Para visitar Sikkim se necesitaba un permiso especial que tramitamos desde la Magistratura de Darjeeling. Y ya en Sikkim, para visitar el Lago Tsomgo se necesitaba otro permiso especial que tramitamos desde Gantok.
Desde Gantok fuimos al lago, a unos 35km de distancia. A medida que ascendíamos por la carretera de curvas, dejamos de ver el sol y nos envolvió un manto de niebla. En los claros que se abrían en la niebla veíamos los hondos precipicios del camino. Impresionaban. La montaña que atravesamos estaba ocupada por una base militar y estaba prohibida la fotografía. La temperatura descendió considerablemente.
El Lago Tsomgo
estaba a 3.780m de altitud, de origen glaciar. Era un lago sagrado para los budistas e hindúes
de Sikkim. Las montañas alrededor del lago estaban bastante peladas, sin
árboles, con un color pardo rojizo. En el invierno se cubrían de nieve y el
lago se congelaba. Al llegar nos rodearon los yaks de pelo negro con sus dueños,
ofreciéndonos un paseo. Los yaks eran bueyes tibetanos enormes, con pelo
colgante largo y áspero, y una cornamenta importante.
En los cuernos les colocaban fundas rayadas de lana de colores. Tenían una silla con estribos a la que subimos. El sendero discurría paralelo al lago. Los yaks se bamboleaban un poco al caminar, un resbalón de la pezuña habría acabado con los jinetes en el agua helada. Pero los yaks dominaban caminos peores. Continuamos el camino hasta que se interrumpió, y regresamos al punto de partida a pie.
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