Mostrando entradas con la etiqueta bahía. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta bahía. Mostrar todas las entradas

domingo, 19 de noviembre de 2023

SAO VICENTE, MINDELO

Mindelo es la capital de la Isla Sao Vicente y la capital cultural de Cabo Verde. La capital oficial del país es Praia, en la isla de Santiago. A Mindelo la definían como cosmopolita, festiva y artística. Está ubicada en la bonita Bahía de Porto Grande. Su Puerto, adornado por los mástiles, está protegido por las montañas como Monte Cara (llamada así porque parece el perfil de un hombre tumbado), Monte Vigía o Morro Blanco. 



Conserva casas coloniales, de dos o tres plantas, con balconadas y algún porche, pintadas de amarillo, naranja, azul, rosado o verde. Uno de los edificios que más nos gustó fue el Café Royal, de fachada color salmón, con balcones de hierro forjado y balaustradas de piedra blanca.




Hay plazas arboladas donde los caboverdianos juegan a cartas. En la Praça Dom Luis un gran mural homenajeaba a la cantante Cesárea Evora, que nació en Mindelo. En otra de las plazas, Praça Nova había un bonito kiosko bar, cerrado cuando fuimos.



Uno de los edificios más destacados era el Palacio del Povo (Palacio del Pueblo), de fachada rosada, que fue el palacio del gobernador y hoy era un museo, cerrado temporalmente  
Nos gustó el Liceo Velho, pintado de amarillo. Los estudiantes charlaban en el patio. Tenía una gran bola del mundo delante de la fachada. Otros edificios eran la Cámara Municipal, cerca de la Iglesia Nossa Senhora de Luz.
        

El Mercado de Peixe, junto a la playa, es interesante y pintoresco. Los pescadores traen sus capturas y allí mismo se limpia, raspando las escamas, y se trocea el pescado. Se ven grandes atunes, garoupas (mero), sardinas y otros pescados de color anaranjado.







Junto al mercado hay una réplica de la Torre de Belem de Lisboa, de tres pisos y ventanas arqueadas. En el interior había un pequeño museo con una exposición y documental sobre los barcos naufragados en Cabo Verde, por los fuertes vientos y oleaje de la zona. Había barcos británicos, portugueses, franceses y un galeón español.



El Mercado Municipal tiene dos pisos y vende frutas hortalizas y algo de artesanía. Venden papaya, mangos, aguacates, grandes calabazas alargadas, piñas, calabacines, plátanos, mandioca...Hay otros mercados de hortalizas o el Mercado Africano con artesanía de Senegal y Nigeria: coloridas telas, cestería, cuadros...



Mindelo también fue la cuna de la cantante caboverdiana Cesárea Evora, la reina de la morna, un género musical local con influencias del fado portugués. Su recuerdo está muy vivo. Visitamos su casa museo, muy modesta, con algunas fotos y vestidos de la artista, una guitarra y un rincón con bebida y su cenicero. 
La música está muy presente en la ciudad, todos los restaurantes ofrecen música en vivo, y en los parques vimos gente bailando. En el Café Royal el cantante y guitarrista Justino Evora rendía homenaje a la artista. Y por la noche en la Praça Dom Luis, encontramos un cine al aire libre que proyectaba la película "El testamento del senhor Nepomuceno", basada en la novela de Silva Araujo, y con actuación de Cesárea. Javier leyó la novela en Barcelona. Nos gustó ver la película allí.


Desde Mindelo hicimos excusiones a otras partes de la isla Sao Vicente: Calhau, Praia Grande y Bahia das Gatas. Fue la última isla que visitamos. Disfrutamos del viaje a Cabo Verde.

sábado, 10 de diciembre de 2022

LAS PLAYAS DE MARTINICA

Martinica era una isla del Caribe con preciosas bahías naturales, ocultas en su litoral, y decidimos conocer las más destacadas. Desde Fort-de-France cogimos un minibus para ir a Sainte Anne, a 47 km.Allí estaba la preciosa Plage des Salines, con arena blanca, aguas azules y altas palmeras inclinadas por el viento, El gran palmeral estaba bordeado por casuarinas, que formaban un muro verde frente al mar. Nos dimos un baño delicioso. Los chiringuitos ofrecían pescado asado con ratatouille, con zumos de guayaba y piña. 


