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viernes, 11 de octubre de 2019

EL BARRIO ANTIGUO DE PATAN

 

Patan era una de las ciudades-estado de Kathamandú, pero se consideraba un barrio periférico. Fue el menos afectado por el terremoto de 2015, y conservaba 1200 monumentos budistas. Era la sede de los comerciantes newar.

La arquitectura newar era de la época Malla, entre los s.XIV y XVII. Al entrar al barrio vimos el Templo Bhimsem, una pagoda de tres pisos con planta rectangular. Estaba dedicado al dios del comercio y los negocios. Frente a él otra pagoda de tres plantas con fachada porticada, construida en piedra tallada, en vez de en ladrillo y madera. 

El Palacio Real era del s. XV, ampliado en los s.XVII y XVIII. Entramos en por la Puerta Dorada, custodiada por dos leones. Tenía aleros voladizos, ventanas talladas en filigrana, elegantes celosías de madera, patios conectados y varios templos. 

El Museo Patán estaba en el interior del Palacio, entrando por la Puerta Dorada. Vimos una exposición de fotografías magníficas de Nepal: los Annapurnas, Mustang, paisajes y retratos. El museo exhibía una de las mejores colecciones de arte sacro de Asia, era un tesoro nacional. Había cientos e estatuillas doradas de Buda y todas las deidades budistas, explicando sus posturas y simbolismo. Algunas eran figuras de tantrismo, que era una corriente espiritual con vínculos religiosos.







Cerca estaba el estanque Manga Hiti, una cisterna cruciforme con tres caños tallados en forma de makara, bestias mitológicas con aspecto de cocodrilo. 



Al norte de la plaza encontramos el Templo Dorado, uno de los más bonitos de Patán. La entrada de piedra era imponente, toda labrada con detalles. Encontramos una novia nepalí vestida con un sari rojo y dorado, y nos hicimos una foto juntos. En el interior había ruedas de oración, campanas y figuras de elefantes, leones y monos de bronce llevando un fruto parecido al Durian. 




Un grupo de mujeres encendían lamparillas de mantequilla. En la planta superior del Templo Dorado había un Monasterio Budista del s. XII, reconstruido en 1409. Entramos en la sala principal, con un grupo de fieles y monjes entre tankas colgantes y nos sentamos a curiosear. 



Luego fuimos al estanque Pin Bahal Pokan. Era muy grande, rodeado de casas y con un pabellón en el centro del estanque. Las casas se reflejaban en la superficie del agua, con la luz del atardecer.


miércoles, 17 de octubre de 2001

PALACIOS DE PHNOM PENH


Phnom Penh, la capital de Camboya, nos pareció una de las capitales más bonitas del Sudeste Asiático. Además, estaba a orillas del río Mekong. Uno de sus mayores atractivos era el Palacio Real, ubicado en un gran recinto. Era un conjunto de pabellones orientales y pagodas, entre jardines. Estaban pintados de color blanco y ocre, con tejados amarillo intenso. La parte de residencia real permanecía cerrada al público. 

Uno de los pabellones había sido donado por Napoleón III, y exponía algunos cuadros del rey Sihanouk y su familia. Lo más espectacular era el Hall del Trono y la Pagoda de Plata. En el Hall del Trono el rey recibía a los diplomáticos extranjeros entre lujo asiático. Tenía el suelo embaldosado con dibujos, alfombras rojas, lámparas de araña de cristal, vitrinas con exposición de regalos y el enorme trono de oro presidiendo el salón. No costaba imaginarse las lujosas recepciones de principios de siglo pasado.



La Pagoda de Plata recibía ese nombre porque su suelo era de baldosas de plata maciza, de 1kg cada una. Además, tenían un dibujo de filigrana grabado. Pisábamos por encima de él, sobre una alfombra roja. Suelo de plata, eso sí que era regio. En la Pagoda había un Buda Esmeralda de un verde traslúcido. En los laterales varias vitrinas exponían cientos de plata y bronce, de todos los tamaños, y el Buda del Futuro, hecho de oro. 

Alrededor de la Pagoda había murales de 1900. Los frescos eran preciosas miniaturas que representaban celebraciones con elefantes y caballos, pagodas, escenas bíblicas y escenas mitológicas del Ramayana.  







El Museo Nacional estaba ubicado en un bonito edificio rojo terracota, con tejadillos similares a los del Palacio Real. Dos leones de piedra custodiaban la escalinata de entrada, junto a la cabeza de un elefante en el jardín exterior. El edificio era de principios del s. XIX, y constaba de varios pabellones, con un jardín central con estanques con flores de loto. 

En el museo había una gran exposición de estatuas y estatuillas de piedra, bajorrelieves alfarería y algunas joya y ropas encontradas. Había estatuas decapitadas, con manos, brazos o pies mutilados, y las mismas piezas expuestas por separado. Como curiosidades vimos la cabina de madera de un barco y palanquines reales. 



Fuimos caminando hasta la colina donde estaba el Templo Wat Phonm (Pagoda de la Montaña). Una escalinata de piedra, labrada con la serpiente Naga, conducía hasta él. Leímos que muchos camboyanos acudían a rezar para tener buena suerte en los exámenes o los negocios. 

Phnom Penh tenía muchos otros atractivos y lugares de interés: pagodas y templos budistas, el mercado Psar Tuol Tom Pong, el lago con sus palafitos, la Mezquita Al-Serkal, un regalo de la familia Al-Serkal de los Emiratos Árabes Unidos (de ahí su nombre), la antigua prisión Tuol Sleng, reconvertida en museo del genocidio, y sobre todo sus gentes y sus calles llenas de bicicletas y de vida.  






Viaje y fotos realizados en 2001