martes, 26 de febrero de 2019
EL DIENTE DE MAN Y LAS CASCADAS
jueves, 23 de agosto de 2018
TRANSIBERIANO 6. ULÁN UDÉ
El trayecto de Transiberiano de Irkutsk a Ulán Udé fue de ocho horas, el tramo más corto que hicimos. Fuimos en un compartimento con una pareja joven de rusos. Ellos desayunaron patatas cocidas con pepinillos que llevaban en un táper. Luego tomaron chocolatinas y nos ofrecieron. Nosotros tomamos té negro servido en las tazas con soporte de plata labrada que llevan el vaso en su interior.
El paisaje era
bosque de taiga con bastantes isbas, las cabañas de madera triangulares. De
repente vimos el Lago Baikal, las vías pasaban bastante cercanas a la orilla.
Vimos más isbas y algunas playas con algunas tiendas de acampada. En la
estación de tren se exhibían varias locomotoras antiguas de vapor.
La calle
peatonal Ulitsa Lenina tenía edificios bajos de dos plantas, ancha y
adornada con muchas flores coloridas. Había una banda de seis músicos mayores
con trompetas y tambores. Por la calle había puestos de helados y las familias
paseaban con niños. Llegamos hasta la Plaza Sovdov, donde estaba el Teatro
de la Ópera, un edificio grande y clásico, de estilo soviético. Había una
fuente y una escultura con una gran cabeza de Lenin, de 7,7m de altura,
la mayor de Rusia. Un grupo de militares se fotografiaba ante ella.
Vimos la bonita Catedral
Odigitria, blanca y con cúpulas azules rematadas en dorado. Había sido
destruida por los bolcheviques y luego reconstruida. Los muros blancos del
interior se veían desnudos, faltaba la decoración bizantina. Junto a la
Catedral estaba la calle Ulitsa Sobernaya, con varias casas de piedra
restauradas. Al final de la calle estaba el edificio de la NKVD, la temida policía
secreta de Stalin. Tenía dos plantas y podía pasar desapercibido entre los
otros. Pero sabíamos del sufrimiento y las atrocidades que tuvieron lugar allí.
Solo una placa en la fachada indicaba que había sido la Gendarmería. Al girar
la calle había un monumento de una madre y un hijo, dedicado a las víctimas.
El Monasterio Budista Datsan Ivolginsky estaba a 35km de Ulán Udé. Fue construido en agradecimiento de Stalin a los buriatos por sus sacrificios durante la II Guerra Mundial. Era un complejo de dos templos principales y alrededor numerosos pabellones y casas donde vivían los monjes. El templo principal era bonito con varios tejadillos y en el centro la figura típica budista de los dos ciervos mirando la rueda Dharma, de ocho radios. La rueda Dharma o Dharma Chakra era el símbolo más antiguo del Budismo. Chakra significa rueda y Dharma es el nombre que reciben las enseñanzas de Buda.
El interior nos gustó mucho, tenía la decoración budista habitual: estatuillas de mantequilla de colores, asientos centrales para los monjes con mesitas con sus libros de oraciones y cuencos de té, tambores, parasoles naranjas, estatuas de Buda de bronce dorado en diferentes tamaños y las telas colgantes de colores. En las urnas de donación habían billetes chinos y de Mongolia, el turismo mayoritario. Vimos peregrinos hombres y mujeres vestidos con el deel, las túnicas tradicionales de Mongolia, de telas brillantes de colores con dibujos geométricos. Los hombres llevaban sombrero, y recorrían el recinto con las manos cogidas en la espalda.
sábado, 18 de agosto de 2018
TRANSIBERIANO 5. EL LAGO BAIKAL Y LA ISLA OLKHON
En la ruta del Transiberiano, desde Irkutsh fuimos al Lago Baikal, en la región de Siberia Oriental. El lago era el más antiguo y profundo del mundo, con 25 millones de años de antigüedad y 1680m de profundidad. De 636km de largo, 80km de ancho, con un área de extensión comparable a Bélgica. Contenía el 20% de agua dulce de todo el planeta. Los científicos estudiaron que si se agotaran todas las reservas de agua de la tierra, con el agua del Baikal podrían vivir 7000 millones de personas durante 40 años. Era el último reducto y Patrimonio de la Humanidad.
Lo alimentaban
386 ríos. El más caudaloso era el río Selanga, que procedía de
Mongolia. El lago desaguaba en un solo río, el Angara. La pesca era la
principal actividad de las poblaciones del lago, se había identificado 52
especies de peces. Sus aguas se usaban para tratamientos médicos, ya que eran
ricas en oxígeno y con escasa presencia de sales minerales.
El lago tenía treinta
islas dentro. Un ferry nos llevó hasta la isla Olkhon, la tercera isla
lacustre mayor del mundo. Estaba considerada uno de los lugares más
sagrados de Asia para los pobladores buriatos, y eran uno de los polos de
energía chamánica.
Al llegar seguimos por
una pista terrosa hasta el pueblo Khuzir, la “capital” de la isla, con 1200
habitantes. Nos alojamos en el Nikta’s Homestead. Lo construyó un ex campeón
ruso de tenis de mesa. Nos encantó el complejo de cabañas de madera con adornos
de carpintería, entre hiedra y flores por todas partes. Las habitaciones estaban
decoradas con petroglifos, adornos étnicos y estufas de madera. Precioso y muy
acogedor.
En la Shaman Rock
había un árbol repleto de tiras de colores, plegarias que se ofrecían a los
dioses. También había un grupo de 13 postes verticales, envueltos en tiras
de colores, los llamados “Trece señores de Olkhon”, venerados por los buriatos.
Caminamos por los senderos. La roca quedaba en un extremo del lago frente a una
playita de arena con forma de media luna. Allí nos bañamos, aunque brevemente
porque el agua estaba muy fría.
Al día siguiente contratamos una excursión con barco. El barco nos llevó al extremo norte de la isla. Fuimos costeando la isla, viendo sus acantilados rocosos. Nos seguían las gaviotas y les dimos pan, con lo que se arremolinaban alrededor del barco y se disputaban los pedazos de pan. El sol iluminó las rocas de la costa tapizadas de un verde suave, casi amarillento. Había colinas bajas, bosques de abetos y algunas playas. Comimos en el camarote del barco, ensaladas y sopa de pescado muy rica.
Pasamos por la roca
que llamaban “Tres hermanos”. Nos contaron la leyenda de una chica que se
enamoró de uno de los hermanos y se fugó. El padre envió a los hermanos a
buscarla transformados en águilas. Pero los hermanos volvieron y mintieron al
padre, diciendo que no la habían encontrado. El padre descubrió la verdad y los
transformó a los tres en rocas.
Otro punto del
trayecto en barco fue Placa Peschanoa, donde estaba la prisión en los
tiempos de la época soviética. La verdad es que era una bahía bonita con
una playa, un emplazamiento curioso para una cárcel de terrible historia.
Llegamos al punto
norte llamado Khoboy, el extremo de la isla. Y vimos el Pico del Amor. Desembarcamos
después de cuatro horas de trayecto en barco. Unas furgonetas tipo tanquetas
nos llevaron a varios miradores a los pies de los acantilados con vistas
impresionantes del lago. En uno de ellos vimos a unos niños practicando el tiro
al arco.