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domingo, 24 de octubre de 2010

LAS CUEVAS DE MAIJI SHAN

 




Un día gris y con llovizna partimos de Xian en tren hasta Tianshui. El trayecto duró unas tres horas, y al llegar, los dioses nos sonrieron y salió el sol. Las cuevas estaban excavadas en una gran montaña de roca rojiza. Varias pasarelas y escaleras en espiral permitían el acceso. El entorno estaba muy verde y la ascensión permitía ver el paisaje.

Había dos grupos de tres grandes figuras verticales de Buda. Las estatuas de las cuevas conservaban los pigmentos rojos, azules, ocres…eran las más cromáticas que habíamos visto hasta entonces. Vimos el proceso de elaboración de las estatuas: primero hacían un modelo esquemático con madera, después lo cubrían con cañas y finalmente lo recubrían con capas de arcilla y escayola.





Se inició su construcción en el s. IV, pero varias dinastías habían añadido esculturas. Se consideraban los complejos budistas más antiguos de China. Sobre su construcción leímos que no estaba claro si habían utilizado andamios de madera para acceder a tanta altura, o habían acumulado piedras.

En la parte alta había un corredor con nichos ocupados por varias figuras y protegidos por una cornisa de roca. Parte del corredor alto se había derrumbado, tras haber sufrido varios terremotos. La altura impresionaba y el fuerte viento provocaba ruidos en las escaleras. En las paredes terrosas los visitantes colocaban billetes pequeños de yuan, sostenidos por ramas. Tal vez en petición para que no sucedieran más terremotos o como ofrenda a los dioses para conseguir una vida mejor, peticiones que igualan a todos los creyentes en cualquier lugar del mundo.

 

© Copyright 2010 Nuria Millet Gallego

miércoles, 7 de abril de 2010

EL TSUNAMI Y LA BAHÍA DE MATSUSHIMA






Un año antes de que sucediera estuve en Japón en la zona afectada por el terremoto y el posterior tsunami. Dormimos en Sendai,  y al día siguiente subimos a un tren que en media hora nos llevó a la Bahía de Matsushima. Decían que era una de las tres mejores vistas de Japón, considerada Patrimonio de la Humanidad. Tenía “unas 250 islas cubiertas de pinos moldeados por el viento y sus formaciones rocosas modeladas por el incesante golpeteo de las olas han dado como resultado espectaculares monumentos creados por las fuerzas de la naturaleza”. Así la describía la guía.


Aquel día la bahía estaba envuelta en brumas y con el cielo gris y lluvioso. Cogimos un barco, como el que fue engullido por las olas, para recorrer la bahía. Miraras donde miraras aparecían peñascos rocosos de formas irregulares. Una de ellas tenía cuatro arcos horadados por las olas. Lo curioso de las rocas es que habían crecido muchos árboles sobre ellas formando un manto verde. 



 
Frente a la bahía estaba el recinto del templo zen Zugain-ji. Era un bosque de altos cedros con cuevas naturales convertidas en altares. En las oquedades habían colocado figuras de Budas. Todo aquello, todo lo que muestran estas fotos, ha quedado arrasado. Poco pudieron hacer los dioses frente a las fuerzas de la naturaleza.
Lamento la magnitud de lo sucedido y espero que todos los afectados reciban la ayuda necesaria ante este desastre natural.
 


 

© Copyright 2010 Nuria Millet Gallego

miércoles, 1 de noviembre de 2006

CUEVAS DE AJANTA

 


Las Cuevas de Ajanta estaban a 105km de Aurongabad. Eran 30 cuevas excavadas en la ladera de una garganta en forma de herradura. Databan del 200 a.C y 650 a.C. y estaban declaradas Patrimonio de la Humanidad. Impresionantes. 

Estaban excavadas en piedra basáltica. Los coloridos saris de las mujeres indias visitantes contrataban con la piedra oscura. Leímos que las cuevas se construyeron excavando largas galerías en la roca y luego abriendo pasos entre ellas. Algunas eran muy grandes, una tenía 24 pilares. Las columnas estaban deterioradas, pero se veía que habían tenido muchos detalles labrados. 




Las cuevas tenían múltiples estatuas de Buda talladas en la piedra. Había esculturas de tamaño natural, y otras enormes, cuya presencia debía imponer respeto en los ritos religiosos. También había figuras en posturas eróticas. 

Nos contaron que con la desaparición progresiva del budismo, las cuevas quedaron abandonadas y cayeron en el olvido hasta 1819, cuando un cazador inglés llamado Jhon Smichdt las “redescubrió” por casualidad, mientras intentaba cazar un tigre.




Varias cuevas tenían una cámara central con una estatua de Buda sentado, acompañado por otras dos figuras laterales. En paredes y techos se conservan restos de los murales que los decoraban, con escenas de la vida de Buda y algún mandala circular. Iluminamos los murales con la linterna, pues el interior de las cuevas era bastante oscuro. 

Para entrar a las cuevas había que descalzarse, igual que en los templos budistas. Estuvimos unas tres horas viendo las cuevas, sus pinturas y esculturas. Una maravilla.












lunes, 15 de septiembre de 2003

LAS CUEVAS BUDISTAS DE DAMBULLA


Las cuevas de Dambulla databan del s. I a.C. Era un complejo de cinco cuevas con templos budistas en su interior, bajo la roca de una colina. Eran Patrimonio de la Humanidad. En la primera encontramos un largo Buda reclinado de 15m. Tenía ofrendas de flores blancas y lilas. Las paredes y el techo estaban decoradas con imágenes de Budas.

La segunda cueva era la más grande y espectacular. Tenía 7m de altura, 53m de largo y 23m de ancho. En el centro tenía una stupa con la forma habitual de la campana y repartidas varias tinajas en cuyo interior habían colocado luces anaranjadas que daban un ambiente cálido. En las paredes y el techo había frescos representando escenas de la vida de Buda y motivos geométricos. Alrededor había varias hileras de estatuas de Buda en la postura del loto. Todas estaban pintadas en tonos amarillentos y tenían tapetes de telas de colores en sus regazos.


En las otras cuevas, más pequeñas y recogidas, había más imágenes de Buda, hasta sumar 150, y más frescos en paredes y techos. En algún fresco representaban demonios. Las vimos sin apenas turistas, solo con algún monje en peregrinación, quedándonos solos en el interior de cada cueva. 

Leímos que os habitantes del Sri Lanka prehistórico vivieron en estas cuevas antes de la llegada de budismo a la isla, ya que se habían encontrado esqueletos humanos con unos 2700 años de antigüedad.





A las cuevas se accedía por el Golden Temple, por una escalinata con una gran boca de un demonio con dientes. En la colina había un monasterio con monjes residentes y una gran estatua dorada de Buda. 

Encontramos un grupo de unos quince monjes jóvenes, algunos de siete años de edad, vestidos con sus túnicas naranja azafrán y rezando su cantinela. Se sentaron en unas esterillas en el recinto de una pagoda, rezaron, se levantaron y la recorrieron en círculo. Formaron una hilera y repitieron el ritual en otra pagoda.







Viaje y fotos realizados en 2003