del Buda). La mayoría de los visitantes eran familias indias. Salimos absolutamente impresionados y fascinados por el Dzong de Punakha.
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