Mostrando entradas con la etiqueta monasterios. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta monasterios. Mostrar todas las entradas

miércoles, 26 de noviembre de 2025

PUEBLOS DEL KURDISTÁN IRAQUÍ: AKRE, AMADIYAH Y ALQOSH



El Kurdistán Iraquí tiene bonitos pueblos, interesantes para conocer. Desde Duhok visitamos Akre, Amadiyah y Alqosh. Akre es uno de los pueblos más bonitos del Kurdistán iraquí, rodeado de montañas ocres, con casas escalonadas en la ladera. Fue fundado por los otomanos a finales del s. XIX, aunque hay restos arqueológicos que indican un pasado más remoto, con una ciudadela. Fue un lugar multicultural con comunidades kurdas, cristianas y judías conviviendo en paz. En la actualidad los kurdos son mayoría, por el gran número de inmigrantes que llegaron huyendo de la guerra de Siria o procedentes de Mosul. De hecho, vemos un campo de refugiados sirios ubicado en el Castillo.

Paseamos por sus calles y vemos una casa pintada de colores, con mucha imaginación. Leemos que hay casas otomanas, pero no destacan demasiado. Visitamos la Gran Mezquita de Akre y nos impresiona lo bonita que es. Tiene un patio con un pabellón central con cúpula dorada y minarete. El patio es rectangular con 32 arcos; 8 arcos en el lado largo y 4 arcos en el lado corto. El interior es más bonito todavía, con pinturas y dibujos geométricos en techos y paredes, con tonos naranjas y verdes, y una gran lámpara circular central.  




Otro día vamos a Amadiyah, una pequeña población de unos 6000 habitantes, situada sobre una meseta ovalada de 450m de altura. Está a solo 17km de la frontera con Turquía. Vemos las casas sobre la cresta de la meseta y nos recuerda a Castellfollit de la Roca. En el pasado solo se podía acceder a Amadiyah por unas escaleras talladas en la roca. Se fundó en el s. XII y fue la sede de los Magi, los sumos sacerdotes del Imperio Medo. Y según la Biblia tres de ellos fueron los famosos Reyes Magos, que viajaron a Belén para conocer al recién nacido Jesús.



Paseamos por Amadiyah y vemos a los abuelos tomando sus tés al sol en los cafés. Vemos un Templo Zoroastrano, con una tablilla de piedra labrada en el interior, y una de las antiguas puertas de la muralla de la ciudad, la Puerta Bahdinan, también llamada Puerta de Mosul. Es grande, de piedra labrada con cenefas geométricas o símbolos, y figuras de animales poco definidas. Una escalera de piedra baja al barranco, y en la pared de roca hay tres nichos con relieves de guerreros muy desgastados. Hubo otra puerta, destruida por los bombardeos.





La Mezquita medieval de Amadiyah es del s. XV, con un alto minarete de piedra anaranjada y 33m de altura. Un abuelo vestido con turbante, fajín y pantalones anchos, nos abre la Mezquita. Es un poco laberíntica, a tres niveles y con arcos irregulares de piedra blancos. La parte baja parece una cueva. El abuelo nos muestra el mihrab (la zona donde se dirige la oración) y reza un poco. Nos fotografiamos con él y le agradecemos que nos abriera. Al irnos me regaló unas margaritas.





Visitamos la Fábrica de Tahine de Anadiyah. El paisaje hasta llegar es bonito, con arboleda de hojas amarillas verdes y anaranjadas. Está junto al río Rubar cruzado por un puente de piedra de dos arcos, del s. XVI. El tahine es la pasta que elaboran con las semillas de sésamo tostadas y molidas. Se añade al hummus y es utilizado en la gastronomía de Oriente Medio, Norte de África, Grecia y Turquía. 

Primero ponen los sacos de semillas en remojo. Pasamos a una sala con dos hornos de leña, donde introducen las semillas de sésamo y las tuestan. Vemos las pilas de leña fuera de la casa. En otra sala las tamizan. La fábrica es conocida por su producción artesanal con métodos tradicionales. La población lleva 500 años produciendo tahine, y en la actualidad exporta a Europa y Estados Unidos. Las semillas son cultivada en la zona y se elabora el tahine sin fertilizantes químicos ni conservantes. 




