Las delicias turcas son los pastelillos tradicionales, elaborados con pistachos, dátiles, avellanas, nueces, y agua de rosas o azahar. Pero en el viaje por Turquía se pueden disfrutar de muchas otras delicias y escenas deliciosas. Por ejemplo vimos numerosos hornos de leña, donde elaboraban el pan tradicional. El Bazlama es un pan mezcla de naan y pita, delicioso para acompañar con hummus.
Los aguadores cargaban recipientes de latón a la espalda y ofrecían agua fresca al paseante sediento por unas pocas liras. Otros se sentaban en los parques con sus recipientes.
En los cafés turcos se reunían grupos de hombres para conversar, jugar al dominó y degustar el delicioso café con posos.
Más delicias son el Mercado de las Flores y los Pájaros, el Mercado Egipcio y el Gran Bazar, un laberinto de pasadizos con puestos de frutos secos, cafés, tés y especias, pastelerías, objetos de cobre, bronce y madera, narguiles, esponjas naturales, sandalias y babuchas...todo lo imaginable. Los comerciantes están agrupados por gremios: la zona de los joyeros, de los artesanos de bronce y cobre, de los que trabajan con piel, los textiles
Otra de las delicias era probar los narguiles, las pipas de agua con tabaco y aromas, una afición tradicional en el país. Y las miniaturas otomanas, pintando con detalle escenas tradicionales con mucho colorido.
Y por supuesto, hay que disfrutar de las delicias arquitectónicas de Estambul como la Mezquita Azul, Santa Sofía, la Torre Gálata, el Palacio Topkapi con vistas del Bósforo y el Cuerno de Oro...y la sonrisa de sus gentes.
Viaje y fotos realizados en 1990