Otro día cogimos un barco desde la capital Fort-de-France hasta Les Trois Ilets. El barco nos dejó en Pointe du Bout. Fue la playa que más nos gustó, con palmeras en torno a varias piscinas naturales protegidas por rocas negras, y con ambiente local. Familias con niños se bañaban en sus tranquilas y azules aguas.



Desde allí compartimos un taxi hasta la gran bahía les Anses d'Arlet, con palmeras y aguas transparentes verde azules. Nos prestaron gafas con tubo y pudimos hacer snorkel, nadando cerca de las rocas en un extremo de la playa.  Vimos bancos de peces que se mecían con las olas. Había peces con rayas negras, amarillos, verdes. La playa l'Anse a l'Ane era grande y con vegetación. 

El pueblo Anse d'Arlet du Borg estaba en primera linea de playa, con verdes montañas detrás. Tenía un embarcadero con la Iglesia de puntiagudo campanario en el centro. Era un bonito rincón caribeño.



jueves, 16 de septiembre de 2021

PERAST Y LA COSTA ADRIÁTICA

 

Perast era una villa marinera con 17 elegantes palacios barrocos del s. XVII y 16 iglesias en una única calle principal. Era la mayor atracción de la Bahía de Kotor. La guía de la Lonely Planet decía que parecía “un trocito de Venecia arrastrado por el Adriático hasta la bahía, y rezumaba melancólicos recuerdos de su época de riqueza y poderío”.



El pueblo era precioso con casas de piedra blanca, palacios con balcones con balaustradas y el puerto lleno de pequeñas barcas. Lo primero que hicimos fue ir a los dos lugares más emblemáticos de Perast, las dos islas frente al pueblo. El barco nos llevó hasta Gospa od Skipdja (Nuestra Señora de las Rocas). Era una isla artificial en torno a un escollo, donde se halló una imagen de la Virgen en 1452. En esa fecha todos los años los lugareños llevaban piedras en botes para proseguir la labor. Construyeron una iglesia con la cúpula azul en 1630. 



En el interior tenían pinturas venecianas y estaba repleta de exvotos de plata, ofrendas de marineros agradecidos. Imaginaba brazos y piernas, como en otros lugares, pero eran objetos de todo tipo: platos, candiles, planchas de hierro, llaves,,, La pieza más inusual y famosa era un icono de la Virgen y el Niño bordado por una mujer que empleó sus propios cabellos como hilos en parte del mismo.



La otra isla, Sveti Dorje, era de menor tamaño y surgió de un arrecife natural. Albergaba un Monasterio Benedictino entre cipreses y un cementerio. Los barcos no desembarcaban en ella, la vimos desde cerca con el barco y desde tierra.





domingo, 12 de septiembre de 2021

KOTOR

 


La carretera que llevaba de Dubrovnik a Kotor era panorámica, entre las montañas y el mar Adriático. La entrada en la Bahía de Kotor fue espectacular. Era enorme, las laderas de las montañas caían al mar, y las casas se esparcían en las orillas.

Kotor era la capital de Montenegro. Entramos al casco antiguo por un puente sobre un foso de aguas verdes, lleno de peces. Después de instalarnos callejeamos, pasando por plazas con encanto, bonitos rincones con arcos adosados a las murallas y grandes baluartes. 




Visitamos la Catedral de San Trifon, obra maestra del románico. El interior era ortodoxo con iconos y lámparas de plata o incensarios colgantes. Entramos en algunas otras iglesias, con estatuas de mármol.

Vimos varios Palacios del s. XVIII, como el Palacio de la familia Pima o el Palacio Grubonja, donde estaba ubicado el Museo Marítimo. Cerca estaba la Torre del Reloj.

La ciudad era conocida por su numerosa población de gatos, los gatos campaban a sus anchas y dormitaban en cualquier rincón, mientras la gente les hacía fotos. Había incluso un museo de los gatos. Las tiendas ofrecían artesanía de gatos de cerámica en colores.






                





               

Al atardecer subimos a la Fortaleza de Kotor. Fue una subida épica, eran 1200m de ascensión con 1330 escalones de piedra bordeando la muralla. Las vistas eran magníficas, el pequeño casco antiguo se veía como un triángulo de tejados rojos, rodeados de murallas. Extramuros la ciudad nueva y la gran bahía. Precioso, parecía una maqueta.