Estaba situada junto a un meandro del rio Osuma. Considerada Patrimonio de la Humanidad, con su Castillo y sus casas escalonadas en la colina, entre la verde vegetación, era una de las ciudades más bonitas de Albania.
A un lado del río estaba el barrio Mangalem, tradicionalmente musulmán, y al otro el barrio Gorica, cristiano. En Mangalem estaba la Mezquita del Sultán, una de las más antiguas de Albania, en restauración. Callejeamos y visitamos el Museo Etnográfico, una casona de piedra del s. XVIII con dos plantas y balcón de madera. El piso superior era la residencia de la familia. La habitación para recibir visitas tenía divanes otomanos, mesas bajas, braseros, chimenea, palmatorias. La habitación del taller mostraba dos telares, ruecas, huso, plancha de hierro, ovillos, tejidos. La cocina era el centro de la casa, con una claraboya en el techo, balanza, chimenea, piedra de moler, sartenes y morteros, entre otros objetos. La parte baja y porche de la casa eran para el ganado y almacén de productos (olivas, aceite, cereales).
Cruzamos al barrio Gorica, donde estaba el Monasterio Spiridon rodeado de cipreses, con frescos originales bastante deteriorados, iconos y un iconostasio restaurado. Recorrimos el barrio paseando sus estrechos callejones blanqueados, con parras.