lunes, 15 de septiembre de 2003

LAS CUEVAS BUDISTAS DE DAMBULLA


Las cuevas de Dambulla databan del s. I a.C. Era un complejo de cinco cuevas con templos budistas en su interior, bajo la roca de una colina. Eran Patrimonio de la Humanidad. En la primera encontramos un largo Buda reclinado de 15m. Tenía ofrendas de flores blancas y lilas. Las paredes y el techo estaban decoradas con imágenes de Budas.

La segunda cueva era la más grande y espectacular. Tenía 7m de altura, 53m de largo y 23m de ancho. En el centro tenía una stupa con la forma habitual de la campana y repartidas varias tinajas en cuyo interior habían colocado luces anaranjadas que daban un ambiente cálido. En las paredes y el techo había frescos representando escenas de la vida de Buda y motivos geométricos. Alrededor había varias hileras de estatuas de Buda en la postura del loto. Todas estaban pintadas en tonos amarillentos y tenían tapetes de telas de colores en sus regazos.


En las otras cuevas, más pequeñas y recogidas, había más imágenes de Buda, hasta sumar 150, y más frescos en paredes y techos. En algún fresco representaban demonios. Las vimos sin apenas turistas, solo con algún monje en peregrinación, quedándonos solos en el interior de cada cueva. 

Leímos que os habitantes del Sri Lanka prehistórico vivieron en estas cuevas antes de la llegada de budismo a la isla, ya que se habían encontrado esqueletos humanos con unos 2700 años de antigüedad.





A las cuevas se accedía por el Golden Temple, por una escalinata con una gran boca de un demonio con dientes. En la colina había un monasterio con monjes residentes y una gran estatua dorada de Buda. 

Encontramos un grupo de unos quince monjes jóvenes, algunos de siete años de edad, vestidos con sus túnicas naranja azafrán y rezando su cantinela. Se sentaron en unas esterillas en el recinto de una pagoda, rezaron, se levantaron y la recorrieron en círculo. Formaron una hilera y repitieron el ritual en otra pagoda.







Viaje y fotos realizados en 2003


 

viernes, 12 de septiembre de 2003

KANDY


Desde Nuwara Eliya fuimos en autobús hasta Kandy. El paisaje era precioso con verdes plantaciones de té formando mosaicos en las laderas. Notamos que empezamos a bajar de altitud al ver más palmeras. La ciudad de Kandy se extendía alrededor del lago artificial Bogambura. El Templo Malwata Vihara estaba a orillas del lago. 

El Templo del Diente de Buda (Sri Dalada Maligawa) era el más emblemático de Kandy. Muros de un blanco inmaculado y tejadillos en forma de pagoda. Al entrar dos grandes cuernos de marfil custodiaban una capilla. Los frescos de las paredes y techos tenían colores vistosos, representando procesiones de elefantes y personajes haciendo ofrendas a Buda.


Empezó la ceremonia y se oyeron tambores. El ritual se celebraba dos veces diariamente, A las seis y media de la mañana y a las seis y media de la tarde. Cuatro hombres de torso desnudo y vestidos con pantalón y turbante blanco, con anchos fajines rojos, tocaban los tambores. Uno de ellos tocaba un flautín. 

Tocaron unos minutos hasta que unos oficiales levantaron la tela naranja y descubrieron una puerta labrada en plata. La abrieron con una llave de hierro de un palmo de grande, y entraron un grupo de cuatro sacerdotes, cerrando la puerta. La puerta se abrió y cerró varias veces, entraron unos y salieron otros, y entraron varias ofrendas.




Subimos al segundo piso, todo de madera. Hicimos cola con otros fieles para ver el relicario recubierto de oro donde guardaban el diente de BudaVimos la urna con la reliquia a través de una ventanilla. Alrededor los fieles oraban y traían ofrendas de flores de loto lilas y jazmines. Algunos se sentaban en el suelo a rezar, otros oraban en el exterior encendiendo velas colocadas en una estructura de hierro.