En el pueblo de Alqosh visitamos el Monasterio Rabban Hormizd. El soldado guardián no nos quería dejar pasar, pero insistimos y se ablanda. El monasterio está colgado en la pared de roca, con muros, torreones y ventanucos. Fue fundado en el s. VII por el monje Rabban Hormizd ("rabban" significa monje en asirio). Se convirtió en un importante centro de la Iglesia de Oriente, conocida como Nestoriana, que se había escindido de la Iglesia Católica 200 años antes por discrepancias sobre la figura de Cristo.

Entre los s. XVI y XIX fue las sede de los Patriarcas de esta rama, hasta que desapareció y fue sustituida por la Iglesia Católica Caldea. A lo largo del tiempo sufrió numerosos ataques kurdos, que destruyeron su Biblioteca y la mayoría de obras de arte. Quedó abandonado hasta que en 1859 se decidió construir otro monasterio en las afueras de Alqosh. Nosotros visitamos el antiguo restaurado.







martes, 16 de septiembre de 2025

MINSK SOVIÉTICA

Llegamos a Minsk con un vuelo directo desde Baku. Desde 2024 los ciudadanos españoles no  necesitan Visado para entrar en Bielorrusia y teníamos curiosidad por conocer el país. En el control de Pasaportes solo nos preguntaron por el propósito del viaje y si llevábamos medicinas. No pidieron el seguro de viaje, como habíamos leído.

Minsk, la capital, nos sorprendió agradablemente. El casco antiguo de Minsk fue reconstruido tras ser arrasado por los bombardeos del ejército Nazi en la II Guerra Mundial. Tiene casas rosadas y de color crema, con tejados rojos y verdes, y calles adoquinadas.



Nos gustó la Catedral del Espíritu Santo del s.XVII. Es blanca con cúpulas y tejadillos verdes. Fue parte de un monasterio católico que pasó a ser ortodoxo y durante la época comunista la utilizaron como gimnasio o almacén de grano. Estaba abarrotada de gente, con los fieles rezando de pie, ya que en las iglesias ortodoxas no hay bancos, y encendiendo velas ante los iconos.

Nos alojamos en el Hoyel Monastyrski, un antiguo monasterio del s. XVII con historia y encanto. En la puerta de entrada, con marquesina metálica, nos recibió la figura de un monje. 



El Ayuntamiento es un edificio color crema con columnas. En la plaza está la escultura Escalas de la Ciudad, que representa a tres ciudadanos con una balanza: uno pesa la mercancía, el otro paga con unas monedas y el tercero las recibe. En el pasado las autoridades pesaban en la báscula las mercancías que entraban y exportaban, y eso les permitía cobrar impuestos a los comerciantes.



Es famoso el Voyt, una escultura del gobernador medieval de Minsk, que sostiene una gran llave en sus manos. Suele ser el punto de encuentro de los grupos de turistas.


La Avenida de la Independencia, muy amplia y con edificios clásicos, es la arteria principal de la ciudad, con 15km de largo. En ella están los Almacenes Gum, el principal centro comercial de la época soviética. El interior es blanco, con columnas, dorados y grandes lámparas. La calle estaba cortada al tráfico por celebrarse un maratón de la ciudad, con grupos de músicos, bailando y animando a los corredores.




Otro edificio imponente de la Avenida de la Independencia es la Sede del KGB, el Servicio de Inteligencia todavía operativo, de fachada amarilla con columnas. La vimos un domingo y estaba cerrada. Hay cámaras vigilando, así que hicimos la foto rápida y discreta desde la acera de enfrente.


Paseando llegamos hasta la Isla de las lágrimas, una isla en el río Svislach, en el barrio Trinity Hill. Cruzamos a la isla por un puente peatonal. Desde allí las vistas de la ciudad son bonitas y se ven las casas con buhardillas y chimeneas. Hay un Memorial dedicado a los fallecidos en la Guerra de Afganistán. Las estatuas de las madres y esposas derramando lágrimas por los caídos, son gigantes, al estilo soviético.  En el interior hay 4 altares con pinturas murales y los nombres de los fallecidos.




