Otros edificios notables eran la Prefectura, deteriorada y en desuso, y el Palacio de la Gobernación.
viernes, 9 de febrero de 2024
SAINT LOUIS COLONIAL
sábado, 10 de diciembre de 2022
LAS PLAYAS DE MARTINICA
Otro día cogimos un barco desde la capital Fort-de-France hasta Les Trois Ilets. El barco nos dejó en Pointe du Bout. Fue la playa que más nos gustó, con palmeras en torno a varias piscinas naturales protegidas por rocas negras, y con ambiente local. Familias con niños se bañaban en sus tranquilas y azules aguas.
martes, 5 de noviembre de 2019
EL PARQUE NACIONAL CHITWAN
Sauraha era la población base para visitar el Parque Nacional Chitwan, a los pies del Himalaya y con clima tropical, una buena combinación. Era el primer parque nacional de Nepal, considerado Patrimonio de la Humanidad. En los dos días que estuvimos contratamos excursiones para hacer caminatas por la jungla, recorrido en jeep, paseo en elefante y canoa por el río.
Cruzamos el río en una canoa estrecha, hecha de un tronco vaciado. El barquero la manejaba con una pértiga, ya que el río no era muy profundo. Era temprano y había una neblina baja sobre la superficie del agua; luego las brumas se disiparon y salió el sol. Fue un trayecto plácido contemplando la vegetación de las orillas. Todo estaba tapizado de verde hojarasca, formando un muro vegetal. El agua estaba tranquila y reinaba el silencio, sólo roto por algunos trinos de aves. Vimos cocodrilos descansando en la orilla fangosa y en el agua, próximos a la canoa, dejando asomar sus ojos vigilantes.
Desembarcamos y caminamos
por aquella jungla más densa. Fuimos con un guía, Khrisna, que nos mostró
los termiteros gigantes. Rompió un trocito de un lateral y se veía el
laberinto de las galerías y pequeñas termitas blancas correteando. También
vimos algunos cervatillos huidizos, con sus manchas blancas en el lomo.
El baño de elefantes fue un espectáculo. Nada más montar el elefante me lanzó un buen chorro de agua con su trompa, a modo de bienvenida. Acabamos empapados, pero fue divertido. Al acabar nos columpiamos en un columpio hecho con bambúes y largas lianas. Los elefantes podían verse paseando por el pueblo de Sauraha, y una noche hasta vimos a un rinoceronte caminando tranquilamente por la calle.
Paseo por la jungla con elefante. Un tuk-tuk nos llevó hasta el punto de partida. Los elefantes estaban adornados con dibujos en colores en la cabeza y en la trompa o en la cola. Llevaban una silla de montar de madera, para transportar cuatro pasajeros. Nos tocó con otra pareja de indios de Mumbai. El adiestrador iba sentado sobre la cabeza del elefante, a pelo.
Desde la altura pudimos contemplar mejor la jungla. El sendero era estrecho, a veces rozábamos las ramas de los árboles. El elefante iba lento y un poco bamboleante. Primero cruzamos el río por un paso poco profundo, el agua cubría las patas del animal llegando a la barriga. Luego nos adentramos en la jungla con lianas, helechos, todo tipo de plantas y hojarasca, y el silencio alrededor, sólo roto por el canto de las aves.
Nos dijeron que un
elefante pesa unos 800kg y que cada día come 150kg de hierba y bebe unos 100
litros diarios. Vimos algún ciervo, un mono y dos rinocerontes. De vez en
cuando, nuestro elefante hacía sonar la trompa fuertemente, como resoplando. El
adiestrador nos dijo que era una hembra, y estaba contenta porque estaba con
otro elefante que nos seguía, que era amigo suyo.
viernes, 1 de noviembre de 2019
POKHARA Y EL LAGO
El lago Phewa
era el segundo lago más grande de Nepal. Estaba rodeado de verdes montañas y
por encima de ellos los picos nevados de la cordillera de los Annapurnas.
Las montañas estaban cubiertas de vegetación, había pequeños miradores para
sentarse a contemplar las vistas, y se oía el canto de los pájaros. Era un
valle muy tranquilo.
Paseamos por las orillas
del lago admirando el paisaje. Había muchas barcas azules, verdes y amarillas,
algunas con un toldo rojo. Las barcas se reflejaban en la superficie del
agua, parecían dibujos hechos con acuarelas.
Paramos en la Pagoda Varahi Mandir, situada en una isla en medio del lago. Era el templo hindú más famoso de Pokhara, dedicado a Visnú, en su encarnación como jabalí. El templo tenía dos alturas y la entrada estaba custodiada por dos leones dorados. Alrededor había lámparas encendidas y todo el perímetro estaba lleno de campanas de diferentes tamaños que tocaban los fieles.
Era una isla muy pequeña, con árboles, campanas y algún puesto de artesanía. Había mucha gente, nepalís e hindúes, muchas mujeres con saris de colores. En una orilla de la isla se arremolinaban los peces y la gente se juntaba a mirarlos.
Al atardecer nos sentamos en una terraza a orillas del lago y tomamos lassi, los batidos de yogur, de papaya y de plátano, ricos y refrescantes. La gente paseaba de un lado a otro y había mucho ambiente. Contemplamos las vistas hasta que el sol se ocultó tras las montañas.
Otro día Javier quiso
hacer Parapente sobre el lago. Yo preferí esperarlo en la esplanada
donde aterrizaban, junto al lago. Desde la cima de la montaña Sarangkot se
veían decenas de coloridos parapentes. Voló con un monitor y luego nos pasaron
las fotos y los vídeos. Desde el aire pudo ver un paisaje de campos verdes con
cultivos, el lago Phewa azul y plateado, y las montañas con nubecillas en las
cumbres de los Annapurnas. Toda una fantástica experiencia.