La ciudad de Manali está situada a 2.050m de altitud, a orillas del río Beas. Nos alojamos en Old Manali, con casas de tejados a dos aguas, bastante inclinados, ya que nieva bastante. Las calles eran muy empinadas y estrechas. Leímos que era el destino predilecto para la Luna de Miel de muchas parejas. Y en sus calles se habían grabado muchas películas de Bollywood, evocando los Alpes suizos. En la zona se podía esquiar, hacer escalada, montar en globo, hacer rafting y todo tipo de deportes.
Muchos cafés y restaurantes tenían terraza en las orillas del río Beas. Probamos la trucha de río allí. Había ambiente hippy por las calles y mucho turismo indio local, pocos occidentales. La parte nueva de Manali también estaba repleta de tiendas, cafés y restaurantes. El hormigueo de gente por la calle peatonal principal era constante.
El Templo Hadimba Devi estaba ubicado en un bosque de cedros. Construido en madera y piedra en el s. XVI, con un estilo pagoda en tres niveles y con un remate cónico. Las paredes exteriores estaban decoradas con cornamentas y cuernos de cabras montesas, y las partes de madera talladas con figuras de dioses, animales y bailarines, mucha filigranas.
Paseamos por el exterior admirando el bosque de altos cedros. Por allí había muchas mujeres, grupos de amigos y familias enteras que se vestían con trajes tradicionales rojos y portaban a la espalda canastos de flores amarillas, para hacerse fotos. El ambiente era festivo. También había yaks de pelo blanco y gran cornamenta, para montar a cambio de unas rupias. Los turistas indios se apuntaban a todo.
El Manu Temple tenía la arquitectura tradicional de Himachal, con puertas de madera intrincadamente talladas y techo estilo pagoda. Dedicado al sabio Manu, el creador de la vida tras el gran diluvio, según la mitología hindú (como el Noé bíblico).
Otra visita curiosa en Manali fue el Museo de la Cultura y Folkore Himalayos. Exhibía una colección de artefactos de uso doméstico: cuencos tibetanos de bronce, recipientes de madera, cajas decoradas, máscaras ceremoniales, monedas, planchas de hierro, joyas, piedras, morteros, instrumentos musicales, atriles, ropa, gorros y calzado. También había maquetas grandes reproduciendo casas tradicionales. Era un museo pequeño, pero interesante.