Cuando oímos los tambores bajamos al primer piso. Era la ceremonia que se celebraba dos veces diariamente, A las seis y media de la mañana y a las seis y media de la tarde. Cuatro hombres de torso desnudo y vestidos con pantalón y turbante blanco, con anchos fajines rojos, tocaban los tambores. Uno de ellos tocaba un flautín. Tocaron unos minutos hasta que unos oficiales levantaron la tela naranja y descubrieron una puerta labrada en plata. La abrieron con una llave de hierro de un palmo de grande, y entraron un grupo de cuatro sacerdotes, cerrando la puerta. La puerta se abrió y cerró varias veces, entraron unos y salieron otros, y entraron varias ofrendas.



En una de las calles con edificios antiguos coloniales encontramos una concentración de oficinas de notarios y abogados. Los letreros se amontonaban en la fachada, escritos en cingalés. Al día siguiente visitamos los Jardines Botánicos en tuk-tuk, y subimos a pie a la colina donde estaba el gran Buda blanco de 25 metros de altura que dominaba la ciudad. Era una media hora andando desde la estación de policía. 




Los Jardines Botánicos de Kandy fueron jardines reales antes de la llegada de los británicos. Eran los más grandes de Sri Lanka. Pasamos por una avenida de largas palmeras cocoteras, atravesamos grupos de bambús gigantes, vimos un pabellón de orquídeas, estanques con nenúfares y varias pagodas y puentecillos. Lo más impresionante eran los árboles con troncos de varios metros de diámetro, había hasta un baobab de tronco botella.





          



Viaje y fotos realizados en 2003

jueves, 11 de septiembre de 2003

NUWARA ELIYA

Nuwara Eliya estaba ubicada en las tierras altas de Sri Lanka, con un clima más fresco que el resto del país. La ciudad fue fundada por el explorador Samuel Baker, que descubrió las fuentes del río Nilo. 

En sus calles se respiraba el ambiente colonial, con una bonita arquitectura. Las antiguas mansiones británicas rodeadas de jardines, tenían chimeneas y tejados triangulares. Destacaban la antigua Post Office, un edificio emblemático de ladrillo rojo con una torre del reloj.

Oficina de Correos de Nuwara Eliya

Vimos una mansión regia del s. XIX, reconvertida en el Hotel Heritage. Fue la residencia del gobernador inglés. Preguntamos el precio (24 euros) y decidimos alojarnos allí. Tenía doble escalinata de madera y altos techos, mobiliario antiguo y camas con dosel, en todos los detalles. La habitación era enorme, con galería interior con cuatro ventanales con vistas a los jardines. Un lujo con sabor a otros tiempos.



Había muchos comercios y los puestos del mercado eran muy estéticos, con sus frutas apiladas y con racimos de plátanos o cocos colgando. Había puestos de carne y pescado ( atún, barracuda, pez espada o tiburón). 

Paseamos por el Parque Victoria, con enormes árboles, y admiramos las suaves y mullidas ondulaciones del Campo de Golf y el Jardín Botánico Curioseamos el Hotel Hill Club de 1876, antiguo club exclusivo de los británicos, con bonitos jardines.










Nuwara Eliya era la zona productora de té más importante de Sri Lanka. Por la mañana fuimos en tuk-tuk a visitar la plantación de té Pedro Tea State. Las verdes plantaciones se extendían por las laderas de la montaña. Las recolectoras de las hojas de té eran mujeres, con sus pañuelos multicolores en la cabeza, y sacos a la espalda o cestas de mimbre con el asa en la frente.

La fábrica se fundó en 1885. Nos explicaron todo el proceso. Tras la recolección, lo secaban, trituraban, prensaban, fermentaban y lo separaban según la calidad y tamaño. Finalmente lo empaquetaban en sacos y lo exportaban. Nos obsequiaron con un té mientras contemplábamos fotografías antiguas en blanco y negro. Fue una visita interesante.






Viaje y fotos realizados en 2003