Desde Pelling
hicimos una excursión en jeep recorriendo las montañas de alrededor. Vimos los picos
nevados del Himalaya. El sol iluminaba las cumbres blanquísimas y se
distinguían las aristas que formaba la nieve, dejando sombras en la ladera. El
blanco luminoso contrastaba con el azul del cielo. Cruzamos algún puente
colgante muy bonito, sobre el río de aguas verdes. Cataratas, lagos y monasterios
fueron el resumen del día.
El Lago Kchecheolpari
estaba rodeado de montañas y repleto de banderolas de oración. Las banderolas
más viejas, desgastadas por el tiempo y la climatología, se mezclaban con las
de colores vivos. Era un lugar muy tranquilo. Un entarimado de madera con
ruedas de oración a ambos lados, conducía a un pequeño mirador. Durante el
Festival de Luminarias toda la superficie del lago se llenaba de lamparillas de
mantequilla flotantes.
En el pueblo de Yuksom vimos el lugar llamado Trono de la Coronación, donde tres lamas tibetanos coronaron al primer chogyal de Sikkim en 1641. Eran tres piedras con inscripciones, frente a las que había una gran stupa blanca.
Dentro del recinto había una pequeña escuela de monjes. Los niños no tendrían más de cinco años. Estaban sentados en el suelo sobre cojines granates, con sus libros delante y atendiendo al maestro, que nos dejó fotografiarlos. Luego los alumnos siguieron con su recitado en voz alta.
Vimos tres cascadas.
Las más altas eran las cascadas de Khanchendzonga, la seguían las cascadas de
Pharmong. El chorro caía con fuerza entre la verde vegetación y nos empapaba el
vapor de agua. Eran realmente bonitas.
Fuimos al Dubdi
Gompa, el monasterio más antiguo de Sikkim, de 1701. La última etapa fue el
Tashiding Gompa de 1661. Estaba sobre una colina, a 2,5km de ascensión
escarpada. Llegamos casi sin fuerzas para hacer girar las ruedas de oración. Los
murales interiores eran bonitos y estaban bien conservados. En este monasterio
nos dejaron subir al piso de arriba, donde un grupo de hombres se dedicaba a
enrollar papel en forma de cilindros, posiblemente para escribir oraciones.
Regresamos a Pelling cansados y contentos del día por las montañas del
Himalaya.
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