En otra zona de la ciudad está la Iglesia de San Simón y Santa Elena, de ladrillo rojo y tres torres. No pudimos ver el interior porque estaba vallada. Frente a ella hay una Fuente con dos cigüeñas, el animal nacional de Bielorrusia.



La Plaza Lenina conserva una estatua de Lenin ante unos bloques de edificios de estilo soviético. Es una de las pocas estatuas de Lenin que quedan, ya que en la URSS fueron derribadas. Cerca hay otro edificio notable, el Teatro Bolshoi de Ópera y Ballet, blanco con columnas y estatuas. Más alejada estaba la Biblioteca Nacional, un edificio singular. La ciudad tiene varios museos; los bielorrusos son amantes de la cultura y grandes aficionados a la Ópera y el Ballet.



Las llamadas Puertas de Minsk son dos torres gemelas frente a la Estación de Tren. En la ciudad se pueden ver otros ejemplos de arte soviético, como el gran mural con figuras en relieve sobre el restaurante KFC. 



En la ciudad hay muchos cafés y restaurantes con terrazas, a pesar de los crudos inviernos con temperaturas bajo cero. Los interiores son acogedores. Minsk nos pareció una capital interesante, llena de historia y de vida.


miércoles, 10 de septiembre de 2025

GRODNO

 

Llegamos a Grodno en una furgoneta Marshrutka desde Brest, un trayecto de 239km. El día estaba nublado y destacaba la Iglesia de San Francisco Javier, de fachada blanca con cúpulas azul cielo.

Otro edificio notable es el Teatro de Arte Dramático, de arquitectura moderna, con una escultura del caballo alado Pegasus. Cerca está el Monasterio San Bernardino, de fachada amarilla.

Cruzamos el Old Bridge sobre el río Nieman y contemplamos las vistas de la ciudad con sus iglesias y Castillos.


Después visitamos el Castillo Viejo. Fue construido en madera a finales del s. XI como una fortaleza defensiva. Y bajo el Ducado dd Lituania durante el s. XVI se reconstruyó en piedra y ladrillo, con cinco torres. Sirvió como residencia de Stefan Bathory, el rey de Polonia y Lituania, y fue ocupado por el ejército ruso, que lo convirtió en cuartel militar. Nos gustó especialmente su torre principal.



Visitamos varias salas a distintos niveles, la galería, azotea con vistas, una iglesia interior con vidrieras y el baño. El baño real tiene una gran bañera de madera, jofainas y una estufa con depósitos de cobre. Unas miniaturas ilustraban como se calentaba el agua con maderas y hierbas aromáticas.



En varias habitaciones hay bonitas estufas de cerámica esmaltada. Una gran sala con ventanales y chimenea tiene un gran friso mural con figuras pintadas y esculturas de mujeres en cada esquina, sosteniendo los techos artesonados. En el Castillo Nuevo hay un Museo de Historia y Arqueología que no pudimos visitar.


La Torre de observación de los bomberos fue construida en 1912 para labores de vigilancia, tras el incendio que sufrió la ciudad en 1885. La fachada de la Estación de Bomberos tiene un gran mural.


Cerca está la Sinagoga, un gran edificio de fachada color crema y naranja, con estrellas de David. En el interior vimos el Libro de la Torá.


Seguimos paseando por la calle peatonal Sovietskaya con tiendas, cafés y restaurantes. Estaba bastante apagada porque llovía y la gente se refugiaba en los modernos centros comerciales..

Cenamos en el restaurante Stary Lyamus, en una casa antigua en Gilibert Park. El restaurante está en la gran buhardilla con vigas de madera, decorado con ruecas, planchas de metal, jarras y objetos antiguos. Muy acogedor. Pedimos una olla de barro con fríjoles y una cazuela de champiñones gratinados, con cervezas tostadas. Al salir, la calle Sovietskaya estaba iluminada.